- La Plataforma SOS Sector Gráfico pidió ayer al Ministerio de Cultura “dejar de ser invisibles para la Administración”, ya que, según el informe que han realizado a más de 1.000 profesionales, tres de cada cuatro quedarán por debajo del Salario Mínimo Interprofesional tras la pandemia.

De “enorme precariedad”, así califican en este informe la situación de los profesionales reunidos en esta plataforma conformada por más de una quincena de asociaciones y colectivos del mundo del cómic, de la fotografía, la ilustración, la animación o la gestión de eventos. Así, las conclusiones de dicho documento arrojan datos “muy crudos, difíciles de digerir” y muestran que “en realidad el sector ya vivía sumido en la precariedad antes de la llegada del virus, y ahora, sin ayudas específicas, el futuro para los profesionales y creadores es totalmente incierto”. Lo es porque los más de 1.000 profesionales contactados calculan un volumen de pérdidas de entre 2.000 y 8.000 euros en tres meses. Y por eso desde SOS Sector Gráfico esperan formar parte de la nueva ronda de reuniones anunciadas por el Ministerio de Cultura y así “dejar de ser invisibles”. Para intentar paliar esta situación, “en los próximos días”, la plataforma hará llegar el informe al Ministerio para formar parte de la ronda de reuniones anunciadas por el ministro y, así, “plantear una serie de propuestas que ayuden a mejorar la situación antes de que se cumplan las peores previsiones”.

Entre estas propuestas, la más demandada es la aprobación “cuanto antes” de una Renta Básica (19 %), “dejando claro que lo que más se reclama tiene que ver con la propia subsistencia”. En ese mismo sentido, hasta un 18% reclaman un aplazamiento o cancelación de gastos; y un 17% piden ayudas específicas en el sector cultural y en un 11% ayudas específicamente para autónomos. Según los datos del informe, casi la totalidad de quienes han respondido la encuesta, el 91%, declara estar siendo afectados económicamente por la pandemia. Y el mayor impacto se produce por culpa de “numerosas cancelaciones y aplazamiento de proyectos que ya estaban en marcha o a punto de arrancar, sin que eso suponga que se vaya a recibir compensación alguna por el lucro cesante provocado por la caída en la previsión de ingresos”.