El pianista Chano Domínguez (Cádiz, 1960) buen ejemplo del mestizaje cultural, tras décadas de investigación sonora. A las teclas, es capaz de unir con maestría bulerías y fandangos al jazz. Dos géneros, el jazz y el flamenco, no tan alejados entre sí y que en Pamplona acercará junto a la Orquesta Sinfónica de Navarra. Sobre las tablas del escenario de la sala principal de Baluarte, interpretará junto a la OSN la suite De Cai a New Orleans. Será el cierre de la séptima edición del Flamenco On Fire, tras cinco días de festival. El precio de las entradas es de 28 euros en palco y de 38 en sala.

Cuénteme qué ofrecerá al público con De Cai a New Orleans.

Es una obra que compuse a petición del trompetista Wynton Marsalis hace ya casi 19 años. Me dijo que quería que fuese a tocar con la Lincoln Center Jazz Orchestra y yo escribí esta suite con tres movimientos en los que hay baile y cante. El primero de ellos es una especie de soleá por bulería que se llama Encuentro, el segundo una nana cantada por el cantaor Blas Córdoba y el tercero una bulería. En principio esta obra se escribió para big band y la arregló Luis Vidal para orquesta.

Supongo que con esta adaptación, la obra adquiere otra dimensión.

Tiene unas connotaciones que se han mantenido, pero sí es verdad que en movimientos como la nana es especialmente bello oír el arreglo interpretado en la cuerda en vez de en la sección de viento.

¿En qué se asemejan el jazz y el flamenco?

Si ahondamos en estas dos músicas que aparentemente no tienen nada que ver descubrimos que son muy similares en su creación. Tanto en flamenco como el jazz nacen del sufrimiento, de la necesidad de un pueblo que se siente oprimido y fuera de lugar, y reflejan lo que ese pueblo ve y siente. Además, aunque tienen unas pautas, dejan una libertad muy grande para poder expresarte de la manera que sientas y suenan diferentes dependiendo de cómo te encuentres a la hora de tocar.

¿Es habitual el piano dentro del flamenco?

No hay mucha historia del piano flamenco, pero sí hemos tenido algunos grandes pianistas flamencos como Arturo Pavón, Felipe Campuzano o el grandísimo Pepe Romero. Con el piano tienes ritmo, acompañamiento, armonía y melodía, lo tienes todo. Lo que tocas en un piano, lo puedes pasar a una orquesta y tendrás todo un arreglo.

¿Cuáles son sus referentes en el mundo del flamenco?

Desde pequeño mi papá es siempre mi referente porque él era un grandísimo aficionado al flamenco. Fue lo primero que yo escuché y sin querer se hizo mi oído a eso. Del mundo del flamenco la persona que más me ha influenciado ha sido Paco de Lucía, él es un referente y nos abrió la puerta a muchos músicos que no éramos flamenco puro y nos encantaba mezclar.

Con tantas personas sobre el escenario como habrá mañana entiendo que los protocolos de seguridad serán muy exigentes.

Espero que así sea porque es la única manera de poder celebrar este tipo de actos. Hay que fomentar que podamos seguir haciendo conciertos y que la cultura no quede parada, pero para ello es imprescindible cumplir estos protocolos. Yo también me quiero sentir seguro, soy una persona de 60 años, fumador, y estoy en la zona de riesgo, con lo cual no quiero exponerme a contagiarme.

¿Cree que hay reticencias aún entre el público a acercarse a lugares como cines o auditorios?

Me imagino que hay de todo. Yo he tenido la suerte de hacer algún concierto y he visto a una gente maravillosa, con unas ganas tremendas de oír música en directo, pero imagino que habrá otra mucha gente que no lo ve claro. Están siendo unos momentos muy inciertos para todos y no sabemos lo que pasará de aquí a una semana, así que estamos viéndolas venir.

¿Complica esto la programación de eventos?

Sí, sobre todo porque para cumplir estos protocolos los aforos de los locales tienen que reducirse, con lo que los cachés se ven afectados.