pamplona - La primera edición del Festival Internacional de Cine de Navarra (NIFF) llegó ayer a su fin después de haber proyectado, durante 3 días, más de 1.000 minutos de cine social. Lo hizo con una jornada repleta de actividades que concluyó, a la noche, con la celebración de una gala de clausura en la Catedral de Pamplona amenizada por el músico Jolis Muñoz. En la misma, María Monreal Otano se alzó con el máximo premio del certamen gracias a su trabajo Con los ojos abiertos, que recibió el Melitón de Oro a la Mejor Obra Audiovisual, premiado con 2.000 euros.

El documental que se alzó con el primer premio de este festival discurre a través de la vida de Alba, una chica de veinte años que lleva desde su mayoría de edad viviendo en contra de las estructuras sociales. Serán las conversaciones con su familia, los diálogos espontáneos entre ella y la directora y los problemas de su día a día quienes narren su historia.

El jurado de la Sección Oficial, que ha estado formado por Javier Tolentino, Maite Iriso, Mintxo Díaz, Natalia Ardanaz y Pablo Blanco, también decidió ayer reconocer con el Melitón de Plata a la Mejor Dirección -dotado con 1.000 euros- a Natxo Leuza Fernández por su cinta Born in Gambia. Se trata de un camino de reflexión para que las personas no olviden, ni abandonen a los niños de Gambia a su suerte y para que los Estados adquieran compromisos para hacer realidad los derechos de los niños, y prevengan y eliminen toda violencia y práctica nociva contra la infancia en todo momento y lugar.

En tercer lugar, Laia Manzanares recibió el Melitón de Plata a la Mejor Interpretación, un premio también dotado con 1.000 euros, por su trabajo en La tierra llamando a Ana, una reflexión sobre la importancia de la comunicación en un momento concreto de la historia de Ana y Juan (Javier Pereira), una relación donde todo se habla, por malo que sea.

El jurado decidió conceder una Mención de Honor a Cazatalentos, de José Herrera, por “los valores sociales que difunde”. Este cortometraje, que se llevó un Goya este mismo año, cuenta cómo Dominique fue el cazatalentos más prestigioso de París. Ahora tan solo es la sombra de su pasado hasta que descubra a Sofía, una bailaora española que emigra a Francia a causa de la Guerra Civil Española y que esconde el secreto del mayor talento de la historia.

melitón workshop contest Por otro lado, el jurado del Melitón Workshop Contest, formado por Ahmad Taheri, Javier Gruñeiro, Lola Mayo, Raquel Cortés y Ruz Gutiérrez optaron por conceder el premio a la Mejor Obra realizada en el Workshop anual de Estudios Melitón, dotado con 1.000 euros, a El último baile, de Fani Konstantinou. En el corto, se refleja cómo en un pueblo de Navarra todo el mundo disfruta mientras un hombre intenta esconder su tristeza, bailando debajo de una falda.

Asimismo, hubo Menciones de Honor para Capsule-Extintor, de Rodrigo Sopeña, en el cual una mujer está obligada a instalar un extintor en la capilla; y para La Intérprete, de Martín Barandalla, cuyo argumento parte de una madre y una hija que van a la iglesia de Lekaroz a hacer sus peticiones a la Virgen. Estas cintas fueron seleccionadas entre los 16 trabajos que entraron en competición y que fueron grabados durante un taller de creación cinematográfica impartido por el cineasta Asghar Farhadi en los Estudios Melitón. El documental que el propio Farhadi rodó durante este taller, La vida, se proyectó ayer en primicia durante la gala de clausura.

txema blasco, melitón de honor El festival también quiso reconocer a Txema Blasco con el Melitón de Honor por su más que dilatada carrera. Después de haber hecho teatro en grupos de aficionados, el actor decidió dedicarse a la interpretación y debutó en el cine con 50 años, en la película Tasio, de Montxo Armendáriz. Entre sus películas destacan Todo por la pasta, de Enrique Urbizu; Alas de mariposa, de Juanma Bajo Ulloa; Vacas, La ardilla roja y Tierra, de Julio Medem; Salto al vacío, de Daniel Calparsoro; La hora de los valiente, de Antonio Mercero; Cuando vuelvas a mi lado, de Gracia Querejeta; Leo, de José Luis Borau; Obaba, de Montxo Armendáriz; o Todos estamos invitados, de Manuel Gutiérrez Aragón.

Así, finalizó ayer la primera edición del NIFF, que debutó el jueves y ha permitido al público disfrutar de temáticas tan interesantes como la migración, los feminismos o el colectivo LGTBI+.