- El navarro Pello Reparaz (Arbizu, 1990) desgrana las claves del presente de Zetak, el proyecto de música electrónica en euskera que creó el pasado año y cuyo alcance, desvela, les tiene "sorprendidísimos aún".

Este año ha trastocado todos los planes y en el caso de Zetak, fue también motor para dar forma a Zeinen Ederra Izango Den, un trabajo que nació durante confinamiento, ¿cuál fue el punto de partida exacto?

-Nosotros sacamos el primer disco de Zetak en diciembre de 2019 y habíamos cerrado para este 2020 muchísimos conciertos que claro, de un día para otro, en marzo se fueron al garete. Al principio nos entró el bajón, como a todo el mundo, pero reaccionamos rápido y surgió la idea, junto con la directora de arte del proyecto, Iratxe Reparaz, de intentar hacer llegar un mensaje de luz en mitad de todo ese bajón. De ahí surgió Zeinen Ederra Izango Den, una canción muy positiva y muy nostálgica también, que cuando se publicó, la gente la hizo suya de una forma increíble, y que a nosotros nos ha dado la vida también como proyecto. Así es como empezó.

Ese optimismo se ha trasladado musicalmente a las canciones, ya que si bien su primer disco tenía un sonido más oscuro, ahora nos encontramos con un trabajo más luminoso y brillante.

-Claro, es que Zetak es un proyecto muy vivo, que se deja contagiar por absolutamente todo lo que pasa en nuestro entorno. Partimos de aquella base, de aquel disco oscuro de historias bastantes traumáticas, de una identidad sonora muy peculiar... Y hemos preservado esa identidad sonora, pero le hemos dado luz. En el confinamiento empezamos a pensar en positivo y llegamos a la conclusión de que quizá de tantas cosas malas que nos están pasando, podemos sacar conclusiones buenas y aprovecharlo par aprender e intentar ser mejores.

¿Qué conclusiones buenas hemos sacado de este 2020, o al menos qué deberíamos haber aprendido?

-Puede servir para parar un poco y reflexionar sobre si invertimos el tiempo suficiente en los nuestros, si decimos te quiero lo suficiente... O si queremos seguir viviendo a la velocidad a la que vivimos, que es frenética. En el disco los tiros van por ahí, es lo que quiere animar a la gente a hacer. También es verdad que consejos vendo y para mí no tengo: yo soy el primero que sigo viviendo a 250% y me da vértigo esta velocidad. Reflexiono al respecto, pero de momento no he podido aplicar absolutamente nada de lo reflexionado este año. Así que bueno, mucho que aprender.

Zetak es un proyecto de música electrónica en euskera en el que, además, la txalaparta es también protagonista. ¿Es ya uno de los sellos?

-Sí, lo tiene tanto en el primero como en el segundo disco. Llevo muchos años en el mundo de la música, he viajado últimamente, hace tres años ya que me mudé a Londres para estudiar un máster de composición musical que he terminado ahora... Y no sé, he llegado a la conclusión de que en un mundo cada vez más globalizado, los artistas debemos buscar factores diferenciadores. Y en nuestro caso, siendo navarro fue muy sencillo encontrar el primer factor diferenciador y es la lengua: con Zetak canto absolutamente todo en euskera. Cantar en un idioma que hablan menos de 700.000 personas ya es un factor diferenciador importante y para trasladar eso a la identidad sonora me parecía interesante trabajar un instrumento como la txalaparta y rodearlo de elementos de producción globales, como puede ser una de las baterías o cualquier sintetizador de los que utilizamos. Se da ese choque y un toque que nos diferencia de cualquier otro sonido que pueda haber fuera de aquí.

Y en tiempos de cancelación de festivales, la banda anuncia la creación del Zeinen Ederra Izango Den Fest, un festival que se celebrará el 5 de junio de 2021. ¿Qué detalles pueden adelantar de este evento?

-Sí, cuando todo el mundo estaba cancelando festivales, en abril decidimos anunciar el nuestro... Creíamos que era necesario, nosotros mismos necesitábamos algo a lo que agarrarnos y un punto al que llegar. Hoy en día tenemos dudas porque en aquel momento, el 5 de junio de 2021 parecía muy comedido y ahora... Pero nos ha servido para agarrarnos a un nuevo proyecto y mirar al futuro. El propio nombre del festival, Zeinen Ederra Izango Den, lo indica: "Qué bonito será". Qué bonito será ese festival, cuando nos podamos volver a abrazar todos y montar ahí un akelarre enorme. Así arrancó y a pesar de que no estamos comunicando nada del proceso de creación porque Zetak jugamos con el secretismo, estamos trabajando día y noche en su organización. Y vamos a por el 5 de junio.

De cara a la presentación del disco en el Arena, ¿cómo se salva el reto de defender en directo unas canciones que invitan a bailar, ante un público que permanecerá sentado?

-La verdad que los conciertos que hemos hecho hasta ahora han sido increíbles. La gente está sentada y no queda otra, pero al final la vida son contrastes y de estar en casa sin poder salir un sábado más que hasta las once de la noche, a plantarte en un concierto, con luces, sonido... Por mucho que estés sentado, la gente lo está agradeciendo un montón y nosotros sentimos eso desde el escenario. Estamos súper felices, yendo con toda la banda al completo y sin guardarnos ni un ápice de energía. Además, actuar en el Navarra Arena me hace especial ilusión, es en casa como quien dice, porque yo soy de Arbizu pero estaré en nuestra gran capital.

Dentro de esa inquietud artística que persigue a Zetak, ¿en qué momento están ahora?

-Zetak es un proyecto que no para de crear. Lo concebimos como un proyecto artístico multidisciplinar, en el que participa un montón de gente que se está retroalimentando todo el tiempo y es muy muy difícil que ese engranaje pare. Estamos constantemente creando cosas nuevas y también creo que me encuentro a nivel creativo en el mejor punto de toda mi vida y eso no hay que frenarlo.