- Unos 400 kilómetros separan Berriozar y Bustarviejo (Madrid). A Kutxi Romero y Kike Babas. Dos figuras del rock estatal que durante años han acortado esa distancia con un intercambio de misivas que ven ahora la luz con el libro La sangre al río. Palabras y agasajos de ida y vuelta. Editado por Desacorde, desde la amistad que une a ambos, sirve como paseo por sus trayectorias musicales y literarias.

"Este libro me hacía tanta falta como la luz del día y sé de buena y espesa tinta que a ti también", ha comentado Kutxi respecto a la edición de La sangre al río. ¿Por qué?

-Kike: Es un poco el interés del capricho, como cuando pasas por delante de un escaparate y ves algo que en realidad no necesitas, pero que sabes que te gusta y que algún día te harás con ello... Pues eso es este libro. ¿Lo necesitas? No. ¿Aporta? Que juzgue el lector, pero a mí me gusta.

-Kutxi: Era dejar patente la amistad. A mí me pareció increíble que Kike tuviese todo apuntado y supiese cada vez que nos habíamos visto en estos 20 años. Yo no he hecho absolutamente nada, es un libro de Kike, que es muy trabajador, yo he sido mero espectador y me ha regalado poner el nombre en la portada.

-Kike: Es verdad que intento ser de pico y pala, pero además he sido fumador de porros muchos años y carezco de memoria. Entonces tengo unas agendas y desde el año 94 hasta hoy, apunto ahí todo lo que hago, porque lo olvido...

En esta cronología, uno de sus primeros encuentros fue en el 2000, cuando Kike viajó a Iruña para grabar el primer single de The Vientre y, según recuerda en una de sus misivas, llegó muriendo a Berriozar y allí volvió a nacer. ¿Por qué?

-En aquella primera grabación, que nos llevó Marino Goñi, a mí me dio un ataque de paquipleurosis y yo pensaba literalmente que me estaba muriendo. Así que con esas llegué a grabar, estaba con el ánimo bajo, pero Kutxi literalmente me lo subió. Allí llegó y era un echado de parabienes, la gente de Hortaleza no somos tan generosos ni de lejos, y además somos desconfiados... Y venía aquel tío al que por entonces casi no conocíamos, que le faltó venir con bata y zapatillas para que nos levantásemos por la mañana a gusto, ¡venía con magdalenas! Y era decir: vengo de la muerte y me están dando la vida.

-Kutxi: En realidad nos conocemos porque yo me enganché muchísimo a un libro que habían hecho él y Turrón, Nadie come del aire. Para mí en aquellos días era como mi biblia diaria y mi corán, yo era un niño pueblerino y ahí se me contaban cosas de la gran ciudad, a la que yo no había ido nunca... Y fue a raíz de ahí, como puro admirador de su literatura, y que lo sigo siendo: Kike me parece uno de los mejores escritores.

A partir de extractos de entrevistas, el libro recoge también la trayectoria de Marea. Y según confiesa Kike, en el 99, dejó a un lado el disco La patera, aunque finalmente terminara estableciendo amistad con la banda.

-Kike: Sí, además, el hueco para mí se lo hicieron antes como personas que como músicos... Yo he sido y soy muy de Extremoduro y claro, por donde andaba en aquellas el Robe, escuché el primer disco de Marea y dije: "Bueno, han oído mucho escuchan mucho Extremoduro y han hecho lo que han podido". Para mí La patera es un disco maldito, no le cogí el rollo y lo miré por encima del hombro, las cosas como son. Y sin embargo, a raíz de tratar con Kutxi y ver todo aquel derroche de generosidad, y de que me presentase al resto de la banda... Claro, es que es gente para enamorarse. Y eso que venían de un nuevo rock, nosotros veníamos de esa escuela donde el rock significaba vicio y exceso... Y sin embargo ellos daban vicio y exceso eléctrico, se subían a un escenario y lo hacían. Y era gente encantadora. Me ganaron desde ahí, los vi en directo y a partir de ahí, ya con el segundo disco, con Revolcón, se cruza que son unos músicos que me gustan... y coño, y además son mis amigos.

Desde la perspectiva de la banda, nos encontramos con anécdotas como que Marea no se lo terminó de creer hasta que teloneó a Reincidentes en el 99.

-Kutxi: Sí... Es que te podría contar mil cosas de pueblerino, que no han cambiado tanto en estos veinte años, te lo puede ratificar Kike. Por ejemplo, yo no me había montado nunca en un metro, tenía 23 años y le primera vez que fui a Madrid y me dijeron los de la discográfica que teníamos la tarde libre, les dije que quería ir al metro. Y me dijeron: ¿Pero a dónde vais a ir? Y no, no, al metro a montarnos en el metro. Entonces nos pegamos una tarde bajándonos de una línea y montándonos en otra. Y para mí Kike significaba lo que realmente era ser cosmopolita y un tío bregado en la vida, tenía un bagaje de calle que metía en sus escritos que me parecía fascinante. Entonces el tener al lado un tío al que admiras muchísimo siempre me ha dado una seguridad absoluta.

