donostia - La vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano ha tardado veinte años en llegar a la gran pantalla, “todo un sueño” para sus creadores. El Victoria Eugenia de Donostia acogió el preestreno de Elcano. Lehen mundu bira, del estudio de animación Dibulitoon, que se exhibe desde el viernes pasado en salas comerciales.

Este filme de animación para toda la familia, el primer proyecto cinematográfico que se acerca a la figura del marino vasco, es una iniciativa que la empresa irundarra ha tenido encima de la mesa desde hace dos décadas. Si bien comenzaron a trabajar en ella hace veinte años, lo han hecho con mayor intensidad desde hace tres con intención de ubicar el estreno en el quinto centenario del inicio del viaje a las islas Molucas, que emprendieron Elcano y el portugués Fernando de Magallanes y que culminó con la primera circunnavegación.

José Antonio Vitoria, coguionista con Garbiñe Losada, comenzó a escribir un boceto del guion en 1999, trabajo que concluyó un año después con la primera versión del libreto que dieron “por buena”. Vitoria asistió a la rueda de prensa de presentación de la película y comentó que en este tiempo la narrativa ha cambiado mucho, tanto como el proyecto en sí mismo.

Elcano. La primera vuelta al mundo presenta a un marino getariarra rejuvenecido con respecto al histórico -tenía 40 años cuando emprendió el viaje-, hecho que le sirve tanto al guionista como al director, Ángel Alonso, para mostrar la evolución del personaje, desde ser un marinero que huye de sus acreedores en Sevilla, pasando a convertirse en maestre -segundo de a bordo- de la nao Concepción a la salida de Sanlúcar de Barrameda hasta llegar a ser el capitán de la Victoria, única de las cinco naves que sobrevivió al viaje, tras el fallecimiento de Magallanes en una reyerta con una tribu local en la isla de Mactán, junto a Cebú, en el Pacífico. Tal y como explicó el realizador, el largometraje tiene como objetivo “reivindicar” la figura del marino, desconocido para el gran público, sobre todo fuera de Euskal Herria y que, en cierta medida, ha quedado a la sombra de Magallanes pese a que este jamás completó la vuelta al mundo.

El director de la cinta apostó por un Elcano en la línea de los personajes heroicos actuales: “Es un poco gamberro, que tiene la oportunidad de evolucionar y que a nosotros nos ha permitido enseñar a una persona humana, creíble para los cánones de hoy en día”.

En este sentido, sobre las fuentes documentales, Vitoria comentó que uno de los problemas es la manera en la que estaba escrita el diario de viaje de Antonio Pigaffeta, crónica en la que el de Getaria no es citado ni una sola vez, por lo que el guionista ha ficcionado una posible explicación a partir de la “animadversión” que sentía el italiano hacia el vasco. “Te das cuenta de que la realidad de los hechos no tiene en cuenta las leyes de la narración: la estructuración, la tensión de la historia...”, apuntó el guionista. Precisamente, ese ha sido el trabajo de Vitoria, cribar la información y construir una ficción que abarque tres años de viaje en los ochenta minutos que dura la película “de una manera que al público le sea grata”.

La historia de la expedición a la isla de las especias por una desconocida ruta hacia el Oeste -los mares del mundo estaban divididos en dos y aquellos que se situaban de la península ibérica hacia el Este pertenecían a Portugal; aguas prohibidas para los castellanos- es en sí misma una “fascinante” historia de “aventuras”, al estar repleta de “batallas, motines, traiciones, nuevas tierras, gente desconocida, nuevos enemigos, riqueza, pobreza y miseria, todo junto”. “Es una road movie total”, bromeó Vitoria, para después añadir que las primeras versiones era muy distintas. La cinta estaba enfocada en un inicio a un público más infantil, motivo por el cual se incluían elementos como animales que hablaban. Luego se convirtió en algo “mucho más duro, con más aristas, una aventura más a flor de piel, más adulta”.

