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Abre sus puertas la Asociación Navarra de Músicos

Arrancará su actividad en enero de 2015 tras emplear los próximos meses en la captación de socios

Abre sus puertas la Asociación Navarra de Músicos

pamplona - “La música y los músicos navarros, cualquiera que sea su estilo, son un activo patrimonial, cultural e incluso turístico que es digno de preservar, fomentar y salvaguardar”. Bajo esta premisa concisa y demoledora, la Asociación Navarra de Músicos (ANM ) abre sus puertas e inicia una prometedora y necesaria andadura tras pasar por la pertinente aprobación oficial de sus estatutos, que se ha producido este mismo mes de septiembre.

Lucas Irisarri, presidente de la ANM, apunta al nacimiento de la Asociación y explica que “nos habíamos dado cuenta de que los músicos navarros estaban siendo acogidos por la Asociación de Músicos de Euskadi o la de Aragón, por lo que pensamos que era necesario fundar una aquí, y nos hemos puesto manos a la obra”.

Los objetivos Con las ideas muy claras, Irisarri enumera los objetivos que se han marcado para la Asociación Navarra de Músicos. “En primer lugar, queremos comenzar a dar servicios a los músicos navarros. Desde nuestro ejercicio de la profesión de músicos desde hace más de 15 años (Lucas Irisarri es vocalista de los grupos Barracus y El Señor Ramón), nos hemos dado cuenta de que necesitamos una institución a la que recurrir para que, sobre todo, te preste asesoramiento jurídico, artístico o financiero”. Dentro de este asesoramiento, y haciendo hincapié en su parte financiera, Irisarri apostilla que “queremos ofrecer a los grupos la posibilidad de gestionar su facturación; es decir, actualmente se da un vacío legal que lleva a cometer numerosas injusticias e ilegalidades con los músicos, incluso desde las instituciones o los ayuntamientos. Se trata de trabajos en los que los músicos realizan una labor por cuenta ajena pero casi nunca se les da de alta ni de baja en la Seguridad Social; esto significa que si tienes un accidente y te electrocutas, nadie se hace responsable -apunta Lucas-. Lo que pretendemos desde la ANM es que los socios puedan darse de alta y baja de la Seguridad Social cuando ellos lo estimen oportuno; es decir, si a ellos les contrata un Ayuntamiento, el músico facturará el concierto a través de la asociación, que será la que pague a cada músico y la que gestione las altas y las bajas. Esto tendrá el coste sobre el caché que la Seguridad Social imponga, más un 2% de gastos de gestión”.

En segundo lugar de su particular ranking de objetivos, Irisarri apunta hacia una “dignificación de la profesión” marcada por diferentes aspectos que van desde la “denuncia de injusticias hasta la formación continuada a través de diferentes cursos en materias como producción, sonido, etcétera”. En este sentido, Lucas Irisarri también suma a sus metas el hecho de que la asociación se convierta “en sello discográfico, de tal forma que los socios puedan publicar y distribuir a través de la ANM sus discos, de todos los géneros”.

La lista de objetivos y servicios se completa con “descuentos en actividades culturales; la realización de un publicación periódica para mantenernos todos informados sobre posibles subvenciones, convocatorias, concursos o conciertos; y que los socios puedan tener acceso a bases de datos de salas de conciertos, de contactos para promoción, etcétera”.

Todo estos objetivos tiene su base en otro mayor, al que hace referencia Felipe Carbajal Gussy (vicepresidente de la ANM y cantante y guitarrista de Barracus), “se trata de hacer un bloque para tener más fuerza y poder facilitar el trabajo”.

Cuotas y financiación Toda asociación que pretende funcionar con un mínimo de dignidad y eficacia requiere un sustento económico, y la ANM no es ajena a esta necesidad. “No queríamos que nadie se quedara fuera por motivos económicos, y viendo lo que se paga en otras asociaciones similares, hemos cifrado la cuota anual de socio en 60 euros. Eso sí, vamos a tocar todas las puertas necesarias para que las instituciones amparen de alguna manera este proyecto y por ende a los músicos. De esta forma, pretendemos que la asociación se financie a través de las cuotas de los socios y de subvenciones”, sostiene Lucas Irisarri.

Con este punto de partida financiero definido, la idea de Lucas, Gussy y Xabi Anso (secretario de la ANM) es “arrancar ahora mismo con una campaña de captación de socios para poder empezar a ofrecer servicios en el mes de enero. Hasta que llegue ese momento, estamos trabajando así mismo en la estructura funcional de la asociación, que contará con sus propios asesores financieros y legales para poder dar todos estos servicios”, explica Lucas, quien detalla, en cuanto a la campaña de captación de socios, que “la realizaremos principalmente a través de las redes sociales, aunque también le estamos dando forma a otra serie de iniciativas como la celebración del Día de los Músicos Navarros. Y, por supuesto, daremos a conocer la asociación a través de todos los medios de comunicación posibles”.

Los primeros objetivos a la hora de reclamar financiación, resume Lucas, “son el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona, así como aquellas empresas que puedan verse beneficiadas por la Ley de mecenazgo cultural del Ejecutivo foral”.

relaciones externas Con la voluntad inequívoca de aprender para poder dar un mejor servicio a los socios, a Lucas Irisarri no se le caen los anillos a la hora de colaborar con otras asociaciones de músicos. “Todos caminamos en el mismo sentido, así que todo lo que podamos colaborar y aprender de otros que llevan más años, será bienvenido y estamos totalmente dispuestos a escuchar y a ver diferentes modelos de trabajo, ya que, al fin y al cabo, no estamos inventando nada. En cuanto a la relación con la SGAE, como asociación, se intentará también obtener ciertas mejoras, pero principalmente lo que nos tocará es asesorar a los músicos en su relación con la SGAE”.

En definitiva, una buena noticia para los músicos de Navarra, un colectivo que había pecado de cierto individualismo y que ahora tiene la oportunidad “de unirnos para hacer más fuerza. Algo que en Euskadi, en Catalunya o en Aragón ya función, por lo que aquí, tarde o temprano, tendremos que darnos cuenta de que uno hace menos fuerza que cien”, finaliza Lucas Irisarri.