ion de Sosa, Mikel Zatarain, Lander Camarero y María Elorza. Son los cuatro creadores que el periodista Rubén Corral ha seleccionado para la muestra titulada Salto al vacío. Huellas del audiovisual vasco actual, que la Filmoteca de Navarra ha programado para los jueves 4, 11, 18 y 25 de febrero con el propósito de exhibir en una pantalla convencional trabajos de realizadores que se mueven en el ámbito marginal, si se entiende este como ajeno al circuito comercial, y que, en la mayoría de los casos, “no tienen mayor interés que el de expresarse”.
“Mi idea era acercar la obra de personas que están trabajando en distintos lugares del mundo -también en Euskadi, por supuesto-, para que, con la fuerza de una presentación conjunta, se perciba su valor”, explica Corral, que trae a Navarra una “versión resumida” del ciclo Egin Salto! Otro mapa del audiovisual, que coordinó en la Zinemateka de Azkuna Zentroa de Bilbao en los meses de octubre y noviembre del año pasado, en el que incluyó también a Aitor Gametxo, Jesús María Palacios, Koldo Almandoz y Antonio Macarro. Aun siendo bien diferentes, lo que tienen en común los cuatro creadores reunidos en Salto al vacío es que afrontan sus proyectos “desde un grado de honestidad fuera de toda duda; no hay ningún interés externo para que la obra sea más o menos comercial, más o menos del gusto de quien pone dinero para para la producción”. Incluso, en muchas ocasiones, “ya sea por formato o por contenido están en las antípodas de lo que se puede ver en una sala de cine, por muy alternativa que esta sea”. Por eso, el comisario opina que es “necesario” que las pantallas de las instituciones públicas “se presten a dar cabida a las pequeñas producciones de estos ilusos -como diría Jonás Trueba- que son ya, y confío en que seguirán siendo, parte del audiovisual vasco durante unos cuantos años más”.
La selección
Preocupación por el momento actual
En cuanto a la selección de autores y obras, Rubén Corral explica que optó por un criterio de actualidad, apostando por títulos que recogen “la preocupación de estos cuatro realizadores por lo que está ocurriendo en la sociedad en la que se expresan”. En ese sentido, muy pronto tuvo claro que debía incluir el largometraje Sueñan los androides, de Ion de Sosa (Donostia, 1981), porque “me parece de una urgencia y de una actualidad extraordinaria”. Y lo mismo le pasó con A Political Story, A Serious Comedy y A Revenge Story, la trilogía de cortometrajes que el bilbaíno Lander Camarero ha ido rodando en distintos lugares del mundo, casos de Estados Unidos, Irak y España, entre otros. “Vista en su conjunto, esta trilogía adquiere un aire tan sólido que parecen tres capítulos de un largo de ficción”, cuenta Corral, que de Mikel Zatarain ha escogido sus cuatro “excelentes” cortometrajes, exponentes muy directos de su discurso como realizador. “Zatarain destaca por su capacidad para sacar un enorme partido a la imagen y el sonido partiendo de recursos muy escasos, y en algunos de sus trabajos hay gestos que remiten a grandes realizadores de nuestro tiempo, siempre en una línea política muy contundente”, apunta el comisario. Y de María Elorza, miembro del colectivo Las Chicas de Pasaik, comenta que se prestó a realizar con él un repaso “por el abundante material que ha ido produciendo para elaborar una sesión que diera cuenta de la capacidad que tiene -junto a Maider Fernández Iriarte- para recoger con aparente sencillez una cotidianidad y unos gestos muy reconocibles y próximos que forman parte de momentos de gran belleza”. Todo ello, “en los códigos del diario filmado o del diario a dos, es decir, de la correspondencia literaria, audiovisual en este caso”. En la Filmoteca exhibirá Irudi mintzatuen hiztegi poetikoa (Diccionario poético de las imágenes habladas, 2014), Canto de los lujuriosos (2015), Querida Anne (2012) y Agosto sin ti (2013).
