as puertas del Museo de Navarra volvieron a abrirse ayer en una jornada sin mucha afluencia pero cargada de ilusión por retomar la actividad cultural de forma presencial.

Entre medidas de seguridad como señales que limitan el aforo de las salas, gel hidroalcohólico en la entrada o marcas que guían el camino, los más ansiosos por consumir el arte se acercaron a disfrutar de la exposición El Santo Cristo Ibérico, de Koldo Chamorro, y la sala de la Prehistoria del museo. La primera, que se cerró por fuerza mayor el 14 de marzo, se prolongará hasta el 12 de julio para los que no pudieron asistir antes de las medidas de confinamiento.

Aunque las salas del museo han permanecido cerradas al público, lo cierto es que la actividad del Museo de Navarra no ha desaparecido durante estos meses, como explicó su directora Mercedes Jover: "Durante el confinamiento hemos ofrecido muchos contenidos digitales y ha habido muy buena respuesta".

A pesar de que muchos museos y las propias redes se han inundado de contenido cultural via online, la experiancia de acudir a estos espacios es más enriquecedora para la mayoría de usuarios.

"Me encantaría que después de todo ese consumo cultural digital que se ha hecho, las personas ahora quieran ver el arte en su forma original, en el museo". La doctorada en Historia cuenta que, desde el centro, pretenden crear un entorno de tranquilidad donde los visitantes puedan encontrar respuestas. "Queremos que esto sea un lugar de bienestar, donde encontrarte bien, donde estar tranquilo y poder dialogar con las obras. Un entorno donde hacerte preguntas e intentar encontrar respuestas", reflexionó Jover.

Aun y así, con la ausencia del turismo, las expectativas son de incertidumbre. "Nuestra ilusion es que el ciudadano cercano quiera venir al museo, que sea un encuentro, un redescubrimiento. Al no haber tanto turismo es dificil de saber qué va a pasar", expresó.

Los pasillos de las galerías se mostraron ayer más silenciosos de lo habitual, pero unos pocos afortunados pudieron paserse por ellos casi en soledad y recrearse en su sosiego. Es el caso de Roberto Urtasun, visitante habitual del museo, que decidió volver a ver la exposión de Chamorro, esta vez en solitario. "Vi esta exposición online y estuve el día de la inauguración, pero había mucha gente y no la pude ver bien. Hoy he venido a disfrutarla con tranquilidad", explicó.

Otro de los curiosos fue Jon, que se topó por casulidad con las puertas del museo abiertas y decidió entrar a visitarlo. "Pasaba por aquí, he visto que estaba abierto y me ha parecido que estaría bien entrar. Me ha sorprendido que no hubiese nadie; normalmente cuando vas a un museo está abarrotado. Aquí he estado solo", contó.

Desde el museo trabajan en un programa para el verano con la finalidad de acercar a la ciudadanía navarra a este espacio y que puedan disfrutar así que una oferta dentro de su capital.

"Me encantaría que después de todo el consumo cultural digital, se consuman las obras en su forma original"

Directora del Museo de Navarra

"Vi esta exposición cuando se inauguró, pero hoy he venido a verla con tranquilidad"

Visitante del Museo de Navarra

"He llevado muy mal no salir de casa, así que poder visitar los museos ha sido un alivio"

Visitante del Museo de Navarra