barcelona - Considerado una de las últimas revelaciones de la narrativa española, el barcelonés Gonzalo Torné (1976) vuelve a contactar con los lectores gracias a su nueva novela, Años felices, una historia de personajes ambientada en un Nueva York desdibujado que trata sobre la pervivencia de la amistad.
El autor de Divorcio en el aire reconoció ayer en rueda de prensa que se trata de un relato que empezó a armar hace diez años como “venganza literaria”, con uno de los personajes que es alguien que huye del lugar en el que vive. No obstante, con apenas treinta años se dio cuenta de que cuestiones como la amistad desplegada a lo largo del tiempo, el desencanto o el desengaño le iban “muy grandes”.
Así que aparcó la novela, “siempre teniéndola en la cabeza”, compuso otros títulos y ahora, cumplidos los cuarenta, regresa con ella a los anaqueles, ya sin ganas de venganzas literarias, y con la intención de ofrecer un título “amable, de atmósfera simpática, que puedan leer mis tías y mis tíos”.
En Años felices muestra al catalán Alfred Montsalvatges en Nueva York en algún momento de la segunda mitad del siglo XX, conociendo a la también joven Jean Rosenbloom, una enfermera que le cura en el hospital de un profundo corte en la mano. Gracias a Jean, Alfred entablará amistad con el judío Kevin Prichard, el adinerado heredero Harry Osborn III, y con Clare Rosenbloom, hermana de Jean, una mujer bella, independiente y libre, adorada por todos.
Torné, que ha sido traducido a diferentes idiomas y que ha recibido buenas críticas de periódicos como The New York Times o The Wall Street Journal, admitió que la novela plantea “en cierto sentido un experimento social”. En este punto, argumentó que muestra a un grupo de amigos que “lo tienen todo para prolongar su amistad en el tiempo”, pero, “cuando empiezan a vivir en serio sus vidas, cuando empiezan a ganar más dinero o tienen un mejor trabajo, esa amistad se deteriora”. - Efe