Como un apoyo.

-Kutxi: Le he preguntado cientos de dudas. Él ya conocía el mundo discográfico, esos entresijos que a mí me interesaba, y es n tío que lo ha visto todo desde dentro de las bandas y furgonetas, dentro de los grandes despachos... Él se quita flores, pero le tengo que agradecer mucho, yo que he sido siempre... Que como decía Hermann Hesse, no soy un hombre que busca en las estrellas y en los libros, sino en lo que la sangre murmura en mí. Y hasta ahí. Es que tengo que meter la cita para que se vea que después de la FP he seguido aprendiendo (risas).

-Kike: Además es una de tus especialidades, traer citas que además generalmente vienen a cuento.

La sangre al río recoge también todos los prólogos que se han dedicado el uno al otro a lo largo de todas sus publicaciones. "Sesenta y nueves hemos hecho muchos, dice Kike. Pero, ¿reunirlos en un mismo libro era el mejor?

-Kutxi: Sí, ha sido continuado además. Durante 20 años nos hemos estado escribiendo, pero yo no era consciente de tanto, hasta que Kike mandó todo y dije: "Guau, que mogollón de cosas hemos hecho juntos desde la distancia". Creo que más que el valor literario, que sobre todo por su parte lo tiene, lo mejor del libro es el valor humano. Esto no está escrito en papel, está escrito en piel.

-Kike: El libro además de justificar la amistad y mostrarla, de manera entreverada, que no se deja ver pero se pude leer, tiene la historia de Kutxi y la mía. Has hecho referencia a esa primera gira de Marea con Reincidentes y pone muy bien en blanco sobre negro cómo eran sus inicios... pero luego, a lo largo de los prólogos e intercambios, el libro acaba con la rueda de prensa donde son los mismos Extremoduro quienes les dan los discos de oro a Marea -en 2019, por El Azogue-. A lo largo de todo el libro, si quieres saber cuál es la historia de Marea, se puede ver. Si quieres saber la historia bibliográfica de Kutxi o de Kike, también. Si quieres ver la historia de Kike desde King Putreak hasta Desbandá, también se puede ver. En ese canto a la amistad, hay una biografía interesante y curiosa desde otro punto de vista.

Una biografía en la que no todo son risas, ya que hay ciertos capítulos que recuerdan que sí, que la vida puede ser muy puta.

-Kike: Sí, eso lo agradezco y creo que los dos lo sabíamos: el no esquivar nada. No hay una carta prohibida que hayamos dicho esta no la publicamos, no había ni una sola carta que no tuviese que estar. Y en ellas, claro, ha habido capítulos muy tristes... La muerte de June -mujer de Alen, batería de Marea- es una cosa que marcó mucho a Marea y que yo como amigo y persona, nos fundió. Eso tenía que aparecer, hay algo más de muerte también... A la vez que también hay mucha vida. Por ejemplo, cuando di la vuelta al mundo, con Kutxi me escribía y le contaba mis batallitas de Willy Fog y eso tenía que salir. No es que decidiéramos no esquivar nada aposta, simplemente tenía que ser así. -Kutxi: También me ha resultado curioso, creo que en nuestra relación no hay absolutamente ningún capítulo oscuro ni ningún secreto inconfesable. Ninguno. Me pongo a pensar y no, nada, lo cual me llena de alegría. Que ninguna noche hayamos asesinado a una monja, la hayamos enterrado en una cuneta, que nos diera por disparar de una azotea... cosas así. Y por otro lado, Kike me ha demostrado, que yo, que alardeo de ser el tío más vago del mundo, ademas trabajándomelo... porque en realidad soy un tío inquieto, pero no quiero ser útil a la sociedad para nada, entonces intento sujetarme... Pero cuando Kike ha puesto cronológicamente las cosas que he hecho en la vida, dije hostia, igual no soy tan vago y algunas cosas he hecho (risas). Como puro ocio, desde luego, no considero que mi profesión sea un trabajo. Y así recibo este libro: como una recompensa a habernos trabajado una amistad.

El libro bien podría ser una colección de saludos entrañable, ya que a lo largo de las misivas, nos encontramos con saludos dirigidos a "alicate, matamonjas, asustacuras, pisacristos, espantaniñas, capacuras"€

-Kutxi: Eso es muy propio de mí. A Babas le pongo un mote nuevo cada vez que le llamo. Él se mea de risa, pero hay dos cosas que no hemos conseguido: yo no he conseguido que le gusten los chistes y Kike no ha conseguido que me gusten ni Tom Waits ni Iggy Pop. Yo me he esforzado, ¿eh?, él se ha esforzado menos (risas).

