pamplona - El grupo navarro Hibakusha presentó ayer su segundo larga duración, Oihu isilak, editado por el sello Gor. Curiosamente, en el 25 aniversario de la discográfica este trabajo hace la referencia número 250.

Silvia Guillén (voz) y Ander Orduna (batería) fueron los encargados de dar a conocer las claves de un trabajo discográfico en el que la banda ha dado un importante salto cualitativo y estilístico. Un álbum que hoy presentarán en directo en la peña Euskalherria de Burlada, a partir de las 23.00 horas (gratis), y con Nahiak Nahi como grupo invitado.

Ander Orduna, en lo que se refiere a la evolución sonora del grupo, apuntó que “sobre todo se ha endurecido mucho el tema de las guitarras. No es que en el anterior disco nos quedáramos descontentos, pero sí que en esta ocasión buscábamos un sonido más agresivo, alejándonos un poquito del rock y acercándonos más al metal”. Para lograr ese endurecimiento, el grupo se ha puesto en manos de Brigi Duke (Sex to Be Estudios), “para grabar las músicas”, Arkaitz Miranda (Alakrania Estudios), “para las voces” y de Erik Monsonis (Dark House Estudios) para la mezcla y masterización. “Ellos nos han cogido la medida de lo que queríamos, con sonidos no tan acordes a grupos de nuestro estilo, que tienen voces más suaves, poniendo incluso como referencia a bandas de death metal. Y decidimos grabar en dos estudios por una cuestión de comodidad. A Brigi lo conocemos mucho y ha ejercido de productor. Y las voces, como Silvia tenía amistad con Arkaitz, estaba más cómoda con él”, matizó Ander, complementado por Silvia: “Cuando entras en un estudio no solo vas a grabar, también a aprender. Y yo quería chupar mucho de alguien que tuviera experiencia, y quién mejor en Pamplona que Arkaitz de Sakeo, que ya tiene una larga experiencia como cantante de rock. A mí lo que me interesaba era tener una voz acorde con el disco, y para eso necesitaba endurecerla”.

En cuanto a la temática de las canciones, aunque sin desechar otras cuestiones, lo político y social está especialmente presente. “Hemos incidido más en estos temas debido, principalmente, a la madurez que hemos sufrido como personas y como músicos. Lo que hemos pretendido ha sido contar diez historias diferentes, que no tienen nada que ver entre sí, pero sí que todas convergen en que son bastantes desgarradoras, tanto en lo personal como en la crítica social. De ahí que Oihu isilak (gritos silenciados o gritos sordos) nos pareciera un título adecuado para este álbum”, explicó Silvia. “Digamos que para este disco hemos tenido más tiempo para prepararlo personalmente cada uno, ya que en el anterior las canciones venían de un grupo anterior, por lo que Silvia se encontró los temas hechos y tuvo que adaptarse y meter las letras. Pero para este ya hemos podido preparar los temas y hacerlos crecer entre todos”, finaliza Ander Orduna.

las canciones

120 ordu. “Hace alusión a las 120 horas que mantienen incomunicados y bajo tortura sistemática a presuntos presos políticos”.

Ihes. “Habla sobre los refugiados que intentan llegar a Europa”.

Dunak. “Las dunas del desierto se mueven pero no lo ves. Es un tema que habla de una relación estancada por la rutina, de deseo y fusión, de dejarse llevar por el viento como dos granos de arena en el desierto”.

Barne korapiloa. “Es una canción especialmente dedicada a un amigo del que nos hemos distanciado y con el que queremos volver a retomar la relación. Un canto a la

amistad”.

Memento mori. “Habla sobre una revolución de los gusanos hambrientos o de las clases bajas de la sociedad. Nosotros somos los gusanos: feos, comemos basura, estamos bajo tierra? pero algún día devoraremos vuestros cuerpos de dioses mortales”.

Irina. “Hace referencia a una supuesta prostituta del Este, Irina. Es un juego de palabras ya que Irina en euskera significa harina”.

Arritmiaz bizi. “Tener una arritmia en el corazón e ir a contratiempo nos recuerda que no hay nada malo en caminar por la vida con otro ritmo diferente al marcado”.

Sugea. “Explica una relación muy tormentosa y tóxica con una persona cercana. Sugea, que en euskera es serpiente, es esa persona que nos va metiendo veneno por los oídos y que con su abrazo no hace más que asfixiarnos”.

Zure islada. “Esa persona que te odia sin motivo porque seguramente ve reflejados sus fallos en ti, y por mucho que te esfuerces en complacerle, nunca lo conseguirás porque es la otra persona quien tiene un problema”.

Hitz hutsak. “Con la colaboración de Arkaitz Miranda (Sakeo) a las voces, es un homenaje al silencio, a la verdadera escucha. A veces solo podemos escuchar verdaderamente a alguien cuando escuchamos su silencio, porque las palabras son como cuchillos que se clavan y que hacen daño”.