sevilla - Marta Nieto, protagonista absoluta de Madre, largometraje de Rodrigo Sorogoyen con el que ayer se inauguró el XVI Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF), cree que la película “trabaja desde un sitio sutil, raro y ambiguo” en el que el espectador no está acostumbrado a moverse.
“La sociedad se ha polarizado en extremo, es todo blanco o negro, y estos claroscuros de la cinta -que existen, porque la vida está llena de grises- son naturales, y la película es preciosa por ello”, añade en una entrevista con Efe. La película, que se proyectó anoche tras la gala en la que el cineasta y político Pere Portabella recibió su Giraldillo de Honor, es una derivación del corto del mismo nombre que estuvo a punto de competir en Hollywood, donde fue seleccionado entre los mejores del mundo.
En él, una mujer joven que ha dejado a su hijo de siete años a cargo del padre para unas breves vacaciones en Francia, recibe la llamada del niño pidiendo auxilio porque se ha quedado solo en una playa y no sabe dónde está. Una llamada angustiosa que acaba en el más tremendo vacío. Después de los primeros minutos del largometraje, donde Sorogoyen recupera ese corto, el director elige otro plano secuencia, largo, calmoso, para presentar a la nueva Elena, una mujer adulta que camina por una playa inmensa, donde se diluye la poca gente que hay. Por casualidad detiene la mirada en un chico francés que, por su edad y sus rizos rubios tirando a rojo, le hace pensar que así sería en la actualidad su hijo desaparecido hace diez años. Que incluso podría ser su hijo. Un cruce de miradas que parece sacar a esta mujer del letargo en el que ha decidido dejar vagar su vida.
Nieto, que interpreta a Elena en ambas películas, explica que el personaje que está en el corto “tiene que ver algo” con la protagonista de Madre, pero “llenar esos diez años que están en elipsis” han sido para ella un material de juego “infinito”: Elena ha tenido que “tomar decisiones, e imaginar, imaginar e imaginar”. La actriz murciana, que es madre de un niño pequeño, confiesa que investigar para saber cómo se debe sentir uno tras la desaparición de un hijo es “lo más parecido a una tortura” que ha tocado “nunca”. Y para darle vida, creó “un estado”, con un cuerpo “que se vuelve duro”, extremadamente delgado, y aprendió francés: “Quería llegar a la película con esos diez años vividos de verdad”. Y logró ganar por ese papel varios premios, entre ellos el de mejor actriz en la sección Horizontes de la Mostra de Venecia. Nieto explica uno de los extremos más discutidos de Elena: “Siendo un personaje tan complejo que no terminas de entender, sí hay una cosa muy física con el hijo, instintiva, de no saber por qué está mejor con él que cuando él no está, siente cosas que no vivía en diez años, y eso ocurre por amor, un amor puro”.