Soy José Miguel Ruiz de Gordoa Armentia, con DNI 16232782A, hijo de José Ruiz de Gordoa Quintana, Gobernador civil de Navarra en los denominados sucesos de Montejurra 1976.

Me enfrento a un problema grave de salud, ante el cual quiero manifestar mi intención de escribir sobre testimonios personales y también sobre la documentación y correspondencia de mi padre en dichos días de Montejurra 76 (...)

La familia vivíamos en el Gobierno Civil de Pamplona. La víspera del 9 de mayo de 1976, fecha del famoso Montejurra, mi padre subió con un amigo a comer a casa, después de haber estado reunidos en su despacho. (...) Ramón Merino (...) era consejero del Reino y miembro de la Unión Nacional Española. Despachaba directamente con el rey Juan Carlos I, diariamente. Era de los máximos dirigentes sixtinos, partidarios de Sixto de Borbón y la persona a cuyo nombre estaban reservadas las habitaciones de todos los fascistas, pistoleros, etc en el hotel Irache de Estella. Estas habitaciones fueron reservadas desde el propio Gobierno Civil. Para que vean que yo digo la verdad aunque duela.

La comida fue agradable, llamándome poderosamente la atención que Ramón Merino estuvo hablando a preguntas de mi familia exclusivamente de la familia real, del Rey, las infantas, la reina, etc. etc. (...)

Una vez acabada la comida, mi padre, Ramón Merino y yo nos sentamos alrededor de una mesa baja de mármol a tomar café. De pronto, Ramón Merino se levantó, cogió el teléfono y estuvo hablando durante 1 minuto aproximadamente. Acabó la conversación y ofreció el teléfono a mi padre, diciéndole: “Te quiere saludar”. Mi padre cogió el teléfono y respondió. Era Juan Carlos I, rey de España.

(...) ¿Qué papel jugó el rey en Montejurra? Con todo esto, que es rigurosamente cierto, queda claro que estaba al tanto de toda la trama, exactamente igual que Fraga (...) y todo el Gobierno, incluyendo Adolfo Suárez (...) Mi madre me dijo que le prometieron a mi padre ser designado senador real, dentro del grupo de senadores reales elegidos a dedo por el rey. Nada de esto se cumplió. Antes de Montejurra 76 nunca había oído a mi padre comentarios contrarios ni favorables al rey Juan Carlos, más bien un silencio sobre su figura. Después de Montejurra 76, la animadversión hacia su figura fue total. ¿Qué sabía mi padre de la participación del monarca en toda la trama para actuar de esa forma?

Una vez acabado Montejurra se otorgó a mi padre la Gran Cruz de Isabel la Católica, en palabras textuales de Fraga: “Espero poder ponértela para agradecerte tus difíciles servicios”. ¿Qué difíciles servicios fueron los realizados (...)? (...) mi padre nunca la recogió.

Mi padre fue nombrado también gobernador civil de Sevilla después de Montejurra, considerado como un ascenso. Lo nombró Martín Villa, ministro del Interior, sucesor de Manuel Fraga Iribarne. Al año fue cesado.

¿Cómo es posible que un gobernador civil que ordena a la Policía bajo su mando que se inhiba y no actúe en Montejurra sea ascendido y condecorado con la promesa verbal de ser senador a dedo, cosa que no se cumplió? Martín Villa, en sus memorias, le dedica unas palabras a mi padre diciendo que actuó noblemente, avisándole de lo que podía pasar. ¿Y entonces, si actuó tan noblemente, por qué le cesas? (...) ¿Por qué nunca tuvo escolta siendo un objetivo claro.? Pues porque sabía demasiado. (...) Montejurra no fue una pelea entre carlistas, solo un bando fue el agresor y todo lo anterior y los documentos demuestran que lo sucedido fue un crimen de Estado con una trama que afecta claramente a la monarquía de Juan Carlos I. En vez de haber habido un juicio y después, quizás, aplicar la amnistía, aplicaron directamente la amnistía, sin juicio previo, eliminando toda posibilidad de estudio serio e imparcial de los hechos.

Finalizo esperando que mi próxima operación vaya bien (...) en el caso de que no lo fuera, estos documentos y mi testimonio saldrán a la luz, respetando mi decisión y pidiendo disculpas a mis hermanas, pero recordando siempre que “la verdad es la verdad, lo diga Agamenón o su porquero” y que la VERDAD SIEMPRE ES REVOLUCIONARIA.