pamplona - Tanto Julio Escauriaza, director del Conservatorio Superior, como Asier Peláez, director del Conservatorio Profesional Pablo Sarasate, defienden la propuesta del Gobierno de Navarra. Ambos apuestan por la apertura y reordenación de las listas de contratación temporal, que permanecen inalterables desde 2005. En su opinión, hay docentes titulados en 2006 que no han tenido ocasión de optar a uno de esos puestos, lo que sería de “justicia”.
Tal y como explicó ayer Escauriaza a este periódico, el equipo directivo que encabeza en el centro superior -de nivel universitario- “hemos propuesto desde el inicio de nuestra gestión en 2011 la apertura de listas de contratación en las especialidades instrumentales de la Orquesta Sinfónica”. Y añade: “Lo solicitamos porque consideramos que unas listas de contratación temporal tienen que ser actuales para ser operativas y las que existen llevan diez años sin abrirse”. Además, considera que los aspirantes a impartir clases en un conservatorio superior, y más en el caso de las especialidades instrumentales, “deben superar en todo caso una prueba práctica, como prácticas son nuestras enseñanzas”. Por otro lado, “muchas promociones de alumnos no han podido incorporarse al empleo público por la no apertura de listas en todo este tiempo”, agrega.
“no es en contra de nadie” Asier Peláez coincide con Escauriaza en este punto y señala que es “de justicia” que quienes “han tenido vetado el acceso a estas listas” desde 2006 con su apertura y reordenación “podrían demostrar sus méritos”, al igual que podrían hacerlo los docentes que actualmente las integran. “No es una convocatoria en contra de nadie; al revés, se trata de preservar el principio de igualdad de oportunidades como no puede ser de otra manera en la Administración”. Con el concurso que pretendía impulsar el departamento de Educación, se empiezan a “atender” las “demandas del Consejo Escolar del centro y del Defensor del Pueblo de Navarra”, según Peláez, para quien “aquellos puestos no cubiertos definitivamente deben salir periódicamente a concurso y quien los ocupa de manera provisional no puede pretender hacerlo de manera permanente y privativa sin el correspondiente concurso público”.
Este director quiere aclarar, asimismo, que las especialidades que saldrían a concurso si el Ejecutivo foral sigue adelante “son aquellas en las que, aunque el Gobierno de Navarra lo quiera, no puede convocar oposiciones por tratarse de sustituciones por excedencias, reducciones de jornada, comisiones de servicio del titular o simplemente de puestos a tiempo parcial”. En ese sentido, a juicio de Peláez, la convocatoria de oposiciones para especialidades con puestos vacantes en la plantilla orgánica no puede ser sustitutiva de la apertura periódica y preceptiva de las listas de contratación temporal para aquellas otras especialidades en las que no pueden realizarse oposiciones”. Y pone algunos ejemplos. Así, apunta que la última oposición de violoncello fue en 1985, de violín en 1989, en viola y contrabajo en 1994... Especialidades en las que, sin embargo, “vienen produciéndose necesidades de contratación temporal en los últimos años”. - A.O.L.