barcelona - Menos show y más cómic, ésta es la simple receta elegida en la nueva etapa de Cómic Barcelona que ayer abrió las puertas de su edición número 37, y que frente a la espectacularidad de algunas ediciones pasadas, pone ahora el foco en los profesionales y, sobre todo, en ampliar el abanico de lectores.

Si hace unos años, la plaza Universo del recinto Fira Montjuïc, que acoge esta cita comiquera hasta el próximo domingo, se llenaba de aviones reales, vehículos militares, tanques y otros reclamos visuales (y digitales), la propuesta actual de Cómic Barcelona se redimensiona con el objetivo de convertirse en un punto de encuentro en el que ofrecer nuevas experiencias a los visitantes, y donde los autores, los conocidos y los que empiezan, tengan su hueco.

La directora del certamen y secretaria general de la entidad organizadora (FICOMIC), Meritxell Puig, apuesta por una “cita integradora” que recupere algo de la esencia diluida del, hasta el año pasado, conocido como Salón Internacional de Cómic de Barcelona. Más allá de la zona expositiva editorial (con un 7% más de estands), el certamen mantiene su estructura básica, es decir, un catálogo de variadas exposiciones monográficas y la presencia de autores (Milo Manara, Daniel Clowes, Barbara Yelin, Paco Roca, Ana Galvañ, Tute por citar algunos) que se dedicarán durante tres días a encontrarse con sus lectores. La directora ha hecho hincapié en que el programa ofrece “más actividades que nunca”, tanto para el público profesional (Cómic Pro) como el específico para editoriales emergentes (Alter Cómic) u otras más pedagógicas dirigidas a los nuevos lectores (Comic kids). - Efe