Decía el jueves pasado en una mesa redonda en Angelu que, por encima de divisiones administrativas y de todo tipo de trabas e imposiciones, es la iniciativa y la voluntad popular la que ha mantenido viva, durante siglos, la llama y la esencia de este pueblo.
Hace 500 años que arrebataron a Nafarroa la soberanía como estado vasco, imponiéndonos a sangre y fuego otra realidad jurídico-administrativa. 500 años de dependencia que han derivado en un conflicto político permanente con los dos estados, y en un continuo intento de asimilación identitario y lingüístico.
Últimamente les oigo decir a algunos que la Historia no debe ser utilizada con intereses partidistas, que no debe ser motivo de confrontación. Y estoy completamente de acuerdo. El problema es que, evidentemente, la Historia la escriben los vencedores, los conquistadores, aquí y en el resto del mundo. Con interés lógicamente partidista. Y, en el caso de la Conquista de Nafarroa, no podía ser más evidente. ¿Cómo reconocer que durante siglos hubo un estado vasco soberano, del que Nafarroa era el pilar fundamental, mucho antes de la actual Navarra foral y española que se nos impuso? Lógicamente, no lo pueden admitir, ya que esa visión histórica tiene implicaciones que no les interesan.
Pero, como decía en Angelu, por encima de las imposiciones y de ese intento voraz de asimilación, este pueblo ha demostrado a lo largo de los siglos, y hasta el día de hoy, la voluntad de seguir existiendo como tal y de reivindicar esa soberanía que le arrebataron. No han conseguido acallar la esencia, la lengua y la cultura de un pueblo que sigue vivo.
Navarra viva. Nafarroa bizirik. Pese a quien le pese. Comenzaba hablando de imposiciones, y de la voluntad e iniciativa popular capaz de hacerles frente. Es lo que hemos vivido durante 500 años. Y dura, y dura? El último episodio lo hemos vivido esta semana pasada, en el Parlamento de Navarra y el Congreso de los Diputados. UPN y PP perdiendo los papeles hasta el más absoluto ridículo para impedir la presencia de la plataforma popular Nafarroa Bizirik en el Congreso, previamente autorizada, para participar en una sesión de trabajo.
La derecha más rancia y totalitaria haciendo uso del veto, de la censura, para impedir que otra visión de la historia de Navarra que no sea la suya tenga audiencia. Un aldeanismo que, al parecer, no se cura ni viajando (a Madrid). Intentar aprovechar este tema para crear tensión, para intoxicar, para meter miedo a la sociedad con el "que vienen los vascos" o el "todo es ETA" es inadmisible e ridículo. Y el miedo, el que tienen ellos.
Miedo a la dimensión y la adhesión social que ha adquirido esta iniciativa popular plural. Miedo al interés que está demostrando la sociedad navarra en conocer su historia, en contrastar diferentes visiones y en extraer sus propias conclusiones. Miedo a que su chiringuito se les acabe. Miedo a que la sociedad navarra quiera decidir libremente su futuro. Miedo a esa Navarra viva, multicolor, que va a llenar las calles de Iruñea el próximo 16 de junio. Nafarroa Bizirik dagoelako, ekainaren 16an denok Iruñera!