-Kike: Es parte de nuestra amistad, pero tenemos una característica y es volver a contar las mismas historias siempre. Esos chistes sí me gustan. Nos veremos la semana que viene, y cuando estemos en el postre con las dos copitas, nos acordaremos la vez que se quedo en blanco cuando salió a cantar conmigo, cuando en París no sé qué... Cada encuentro suma una muesca más de una nueva anécdota que volver a recordar. Y volvemos a empezar de cero.

-Kutxi: Eso es verdad. Generalmente las anécdotas están protagonizadas por los pueblerinos, pero a mí me encanta porque es cuando realmente Kike se despolla. Eso que a nosotros nos parece una anécdota vergonzosa como para no contar en las biografías, a Kike le hace mogollón de gracia. Creo que somos el único grupo popular que no ha perdido la esencia pueblerina desde el primer día que nos conoció a hoy. Y Kike nos tiene un cariño de padre, de reírse y a ver qué han hecho los niños ahora.

Vayamos a la banda sonora: además de a Marea, a King Putreak y The Vientre... ¿A qué suena este libro?

-Kutxi: Hostias€ Yo creo que salen todos los comunes, ¿no? Podríamos hacer también uno de Lou Reed, Iggy Pop, cualquier banda superpopular de los 70 a esta parte... de los cuales Kike se asombra de que yo no tenga ni media referencia (risas). Yo de Lou Reed por ejemplo, quitando la canción famosa porque hizo una versión Albert Pla, no sabría otra€ O por ejemplo David Bowie, ponme cualquiera suya, que no sé que es Bowie. O Elton John... O Tom Waits, que me parece Babas pero en malo.

-Kike: A Kutxi para hablarle de Bowie le tienes que decir: la de Five years, de Tahúres de Zurdos.

-Kutxi: Ah, ¿que esa es de Bowie? Pues me acabo de enterar ahora mismo. Nunca te acostarás sin saber una cosa nueva€ Claro, es que Kike tiene una cultura musical que es algo impresionante... Lo mío es muy limitadito€ Es desde Leño p'acá.

-Kike: Sí, el libro suena a Leño. Porque, ¿de dónde venimos? De los chavales del parque que sacaban una guitarra, unas litronas, se fumaban unos porrinos y hacían el Maneras de vivir o cualquier otra. En realidad venimos de ahí, yo puedo haber optado por escuchar música anglosajona y Kutxi sabe mucho más flamenco de lo que se reconoce, pero venimos de Leño.

-Kutxi: Del Mercado. Yo ya he dicho que antes de Rosendo no existía el rock and roll en el mundo, había cataratas. Y es lo que pasa con Maradona. La peña dice qué barbaridad, a ningún jefe de Estado del mundo se le tributa semejante despedida... Pero a mí me pasa con los Leño, que se proyectaron los sueños de miles y miles de chavales que se dieron cuenta de que eso era posible€ Y con Maradona una humanidad entera se dio cuenta de que naciendo en un charco y asomando un poco la nariz para respirar lo mínimo, se podía llegar a ser. Y en el fútbol yo no sabría decir diez jugadores de Primera División, ¿eh? Ni sé la carrera futbolística de Maradona, pero sí que entiendo perfectamente que es toda la grandeza y la miseria de un ser humano proyectada en la figura de alguien, en este caso de Maradona. Y con los Leño pasa eso.

-Kike: Es verdad, es una cosa que agradezco en Kutxi. Le gustan los chistes y a mí David Bowie, pero al menos a ninguno nos gusta el fútbol y no hemos tenido que tener ninguna charla sobre ello.

Estos agasajos de ida y vuelta que recoge el libro, ¿se pueden resumir en una palabra?

-Kutxi: Un making of de una amistad. De cómo se hizo y cómo se ha ido regando y alimentando siendo dos personas totalmente distintas y tan iguales en el fondo, que venimos de la fábrica, del andamio y de la acera. Y eso no es tan distinto en Madrid y en Berriozar.

-Kike: Yo me quedo con el título. La sangre al río. Es donde tiene que llegar y es de donde venimos. Nosotros siempre hemos sido muy sanguinolentos, de cosa honesta y pura. Y en eso tenemos un parecido, en decir esto es así. El título creo que refleja bien la calidad de la amistad: la sangre, la nuestra, es de las que llega al río.

"Más que el valor literario, lo mejor del libro es el valor humano: esto no está escrito en papel, está escrito en piel"

"Además de justificar la amistad, se puede ver la historia de Marea o la bibliografía de Kutxi y Kike"

"No hemos esquivado ni una sola carta y en el libro hay capítulos muy tristes... pero también hay mucha vida"

"Siempre hemos sido muy sanguinolentos, de cosa honesta: la sangre, la nuestra, es de las que llega al río"