Koldo (Alex Castillo) ha sido asesinado. ¿Quién, dónde, por qué, cuándo y cómo? ¡Quién sabe! Este es el argumento inicial de Batek daki! (¡Quién sabe!), el último musical de la Ikastola Jaso que un total de 49 alumnos han conseguido sacar adelante durante este curso bajo la dirección de Imanol Janices, Edu Serna e Irantzu Zabalza. El espectáculo, que profundiza en los dos últimos días de vida de Koldo, su protagonista, podrá verse este próximo 15 de abril en el Auditorio Barañáin, en una doble sesión (la matutina está programada para escolares y la vespertina para familiares). El musical también estará el próximo 3 de junio en Baluarte y el 2 de diciembre en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia.

Este es el cuarto año consecutivo que los alumnos de este centro educativo se vuelcan en la preparación de un espectáculo, que ha ido evolucionando y creciendo con el tiempo, sobre todo en la calidad de la obra. En esta ocasión, Batek daki! se compone por trece números musicales que permitirán al público elegir el devenir de la presentación, ya que la historia transcurre de un modo muy especial y, según señalaron los organizadores, “no habrá dos funciones iguales”. Este año, según destacó Bakarne Atxukarro, responsable de prensa del Auditorio Barañáin, la Ikastola Jaso y el propio auditorio han estrechado aún más los lazos en cuanto a la coproducción del musical. La cesión del espacio, el apoyo técnico, el apoyo logístico, el refuerzo en comunicación y otras acciones más han servido para que el escenario de Barañáin se implique enteramente en esta producción. “Nos parecía interesante acompañar a estos chavales en esta andadura porque realmente nos parece que tiene un gran valor lo que hace”, explicó ayer Atxukarro durante la presentación del evento, en la que también estuvieron presentes Idoia Illarramendi, directora de la ikastola, y los tres directores del espectáculo.

Los 49 alumnos y alumnas que forman parte del musical se dividen entre actores, cantantes, bailarines, coro, acróbatas, músicos, atrezzo y vestuario, y guión y multimedia. “Lo importante de esto es que es un proyecto que lo hacen ellos, surge de ellos y ellos deciden sobre todas las cuestiones, y esto es muy rico”, subrayó Irantzu Zabalza, profesora y directora de la parte de danza y atrezo. Además, nueve de las piezas musicales han sido escritas por los propios alumnos de la ikastola, con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años. “Es muy importante la convivencia, y realmente se consigue que estos chavales de edades tan diferenciadas creen un vínculo los unos con los otros”, destacó Imanol Janices, profesor del centro y director de la parte de voz y acrobacias.

Actividad didáctica

Un proyecto con valores

El principal objetivo de esta actividad que organiza la Ikastola Jaso es el de la promoción del euskera a través de un teatro musical, un formato multidisciplinar. Así lo explicó Edu Serna, profesor y uno de los directores del musical, quien indicó que este proyecto ha dado a los alumnos la posibilidad de trabajar por competencias, en las que cada uno lleva a cabo una serie de tareas que le motivan, trabajando valores como la disciplina, el trabajo en equipo, la motivación y sobre todo el compañerismo. “Es un proyecto con los alumnos y para los alumnos”, destacó Edu Serna, y señaló la riqueza de “adquirir diferentes roles dentro del espectáculo”.

Además, como en los años anteriores, el musical pretende lanzar un mensaje de fondo. Si el año anterior fue acerca de la sostenibilidad, este año la moraleja de la historia “se centra en la idea de que el dinero no es tan importante”, contó Irantzu Zabalza. Por ello, el musical quiere reforzar valores que están por encima del dinero, como la amistad, hermandad, fidelidad, etcétera, haciendo una crítica constructiva de esta realidad.

Para Uxua Ayestarán, una de las bailarinas del espectáculo, “hay mucho trabajo detrás” de la función y está convencida de que el viernes “todo saldrá bien”. Como es estudiante de 4º de la ESO, esta será la última ocasión en la que pueda formar parte del musical. “Lo afronto con mucha ilusión pero también con mucha pena, porque será la última vez que pueda participar”, agregó. Por su parte, Oihan Moreno, participante en el musical, destacó que lo interesante de este es que “se trata de un proyecto que no se hace habitualmente en un colegio” y subrayó que uno de los aspectos que más le gusta es la “convivencia”. “Haces muchos amigos y conoces gente que igual en otras circunstancias nunca habrías conocido”, subrayó.

Nerea Roldán, una de las responsables del atrezo, habló sobre las dificultades del montaje y del vestuario, e indicó que “hay muchos aspectos de los materiales que se han utilizado que son muy complicados, pero poder pasarlo bien y disfrutar lo compensa”. Por último, Saioa Lara, una de las protagonistas del musical, afirmó que esta experiencia le ha servido para decantarse por el mundo de las artes escénicas y pretende continuar sus estudios en esta línea. “Espero poder algún día dedicarme a esto de forma profesional, así que el próximo año estudiaré el bachiller artístico en el Instituto Alaitz”, señaló.