- Los organizadores de la Feria del Libro de Madrid desvelaron ayer el cartel de su 79ª edición, que se celebrará del 2 al 18 de octubre próximos en el parque del Retiro, y que se trata de un dibujo de la ilustradora albaceteña Nuria Riaza que reivindica la liberación de la mujer lectora.

Realizado con bolígrafo azul y bordados en hilo de algodón, el dibujo muestra a una mujer con el rostro incompleto y vestida al estilo del siglo XIX que sostiene en sus manos un libro del que brotan flores, golondrinas, una casa y un caballo de fuego. Riaza (Almansa, Albacete, 1990) explicó que con él apela “a la lectura y la escritura como símbolos de futuro y empoderamiento”, con una reivindicación en favor de “tantas mujeres, de antes y ahora, sin una habitación propia”. Manuel Gil, director de la Feria, destacó que el cartel es un homenaje “a las autoras que a lo largo de la historia de la Literatura han tenido que escribir bajo la condición de anónimo”, y por extensión “a las mujeres lectoras hoy mayoritarias en su acercamiento al libro, la literatura y la lectura”.

Inspirada en el retrato clásico, en el Renacimiento y el Barroco, Riaza desarrolló el proyecto teniendo presente la artesanía de sus propias abuelas y también a personalidades como Mary Ann Evans, las hermanas Brontë, Louisa May Alcott, Violet Paget, Karen Blixen, Sidonie-Gabrielle Colette, Cecilia Bööhl de Faber, Caterina Albert, Amantine Dupin o J.K. Rowling. Su voluntad transgresora queda patente al dejar incompleto el rostro de la protagonista, porque “es anónima y, a la vez, podría ser cualquier mujer”, según la autora, y en el hecho de dibujarla con un libro entre las manos “en una época en la que las damas eran retratadas sosteniendo cualquier otro objeto como joyas, abanicos, flores o espejos”.

Respecto al resto de las figuras de la composición, Riaza explica que esconden “mucho simbolismo asociado al goce del libro”. La casa como símbolo de “hogar”; la vegetación, de crecimiento; el caballo de fuego es “fuerza y liberación” y las golondrinas representan “la libertad”. La parte bordada remite además a “esas mujeres relegadas a la casa, calladitas y en la sombra, a quienes se les niegan estudios igualitarios por miedo a que tengan iniciativa propia y libre pensamiento”.