Pamplona. El pintor Luis Feito, considerado uno de los grandes maestros contemporáneos del arte abstracto, ha alzado su voz contra el actual arte de vanguardia, sometido a la dictadura del dinero, al espectáculo y al éxito mediático, representado por los tiburones en formol de Damien Hirst, de quien la Tate Modern de Londres ofrece una gran retrospectiva.
Feito (Madrid, 1929), fundador junto a Canogar, Rivera, Saura y otros del Grupo El Paso y uno de los diez artistas españoles más cotizados en el mercado del arte mundial, abre hoy una exposición de sus últimas obras en el Museo Salvador Victoria de Rubielos de Mora (Teruel).
El centro está dedicado a la obra de este artista y de sus compañeros de la generación abstracta de 1950, que abrió las fronteras de la España de la posguerra al arte de vanguardia.
"Damien Hirst de artista no tiene absolutamente nada -asegura-. Él mismo lo dice, que iba para pintor, pero como no servía, se dedicó a inventar trucos para ganar dinero". El arte, recordó Feito, es "un misterio que enriquece la vida", es "un muro que tenemos delante los artistas y que día a día empujamos para descubrir lo que hay detrás, no llegaremos nunca al misterio, pero lo fundamental para mí es a ver si se conoce un poco más de ese misterio, que es el cosmos, eso que llamamos alma, eso que llevamos dentro que no sabemos lo que es". Asimismo subrayó que "esa es la lucha del artista y eso es lo que aporta una visión nueva, diferente del mundo, un enriquecimiento. Esa lucha es lo más difícil y lo más duro, pero lo más apasionante".
En las salas del Museo de Rubielos las telas que presenta Feito son una explosión de color, de blancos, rojos y negros con algo de púrpura, que nos atraen al misterio de un centro profundo, desconocido, y nos hacen sentir el estallido de un mundo en crisis. Por su parte, Alfonso de la Torre, crítico e historiador del arte, consideró las creaciones de esta nueva etapa "obras soberbias", impregnadas de "tensiones vertiginosas".