Rescatar y recuperar el patrimonio fotográfico de Navarra con el objetivo de garantizar su preservación y ponerlo a disposición de la sociedad ha sido, desde un inicio, el objetivo principal de la Fototeca de Navarra, un proyecto que comenzó hace ahora diez años y que ahora se hace visible en el Archivo Real y General con la exposición Fototeca de Navarra. Imágenes para la historia. Abierta hasta finales de año, recoge 137 fotografías de fondos institucionales y privados que datan desde el año 1865 hasta 1950.

La consejera, en funciones, de Cultura del Gobierno foral, Ana Herrera, destacó ayer durante la presentación de la muestra que la Fototeca es un programa “asentado y esencial en la realidad del Archivo de Navarra” y sostuvo que “gracias a este papel activo en la recuperación de fondos, ahora el Archivo custodia 250.000 fotografías de diferentes fondos documentales”. Estos fondos son objeto de una intervención archivística integral, como la identificación de los ejemplares, su limpieza y restauración, digitalización, su catalogación y finalmente su difusión. Y dentro de esta difusión se enmarca esta primera exposición de la Fototeca de Navarra que da a conocer “sus tesoros más preciados”.

La exposición, instalada en la sala protogótica del Archivo de Navarra, muestran imágenes únicas que fueron tomadas directamente “de la realidad abundante de un hecho o una escena en un momento preciso -dijo Herrera-; fotografías que muestran la particular mirada de determinados personajes sobre una Navarra antigua ya desaparecida”. “Las fotografías conservadas en el Archivo dejan memoria de unos hechos concretos pero no de otros y por ello nuestra responsabilidad como custodios del patrimonio documental es incrementar en la medida de lo posible la conservación de estas fotografías que nos permiten transportarnos con una inmediatez a unas imágenes que actúan como testigos mudos del pasado”, añadió, animando así a cualquier entidad o particular a contribuir en este proyecto.

Por otro lado, Félix Segura, jefe de sección del Archivo Real y General, anunció que la exposición estará acompañada de diversas actividades que se desarrollarán durante el otoño y cuyas fechas aún están por concretar y que, además, será también en dicho periodo cuando se produzca el volcado a la web de más de 10.000 fotografías del Archivo, “lo que supondrá el acceso por parte de todos los ciudadanos a estas imágenes anteriores a 1960 con sus fichas documentales”.

más que fotografías Los comisarios Fernando Cañada y Roberto Ciganda fueron los encargados ayer de ofrecer los detalles de esta exposición. El objetivo de la muestra, señalaron, es “transmitir la visión de la fotografía y el trabajo que se hace desde los archivos”. Esta visión particular, dijeron, “es diferente por tres motivos”: porque “se entiende la fotografía como documento”, porque “no interesa la fotografía en sí únicamente sino el conjunto del archivo fotográfico” y por “el tratamiento” que se da a esas imágenes. Y como el contexto es, según afirmaron, fundamental para entender una imagen, en la muestra se exhiben, además de fotografías, documentos, trípodes o cámaras, elementos que se acompañan de diversos textos explicativos.

La exposición comienza mostrando los fondos institucionales del Archivo, compuestos por fotografías realizadas por iniciativa institucional como por imágenes recopiladas por los mismos organismos. Entre ellos, destaca el fondo de las Comisiones de Monumentos, que constituye un testimonio irremplazable sobre el patrimonio y la actividad cultural de Navarra durante el último tercio del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En estos años, se despertó el frenesí por obtener imágenes fotográficas tratando de conocer, clasificar y proteger la realidad del paso del tiempo, por lo que gran parte de este fondo es fruto de dicho deseo de catalogación.

También destaca el fondo de la Diputación Foral y Provincial de Navarra, que hizo un uso intensivo de la fotografía en sus más diversas vertientes y continuó catalogando la realidad material, abriéndola a nuevos temas y objetos de interés en un contexto de desarrollo industrial. Pero sobre todo se abrió a nuevas utilidades y narrativas, posibles gracias a los avances tecnológicos.

A continuación, la exposición sigue con los fondos personales y familiares, donde al principio se muestran imágenes de fotógrafos profesionales. El contenido visual es muy variado y permite conocer el alcance de la fotografía como actividad profesional, la relevancia económica del sector y sus relaciones con otros ámbitos, especialmente comerciales y políticos. Destacan aquí los fondos del estudio Galle y del Marqués de Santa María del Villar, pionero de la fotografía turística. Más adelante se aprecia la irrupción de los fotógrafos amateurs, que encuentran en este mundo una forma de reflejar su propia visión de la vida, aportando una mirada nueva, cercana, familiar y más íntima.