Tornasol Films tendrá en Pamplona una filial de producción para apoyar rodajes
La productora busca sede para comenzar a prestar servicios en Navarra en 2018El año que viene rodará en la Comunidad Foral la serie ‘El Lince’, que dirigirá Félix Viscarret, y el thriller futurista ‘La última puerta’
pamplona - El camino hacia la creación de una industria del cine en Navarra da un paso más, y un gran paso, con la elección de Pamplona por parte de Tornasol Films, una de las productoras más importantes del sector, para instalar en la capital navarra una filial de producción y apoyar rodajes que se lleven a cabo en la Comunidad Foral, trasladando así buena parte de su actividad a esta tierra.
Está previsto que esa nueva empresa, para la que ya se está buscando sede en Pamplona y que generará “puestos de trabajo altamente cualificados”, según la productora, comience a prestar servicios el próximo año. Además, Tornasol, que comenzará a rodar el próximo día 25 en Navarra la película El Reino de Rodrigo Sorogoyen -un thriller sobre la corrupción humana protagonizado por Antonio de la Torre, José María Pou, Bárbara Lennie, Nacho Fresneda y Ana Waneger-, contempla para 2018 otras dos producciones que se rodarán aquí: la serie televisiva (para Movistar) El Lince, que dirigirá el pamplonés Félix Viscarret, un thriller policial basado en una idea y desarrollo de Lorenzo Silva; y el thriller futurista con la inmigración como tema central La última puerta, que dirigirá Adolfo Martínez (Zona hostil).
Tornasol, que ya lleva un año desarrollando un plan de producción en Navarra, quiere “ir más allá”, tal y como explicó ayer en Baluarte el productor y fundador de la empresa, Javier López Blanco, y “trasladar a Navarra buena parte de los servicios de que disponemos y que necesitamos usar en nuestras películas, desde las cámaras hasta la iluminación, la posproducción, el montaje, algunos elementos de sonorización... Todos esos servicios queremos desplazarlos con las empresas que los prestan a Navarra para que nos den servicio tanto a nosotros como a otros productores que vayan a rodar aquí y que no dispongan de esos recursos”, dijo López Blanco, quien visitó ayer Pamplona en compañía de la también productora de Tornasol Films Mariela Besuievsky.
Atraída por el “competitivo incentivo fiscal” que ofrece Navarra en materia de cine, Tornasol propone así un “auténtico plan industrial para la Comunidad Foral”, tal y como lo definió en la rueda de prensa Javier Lacunza, director general de NICDO, gestora de la Navarra Film Commission, cuyo retorno económico a la comunidad a día de hoy difícil de estimar, aunque sin duda será muy importante. “El cine genera industria, es una industria limpia que siempre dinamiza los lugares por donde pasa, y además es un llamador turístico. Genera un efecto multiplicador”, señaló Mariela Besuievsky. Los productores de Tornasol valoran que Navarra “ha aplicado una política competitiva de deducciones fiscales para el cine, lo está haciendo muy bien, con un enfoque que tiene en cuenta las necesidades de la industria, y en unos años esta comunidad puede tener un sector cinematográfico importante”, dijeron ayer.
el cine del futuro Con la filial de producción que creará en Pamplona, y que se engloba en el proyecto Factoría, Tornasol Films quiere dar salida al “cine del futuro”. “Esa empresa va a ser un instrumento para entrar en el cine del futuro. Va a poder ofrecer todas las tecnologías que permiten lograr películas muy espectaculares. Ofreceremos desde una sola empresa en Navarra todas las tecnologías de la virtualización del cine; todos los sistemas y los softwares que permiten incorporar decorados virtuales, actores virtuales, efectos, etc., a la producción cinematográfica, a partir de un estudio, de unos platós adaptados a ese tipo de rodajes”, comentó Javier López Blanco sobre esta filial, que “en principio” se instalará en Pamplona y que contará con socios de empresas tecnológicas. “El proyecto necesita dos cosas físicas: un plató preparado, en una nave con iluminación muy específica y croma, el fondo verde para poder rodar; y equipos de proceso muy potentes. Vamos a empezar a buscar ya un edificio industrial donde poder crear el proyecto. La idea es que en lugar de desplazarse la producción a las localizaciones, las localizaciones se traerán al set de rodaje, y se podrá rodar desde Pamplona en el Capitolio de los Estados Unidos o en el Parlamento Alemán”. En cuanto a la inversión que supone el proyecto, López Blanco no detalló cifras pero avanzó que “estamos negociando muchos de los equipos que necesitamos para montar este proyecto y desde luego no va a ser barato”. La creación de esta filial, apuntó, generará en Navarra “nuevos puestos de trabajo, y de enorme valor añadido. Estoy seguro de que encontraremos aquí mucha gente joven capaz de prestar estos servicios”, dijo el productor de Tornasol Films. Antes de ofrecer la rueda de prensa en Baluarte, ayer por la mañana, Tornasol Films mantuvo un encuentro con la Confederación de Empresarios de Navarra en la propia sede de la CEN en el que trasladó a los empresarios la atractiva oportunidad de inversión que es el cine. “La acogida fue muy positiva. Los empresarios comparten el proyecto del Gobierno de desarrollar una industria audiovisual en Navarra”, comentaron desde Tornasol.
La productora, cuya sede en Madrid lleva activa treinta años y que cuenta también con una empresa en América Latina ubicada en Argentina, lleva un año desarrollando un plan de producción en Navarra que hasta ahora se ha concretado en dos rodajes este año: El hombre que mató a Don Quijote, de Terry Gilliam y rodada en Gallipienzo y alrededores; y Memorias del calabozo (título provisional), del uruguayo Álvaro Brechner y rodada en Pamplona y alrededores, con el Fuerte de San Cristóbal como principal localización.