madrid - Radical, moderno, revolucionario, así fue y sigue siendo el fotógrafo neoyorquino William Klein, el artista multidisciplinar que ha dejado para la posteridad un Nueva York de obreros, viandantes y artistas que ahora muestra la Fundación Telefónica en la exposición William Klein. Manifiesto.

Desde hoy y hasta el próximo 22 de septiembre, y dentro del marco de PhotoEspaña 2019, la Fundación Telefónica abre sus puertas a todos los amantes de este creador de 91 años que revolucionó la historia de la fotografía y que se encuentra en Madrid, donde estará firmando en la Feria del Libro.

A través de 245 piezas, algunas muy únicas, esta retrospectiva -la primera que se lleva a cabo en España- ha tomado la forma de un laberinto en el que las fotografías, pinturas, proyecciones y maquetas se van dando paso para conformar el universo de Klein (1928).

En palabras de la comisaria de la muestra, Raphaëlle Stopin, la exposición propone unir todos los segmentos de la obra pictórica, fotográfica, gráfica y cinematográfica del artista para conocer sus “vidas creativas”, algo que ha mantenido “a lo largo de su carrera”.

Algo que empezó a fraguarse desde su juventud en Nueva York, y que fue evolucionando a lo largo de una vida en la que también se vio influenciado por la pintura clásica, y que se puede comprobar en la “escala monumental” de su obra.

Durante el recorrido, el visitante podrá asistir a obras de sus inicios, donde reinan las abstracciones fotográficas realizadas en el cuarto oscuro. Pero merece la pena detenerse también en sus obras de los años 50: las fotografías que hace en la calle, esas avenidas de Nueva York que se convirtieron en su fuente de inspiración y que quedaron recogidas en el libro Life is Good & Good for you in New York (1965).

Situado siempre en el centro, muy cerca de su tema para captar mejor las líneas de tensión, crea, en la década de 1950, grandes conjuntos fotográficos en el corazón de las ciudades modernas como New-York 1954-55, Rome 1956, Moscou 1959-61 y Tokyo 1961.

madrid, escenario Pero también Madrid, una ciudad que captó con su objetivo para parar en el tiempo primeros planos de las madrileñas o de los trabajadores del rodaje de la película Alejandro Magno, en Manzanares el Real.

Y pronto descubre la sociedad del espectáculo, dirigiendo para la televisión y fotografiando para la prensa de moda hasta que llegue el cine para satisfacer su deseo de movimiento y su compromiso como fotógrafo.

Por eso William Klein. Manifiesto también ha traído un conjunto de fotografías de esta faceta de fotógrafo de moda, sector al que llegó de la mano del director artístico de la revista Vogue, Alexander Liberman.

Aquí volveremos a ver las calles, porque fue allí donde sacó a las modelos para mezclarlas con los auténticos protagonistas, las personas anónimas que las llenan.

Como autor de 21 películas, entre cortometrajes, mediometrajes y largometrajes, y cerca de 250 anuncios publicitarios la exposición también muestra la proyección de ¿Quién es usted, Polly Magoo? (1966).

Por último, la muestra recoge también sus “contactos pintados”, un trabajo realizado en su estudio y donde la fotografía se encuentra con la pintura, ya que el artista dibuja sus instantáneas con pinceles de gran tamaño.

Durante el tiempo que permanezca la exposición en la Fundación Telefónica se desarrollan una serie de actividades, como la llamada Buscando a Klein en la Instagramers Gallery, donde invitan a compartir imágenes inspiradas en la obra de este maestro de la fotografía. - Efe