Los libros y el rap protagonizaron ayer miércoles la gala de clausura y entrega del I Premio Epicentros de Lectura, una iniciativa que busca acercar la literatura a los más jóvenes.

El evento, celebrado en el Auditorio Barañáin, congregó a 647 alumnos y alumnas procedentes de 11 institutos navarros (Barañáin, Basoko, Villava, Julio Caro Baroja, Mendillorri, Zizur Mayor, Burlada, IESO Ochoa de Olza, Biurdana, Iturrama y Marcilla).

Tras un breve concierto de batucada, la consejera de Cultura y Deporte, Ana Herrera, acudió al escenario para agradecer a los 32 clubes de lectura involucrados, integrados cada uno por 20 estudiantes de diferentes institutos, así como a las 13 bibliotecas públicas que colaboraron con la iniciativa. Herrera señaló su deseo de que el proyecto “convierta a Navarra en el epicentro de algo que tienda a propagarse, en este caso, el placer por la lectura”. Epicentros ha servido, afirmó la consejera, para acercar a los estudiantes a las bibliotecas para algo más que estudiar. Asimismo, el programa invita a los alumnos a conocer las dinámicas de los clubes de lectura, que a su vez ofrecen otra forma de hacer amigos. Acto seguido, la alcaldesa de Barañáin, Oihaneder Indakoetxea, se dirigió al joven público con estas palabras: “Sois el futuro de Navarra y de nuestra sociedad”. Tras su discurso, los tres finalistas del concurso RaPoesía subieron al escenario. El festival, celebrado en Villava el pasado 3 de mayo, pretende enseñar a los más jóvenes la literatura del siglo XX a través del rap.

ficción y actualidad Tras el recital, los tres escritores invitados, Anna Manso, Maite Carranza y Fernando Lalana, protagonizaron el coloquio organizado por seis alumnos de los distintos centros.

La novela Lo del abuelo de Anna Manso (Barcelona, 1969), fue la primera en ser comentada, al estar estrechamente vinculada con un tema de actualidad: la corrupción en los gobiernos. Manso destacó que la novela está inspirada en Fèlix Millet i Tusell, expresidente del Palau de la Música Catalana, y al que se le acusó de blanqueo de capital. “Mi objetivo era contar cómo cuando maduramos vemos a los adultos a nuestro alrededor de forma distinta”. También añadió que “la gente sin sentido del humor me asusta y no me interesa”, en referencia a las gotas de comedia e ironía presentes en su relato.

Maite Carranza (Barcelona, 1958), ganadora del I Premio Epicentros por su novela histórica Una bala para recordar, confesó que el gusanillo de hablar sobre la Guerra Civil la acompaña desde joven. “En aquella época la guerra estaba reciente. Ahora parece que nunca existió”, comentó la autora. El relato tiene a Miguel como protagonista: un chico de 13 años que viaja desde su pueblo en Palencia hasta Oviedo para visitar a su padre, preso en manos de las tropas franquistas. El Matarife, del zaragozano Fernando Lalana, fue la encargada de cerrar el coloquio. La novela, inspirada en la Zaragoza de los años 60, invita al lector a intuir nuevos significados. “Como a mi familia no le gustan mis libros, pienso sobretodo en los editores”, confesó entre risas el autor. Asimismo, comentó que “un escritor que deja de leer está condenado al fracaso”.

“La literatura como vehículo para conocer nuestro presente y pasado”. Con estas palabras de la galardonada Maite Carranza concluyó la primera edición del festival, que espera seguir sumando encuentros entre generaciones con un interés común: la pasión por la lectura.