Madrid. Multitud de ciudadanos acudieron ayer a dar su último adiós a Tony Leblanc, el cómico de los sesenta, al que han agradecido su comedia "en momentos difíciles" y su capacidad para "hacer crecer" a toda una generación "con la risa". Estos agradecimientos quedaron registrados en los libros de condolencias por los ciudadanos anónimos que desfilaron desde las 9.00 horas ante la capilla ardiente ubicada en el Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid. A las 17.00 fue enterrado en el cementerio de la Almudena, junto a sus padres, en un acto íntimo.

Mayores, jóvenes y curiosos acudieron al escenario madrileño para recordar los buenos momentos y la risa que les provocaron sus películas, en una época en la que España aún no se había quitado de encima los sinsabores de la posguerra y comenzaba a despertar al desarrollo económico. Muchos compañeros de profesión, en especial cómicos, recordaron el sentido del humor de Leblanc y su voluntad de que su epitafio rezara: "Aquí yace un cómico. Fin de la primera parte", según explicó Juan Muñoz, miembro de Cruz y Raya.

La actriz Concha Velasco, compañera de reparto en más de una decena de películas, prefirió quedarse con la humanidad y el compañerismo del protagonista de Las chicas de la Cruz Roja o Los tramposos: "Tenía tanta luz que no necesitaba chupar foco para quitárselo a los compañeros".

Santiago Segura, muy amigo de Leblanc, también se acercó a la capilla ardiente. "Si estuviera viéndonos, seguro que estaría contando los medios y la gente que ha venido a la capilla ardiente, y diría: 'Ha habido más que cuando se murió fulanito', porque también era muy competitivo", indicó irónico. Estuvieron también presentes actrices como Sara Montiel y Laura Valenzuela, y su compañero de la serie Cuéntame cómo pasó, Imanol Arias, aunque la representación más numerosa fue la del público "que tanto le ayudó" en su vida, como manifestó su hijo Tony.

Tampoco faltaron en su despedida la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el presidente de la Academia del Cine, Enrique González Macho.