Aramburu cierra la trilogía dedicada a Antíbula
'La gran Marivián' es el título escogido por el escritor para su última novela
Madrid. Al escritor donostiarra Fernando Aranburu no le gusta repetir registros y por eso no para de indagar. De ahí que se inventara el territorio de Antíbula, un país ficticio al que ha dedicado dos títulos y que cierra ahora con La gran Marivián.
Los ojos vacíos y Bami sin sombra son los dos libros anteriores dedicados a Antíbula. La trilogía recorre los movimientos ideológicos del siglo XX entre católicos, apostólicos, burgueses, colectivistas, comunistas y marxistas, hasta llegar a la democracia liberal.
Así lo recuerda a Efe Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959), quien estos días ha dejado Alemania, donde vive, para ir a su tierra natal e ir a Madrid, donde participará el próximo fin de semana en la Feria del Libro firmando ejemplares de su nueva novela.
"Me inventé Antíbula buscando un espacio literario que tuviera una impresión de veracidad, porque en él el lector siente que todas las cosas que pasan pueden suceder en cualquier sitio real", subraya el autor de Años lentos, libro por el que obtuvo el premio Tusquest de novela.
Y es que a Aramburu, que transita por una literatura realista y muy literaria, no le gusta que se considere esta trilogía como "alegórica" o "metafórica".
La gran Marivián en realidad sería, por orden de escritura, la segunda de las tres novelas, aunque todas ellas se pueden leer de forma independiente.
En La gran Marivián la narración gira en torno a la cantante y actriz Marivián, "una mujer bella y deseada a la que es muy peligroso acercarse, no por ella misma, sino por todo lo que rodeaba su vida diaria, un secreto que fue aumentado por los miembros del régimen que la protegían", dice Aramburu