Madrid - La 38ª edición de ARCOmadrid ha celebrado este jueves, 28 de febrero, su segunda jornada en la que las obras más caras todavía no tienen comprador y en la que los autores y la galería del Ninot del rey Felipe VI, que acapara las visitas y los selfies de los asistentes, están “en proceso de negociación” con un coleccionista español, según adelantaron desde el estudio de Santiago Sierra. “Los coleccionistas más firmes interesados en la obra son españoles y con uno de ellos ya se están revisando los contratos”, señaló este mismo portavoz, quien no obstante prefiere no hablar de una venta cerrada, a falta de las firmas de todas las partes. “Ha habido interés de Europa y Sudamérica, pero este comprador está dispuesto a quemar la obra, algo que echaba para atrás a otros interesados”, señaló.

La galería francesa Lelong exhibe una de las obras más caras de esta edición, valorada en cuatro millones de euros: un óleo de Miró que, según señalaron ayer desde la galería, aún no había sido vendido. Sin embargo, sí se ha cerrado la venta de sendas obras de Tapies y de Jaume Plensa, por un precio de 250.000 euros, a lo que se suma un cuadro de Juan Uslé, Soñé que revelabas. Otra de las piezas de mayor precio es Sun-scape, de Jackson Pollock, en la galería Edward Tyler Nahem, que todavía no ha sido vendida por los 2,1 millones de euros de precio establecido. En la galería Leandro Navarro, donde se encuentra un Kandinsky con un precio de 1,8 millones de euros, tampoco ha aparecido comprador, pero sí para una cerámica de Picasso (Women’s head with crown of flowers), entre otras.

Desde la galería Marlborough confirmaron que durante la segunda jornada de ARCO ha habido ventas, que se suman a las del primer día: una pieza de Gordillo por un precio de 165.000 euros, así como un Fontela por 12.000 euros y una obra de Soldad Cedilla por 16.000 euros. Además, señalaron que las obras de Abraham Lacalle, Genovés y Valdés que exhiben en su estand han tenido “buena acogida”. En el caso de Helga de Alvear, la galería ya había vendido una obra de Ángela de la Cruz, Premio Nacional de las Artes Plásticas 2017, por un precio de 50.000 euros, nada más arrancar la feria. Además, mientras la galería austriaca Thaddaeus Ropac vendió durante la primera jornada una escultura de hierro de Tony Gragg por 300.000 euros, en Juana de Aizpuru se ha vendido su pieza más cara, firmada por Albert Oehlen, cuyo precio no ha desvelado. - E.P.