En este tiempo, el filme ha pasado por fases en las que se planteaba una cinta en dos dimensiones, mientras que ha acabado con una animación en 3D. “El concepto ha ido cambiando y el guion ha ido cambiando con el concepto: no hemos estado trabajando continuamente, pero nunca hemos abandonado el proyecto”.

ficción reivindicativa “Es una película que hay que diferenciar de lo que es un documental o un filme de ficción basada en la propia vida de los personajes”, explicó el director del largometraje, aunque añadió que ser fiel a la historia les parecía muy importante, por eso llevaron a cabo una profunda investigación, tanto en lo que se refiere al guion como en lo referente al apartado visual: “Hemos tenido bastante cuidado en intentar trasmitir cómo era aquello hace 500 años. La documentación ha llegado en forma de grabados, cuadros y dibujos de la época”.

Para ejemplificar sus palabras, Alonso narró una anécdota sobre la producción: con el desarrollo del filme muy avanzado, se dieron cuenta de un error histórico. En su película las cinco naves de la escuadra comandada por Magallanes contaban con timones en forma de rueda, instrumento que no se inventó hasta un par de siglos después. El equipo tuvo que sustituirlas por un timón “que es prácticamente una viga”, clave en lo que era el movimiento del barco.

Para hacer el trabajo de compresión, muchos elementos tuvieron que quedarse fuera, así como aquellos que chocasen con el tono familiar de la película, como los violentos castigos que ordenó el portugués para sus capitanes, después del motín que sufrió en 1520, antes de descubrir el Estrecho que ahora lleva su nombre. “Se trataba de contar los hechos, pero tener la libertad de añadir un punto de fantasía que pensábamos que necesitaba para esquivar los puntos conflictivos”, argumentó Alonso.

“a la altura” En cuanto al apartado de la animación, la producción de esta cinta ha supuesto un “esfuerzo bestial”. A juicio de su director, hubiese necesitado unos 100 millones de Hollywood para estar “a la altura” de lo que fue la gesta de rodear el globo terráqueo. Por lo tanto, la labor del estudio ha sido encontrar el equilibrio entre unas cifras como las suyas -ha contado con un presupuesto de 3 millones- y “la espectacularidad, aventura y la animación”, en una película, para la que han echado el resto. Todo para llegar a esa “altura” que merecía la historia de Elcano.

Al hilo de esta cuestión, hace veinte años la tecnología de animación solo estaba en manos de grandes empresas como Disney, Pixar o Dreamworks -muchas se dibujaban aún a mano con grandes equipos-, pero en este tiempo se ha liberalizado y se ha vuelto accesible para estudios como Dibulitoon. Esto les ha permitido desarrollar modelados y animaciones realistas y complicadas como las de la navegación sobre el agua, “una de los protagonistas” indiscutibles de la cinta. “Hasta ahora, cuando hacíamos un proyecto, nuestra idea era que no tuviese agua, ni muchos personajes e intentar evitar cuestiones como las telas. En esta hemos hecho todo lo contrario”, reconoció el director.

En cuanto a la banda sonora, ha sido compuesta por Joseba Beristain e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Euskadi, dirigida en esta ocasión por Fernando Velázquez. Además, Elcano. La primera vuelta al mundo cuenta con una canción original de La Oreja de Van Gogh, primera incursión de la banda donostiarra en la composición cinematográfica. También han colaborado el Orfeón Donostiarra y Euskal Barrokensemble, que presentó la semana pasada su doble disco y libro sobre este mismo viaje. La música ha sido el “bálsamo” para que todos los elementos -animación y sonido- “casen” y estén “integrados”.

estreno y distribución El viernes pasado el filme fue estrenado en más de 115 salas de todo el Estado y es accesible a personas con visibilidad reducida gracias a la ONCE. Además, la cinta ha sido vendida a varios países -cuenta con la distribución internacional de Filmax-, entre los que se encuentran China, Rusia y su área de influencia, los países árabes, Francia y Portugal.