i deseamos leer alguno de los relatos que conforman libros como el que lleva por título El candor del padre Brown, quizá debamos centrarnos en ellos y olvidar algunas de las grandes novelas de su autor, el peculiar G. K. Chesterton. De ese modo, soltaremos lastre y llegaremos a comprender las razones que han llevado al amable sacerdote a complicarse su existencia terrenal, algo más fácil de alcanzar si seguimos, con sosiego e interés, las andanzas de quien tiene toda la pinta de saber algo de lo que se trae entre manos en pleno embrollo.

Los relatos del libro de 1911 que también se conoce como La inocencia del padre Brown (lógico, si se tiene en cuenta su nombre en inglés), te invitan a estudiar las situaciones que mantienen en pie a un paisanaje tan temeroso de Dios como cabría esperar de unos siervos del Cielo. Porque la realidad es bien diferente. Candor, inocencia… Tomémonos nuestro tiempo y disfrutemos de los relatos de Chesterton, que pueden parecer extraños en su arranque pero siempre cautivan al lector gracias al profundo conocimiento del alma humana más vieja por parte de su autor.

De un autor clásico y, por ello, especialmente dirigido al sentir del lector poco acostumbrado al relato policíaco tradicional, que, en ocasiones como éstas, tiene poco de antiguo.

Autor: Gilbert Keith Chesterton. Editorial: Castalia, 2020. Páginas: 360.