- El reflejo de una sociedad rota y materialista, así es Hogar, una excelente radiografía de la cruda realidad del fracaso que los hermanos David y Álex Pastor nos ofrecen y a la que Javier Gutiérrez y Mario Casas ponen, como protagonistas del filme, rostro.

Una idea rondaba, desde hace años, la cabeza de los hermanos Pastor, conocidos por su trabajo como guionistas y directores de Los últimos días (2013). Una idea que, desdibujada y mezclada con otros proyectos que iban surgiendo, siempre volvía a ponérseles por delante. Esa idea era Hogar, un proyecto que, según cuentan sus creadores, no podían dejar atrás. Tanto es así que la película, que se estrenará en Netflix mañana, será una de las pocas producciones que logre ver la luz en estos complicados meses para la industria cinematográfica. “Cuando uno desarrolla una película, como esta industria es un poco complicada, nunca sabe lo que va a salir adelante, por eso siempre trabajamos en varias cosas a la vez. Pero Hogar, a la que ya llevábamos unos años dándole vueltas, era una idea a la que siempre terminábamos volviendo, que siempre nos atraía y que no podíamos soltar. Finalmente, nos decidimos a escribirla”, explica Álex Pastor.

Ambos directores, que comenzaron en el mundo del cortometraje, coinciden al reconocer que deseaban arriesgar y éste, un proyecto apoyado por Netflix y la productora Nostromo y con rostros como Javier Gutiérrez, Mario Casas, Bruna Cusí y Ruth Díaz, era el propicio para hacerlo: “No queríamos quedarnos a medias tintas”, arranca David, el mayor de los hermanos. Y prosigue: “Queríamos que fuera una propuesta arriesgada, en el sentido de ir a tope con el personaje (el de Javier Gutiérrez) y con la propuesta. Si eso significaba incomodar, pues sí, queríamos incomodar. Preferíamos eso a quedarnos en un thriller más convencional”. Como explica David, en el guion había “elementos oscuros e incómodos” que podían “asustar”, sin embargo, tanto Netflix como los actores protagonistas dieron el “sí, quiero” al proyecto prácticamente sin pestañear.

Así lo explica Javier Gutiérrez, al que los hermanos Pastor tenían “muy en mente desde el principio tras verle en La isla mínima”: “Conocía el trabajo de los hermanos Pastor y cuando me llegó el guion, sin dudar, dije que sí, que me sumaba al proyecto porque, además, el personaje era muy interesante. Era un trabajo que yo no había hecho hasta el momento”. En esa misma línea, Mario Casas, propuesto a David y Álex por los productores de Nostromo, quedó “encantado” con el personaje, según relatan los creadores, y aceptó al momento: “La gente de Nostromo nos dijo que Mario siempre está interesado en buenos personajes, en buenos guiones y que no se trata del tiempo que esté en pantalla, sino de que el proyecto le interese. Y la verdad es que tenían razón. Se leyó el guion, le gustó el personaje y le gustó la historia”, apunta Álex.

Hogar es una película oscura, que ahonda en el fracaso y sus consecuencias en el ser humano. “Es una película muy idónea a los tiempos que corren, que habla sobre el egoísmo atroz del ser humano. Es un viaje a los abismos más profundos, a la negrura más espesa”, expresa Gutiérrez, ganador del Goya a mejor actor protagonista por La isla mínima y El autor. Un reto a nivel interpretativo para ambos actores, cuyas actuaciones eran, según explica Álex Pastor, los pilares de la historia: “El reto en esta película eran los personajes, las interpretaciones, encontrar el tono y el ritmo correcto”. A lo que concluye con satisfacción: “Contábamos con la ventaja de tener muy buenos actores y poder darles rienda suelta sin la necesidad de tener que controlarles en exceso porque ellos mismos saben cómo hacer su trabajo. Uno simplemente tiene que sentarse con ellos a hablar del personaje, de las escenas e intentar investigar las motivaciones internas de los personajes y, a partir de ahí, dejarlos hacer”.