berlín - La actriz francesa Juliette Binoche y su colega alemana Diane Kruger representaron ayer ante la Berlinale a dos mujeres metidas en identidades ajenas, desde perspectivas y filmes diametralmente distintos, marcados por la mirada característica e inimitable de cada una de esas intérpretes.

“Mi personaje es una mujer que se redescubre al inventarse una identidad ajena”, explicó Binoche sobre Celle que vous croyez, el filme dirigido por Safy Nebbou, centrado en un divorciada de 50 años, con dos hijos, que se hace pasar por una joven de 24 para chatear en internet.

“No soy un James Bond, soy un ser real que trabaja como agente y asume, obviamente, una personalidad que no es la suya”, dijo su parte Kruger respecto a The operative, la película dirigida por el israelí Yuval Adler proyectada en la sección oficial pero fuera de concurso, donde interpreta a una espía del Mosad en Teherán.

Binoche es una de las presencias más mediáticas y constantes en esta 69ª edición del festival, ya que además de presentar ese filme -en la sección Berlinale Special, fuera de concurso- ejerce de presidenta del jurado internacional.

Su interpretación en el filme de Nebbou da intensidad a un personaje que irremisiblemente perderá el control sobre lo que empieza como un flirteo virtual con un hombre de la edad de la mujer construido en ese perfil inventado.

Kruger humaniza a una agente que no podrá evitar “tejer vínculos” y “sentir afinidades”, en sus propias palabras, en el país que no es suyo, bajo esa identidad usurpada, hasta convertir lo que aparentaba ser un thriller de espías en un drama psicológico.

El filme de la actriz francesa tampoco terminará siendo la comedia más o menos agridulce o sentimental que aparenta ser durante los dos primeros tercios de la película.

Da un vuelco hacia el suspense justo después de constatar que incluso la más bella, inteligente y preparada se convierte en invisible para el hombre que va en busca de la muchacha de 24 años.

Los ojos de Binoche dominan sobre toda la película, con una secundaria de lujo como Nicole García, en el papel de terapeuta.

Kruger lanza sobre el filme israelí esa mirada incisiva tan propia, ya conocida, a más tardar, desde su Aus dem nichts (De la nada), dirigida por el alemán Fatih Akin.

Sus respectivas inmersiones en identidades ajenas aportaron la dosis de estrellato que precisa el festival, en un domingo cuya sección a competición se repartió entre dos filmes dirigidos por mujeres: Mr Jones, de la polaca Agnieszka Holland, y God exists, her name is Petrunya, de la cineasta macedonia Teona Strugar Mitevska. - Efe