madrid - Con nuevo disco en el mercado arraigado fervientemente al sustrato de su debut de 1981, Los Secretos abren las puertas de un cielo de esperanza en el que, con un concierto especial, se disponen además a redimir la figura de su histórico exmiembro Enrique Urquijo, muerto de forma prematura hace 20 años.

“Su final no hacía honor a la figura que había sido y tiene que tener un lugar en el paraíso”, afirma su hermano y ahora único líder de la formación, Álvaro Urquijo, ante una cita que el próximo 17 de noviembre conmemorará su obra en el WiZink Center de Madrid con más de 20 artistas.

Con sus palabras, apela al mismo tiempo al disco que Los Secretos han publicado esta semana, Mi paraíso (Warner Music), que es su primer álbum de temas inéditos desde que en 2011 lanzaran En este mundo raro.

“Con el material que tenía por terminar en 2015 no vi razón para sacar un disco. Estaba un poco enfadado con el mundo, con la crisis y los problemas discográficos, porque se dejaron de vender discos en poquísimo tiempo y estábamos un poco abandonados de la mano de dios”, confiesa el menor de los Urquijo.

Recién cumplidos los 40 años de andadura, cuenta que este disco habla “en el fondo” del “paraíso” que atesoran, un público fiel y excepcional que va aumentando”, y a él les dedica una disculpa en forma de canción, Me olvidé de tu nombre. “Estoy muy orgulloso de este trabajo. Es el primero que no detesto después de trabajar en él durante tantos meses”, señala.

El espíritu general lo resume después en pocas palabras, “frescura, más guitarra y menos preguntarse por qué”, con el resultado de unas canciones en las que predominan las tonalidades luminosas, aunque por momentos retornen en sus narrativas a la nostalgia y al estereotipo del perdedor, siguiendo a sus ídolos Jackson Browne o Bob Dylan.

“Sin la nostalgia no podría vivir. Además, la melancolía, la añoranza, el desamor y la tristeza son la energía oscura que equilibra a la no oscura. Es parte de la vida”, insiste.

Muestra de todo ello es el segundo de los temas, Si pudiera parar el tiempo: “Ahora ya no estás / te has ido lejos / eras mi espejo donde mirar”, canta Álvaro Urquijo al rememorar la luz y la sombra de su hermano como inspiración.

Fue el 17 de noviembre de 1999 cuando su cuerpo fue hallado sin vida en un portal del madrileño barrio de Malasaña, víctima de una sobredosis. “Era un persona bipolar con fases depresivas en las que tomababa medicamentos mezclados con otras cosas”, puntualiza Álvaro Urquijo sobre lo que considera “un accidente” que no refleja el momento que atravesaba su hermano en aquella época.

En su memoria, el mismo día de su fallecimiento se celebrará un concierto titulado Desde que no nos vemos, con artistas nacionales e internacionales en el Wizink Center.

Con el dinero recaudado, se constituirá una fundación a su nombre que se encargará de la donación de los fondos a distintas ONG y que gestionará su hija María, la musa de temas como Pero a tu lado. “Si mi hermano Enrique pudiera ver esto, estaría contento”, concluye. - Javier Herrero