Para Corral, ver estas creaciones en pantalla grande es una oportunidad única por resultar “extremadamente inusual”. “La salida de estos trabajos está únicamente en los festivales, en algunas iniciativas auspiciadas por instituciones públicas y, sobre todo, en Internet. No esperemos ver nada de esto ni en tele ni en el 99% de los canales temáticos que están a nuestro alcance hoy”, señala. Sin embargo, este experto cree que toda obra “acaba encontrando su público”. “El problema es que estas obras nunca se ofrezcan”; por eso “me parece encomiable que instituciones como la Filmoteca de Navarra, Azkuna Zentroa, Tabakalera de Donostia o BilbaoArte apuesten por líneas más arriesgadas, a la definición y caza de un público que no solo consume imágenes, sino que reflexiona y se pregunta por ellas para terminar extrayendo sus propias conclusiones”. Además, el hundimiento de las estructuras convencionales de producción y el abaratamiento de las tecnologías necesarias para hacer cine tiene su lado malo y bueno. En el positivo, “los realizadores ya no tienen que responder ante un público mayoritario al que contentar para justificar inversiones mastodónticas, de modo que se concentran en presentar aquellas inquietudes y cuestiones que más les interesan”. Y, aunque no sea siempre así, para Corral es “un buen punto de partida para lograr unos trabajos que reflejan como ninguno el momento en que han sido producidos”.
En Navarra
Raúl de la Fuente, Itsaso Arizkuren, Maddi Barber
Preguntado por la existencia de este tipo de creadores en Navarra, el comisario comenta que en la muestra más grande que organizó en Bilbao incluyó a Raúl de la Fuente, que, “aunque quizá se mueva en una zona más próxima al género documental convencional, su trabajo no está alejado de los parámetros de producción de estos realizadores”. También indica que hay que seguir a Itsaso Ariskuren, que fue premiada el año pasado en el Docs Barcelona por su corto En el bar, y a Maddi Barber, que ha participado en el largometraje colectivo Distantziak, producido por el Zinebi y la UPV.
Tanto de aquí como de allá, estos realizadores tienen la enorme virtud de “exprimir con talento, imaginación y pasión” recursos escasos.
Sesiones. Todas las proyecciones darán comienzo a las 20.00 horas. Las entradas cuestan 3 euros. Jueves, 4 de febrero. Sueñan los androides (2014), de Ion de Sosa. El realizador gira la cámara desde sí mismo hacia el mundo. Pero qué mundo: el de una ciudad que bien podría ser Marte, otra dimensión, la tierra tras el apocalipsis o incluso Benidorm. Un robótico hombre armado, una joven pareja y su bebé, un hombre gay, una oveja y variopintos personajes locales se barajan en un filme que es a la vez cine negro, esperpento español, comedia surreal, diario y distopía desencajada.
Jueves, 11 de febrero. Lanbroa (2011), Aztarnak (2012), Branka (2013), The Dream Factory, de Mikel Zatarain. Cuatro cortos que combinan dos elementos: voluntad de denuncia sociopolítica y una identidad visual sorprendentemente madura, sustentada en un excelente uso del sonido sobre una expresión visual tantas veces ignorada por el cine como es el paisaje.
Jueves, 18 de febrero. A Political Story (2013), A Serious Comedy (2014) y A Revenge Story (2015), de Lander Camarero, que en los últimos años ha rodado en EEUU, Irak, la CAV y Navarra una serie de cortos de ficción que se disfrazan de documental. Su proyección conjunta permite comprobar la continuidad de esta extraña trilogía.
Jueves, 25 de febrero. Irudi mintzatuen hiztegi poetikoa (2014), Canto de los lujuriosos, (2015), Querida Anne (2012) y Agosto sin ti (2013), de Las Chicas de Pasaik. Obra marcada por el aire artesanal que aplica sobre contenidos muy próximos a la realizadora (María Elorza), en algunos casos domésticos.