- Mucho antes de que España entera se encerrase a causa del coronavirus, Sen Senra se autoimpuso un largo confinamiento en un pequeño cuarto de un piso de la gran ciudad para alumbrar Sensaciones, que, según la crítica, es uno de los mejores discos españoles de los últimos meses.

"Es un trabajazo en el que me partí el lomo durante dos años de curro para encontrarme a mí mismo", recuerda este joven gallego sobre un álbum que transita por las atípicas coordenadas para un álbum nacional del r&b y que montó y desmontó mil veces guiado "por la intuición, disfrutando del proceso y sin prisas". Conseguido el objetivo gracias a la coproducción de su "hermano" Anxo Rodríguez, de Novedades Carminha, cuenta que a Madrid llegó "a la aventura" y en busca de "estímulos" que su cuerpo necesitaba. "No fue fácil. Al principio no tenía la capacidad para disfrutarlo tanto por temas económicos y estuve mucho tiempo encerrado en casa sin salir, dándole a la cabeza, con muchas demos que descarté, porque sabía que dentro de mí algo se venía y necesitaba calentarlo", rememora de aquellos días.

Nacido Christian Senra (Vigo, 1995), Sen para los amigos, fue a los 14 años cuando comenzó a flirtear con el mundo de la música; como miembro de diferentes bandas llegó a tocar en Madrid "sin saber siquiera dónde dormiría esa noche" y, después, con el apoyo de sus padres y sobre todo las ganas, este autodidacta con pocos medios técnicos se lanzó a construir su carrera en solitario. A sus 24 años acumula ya tres discos de estudio a su nombre: los previos Permanent Vacation (2015) y The Art of Self- Pressure (2017), en los que se percibe su gusto por "guitarrear y la psicodelia con 4 pedales", y el citado Sensaciones (Sonido Muchacho), en el que su música se hace mucho más íntima tras virar claramente hacia el r&b en castellano.

"No sé de dónde me viene, me salió así de jugar, porque no está premeditado. Al hacer música me gusta dejarme llevar por la experimentación y no cortarme alas", señala sobre un cambio que considera "natural". El resultado son 14 cortes en los que lleva el rythm and blues al territorio de la música urbana y del pop y en los que habla sobre todo de amor, con una sexualidad latente por la cadencia sinuosa del resultado, todo una sorpresa para alguien que se define como una persona muy nerviosa.

"Puede ser que sea un poco mi anestesia", bromea sobre canciones a las que ha dado muchas vueltas, algunas de años, sin importar que el resultado dure más de tres minutos o poco más de 1 minuto en su obsesión por reflejar exactamente "el feeling" que se dibuja de inicio en su cabeza. "Ya no te hago falta, por ejemplo, la hice en mi cuarto una noche; dejé las guitarras y la voz listas, así que el tema casi estaba, pero aún llevó mucho tiempo terminarlo, porque no queríamos que perdiera esa sensación de que está hecha por un chaval en la intimidad de su cuarto con una tarjeta y un micro", relata sobre uno de los temas más carismáticos del álbum.

La repercusión de Sensaciones ha sido tal que Senra ha firmado un acuerdo a medias con la todopoderosa Universal Music, algo que no teme que le haga perder su personalidad musical. "Es una ayuda más para materializar las cosas que visualizo", asegura desde su encierro, a la espera de poder iniciar en octubre la gira oficial de su aplaudido álbum.

"Al hacer música me gusta dejarme llevar por la experimentación y no cortarme alas"

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