El 2021 de Maria Arnal i Marcel Bagés comienza con un concierto hoy en Pamplona. Será el pistoletazo de salida de una pequeña gira, a la que seguirá la publicación de su esperado segundo disco. Porque tras revolucionar la escena en 2017 con su debut 45 cerebros y un corazón, son muchos los que aguardan con expectativa la nueva colección del dúo catalán. Y aunque Maria Arnal (Badalona, 1987) lamenta entre risas que no puede avanzar muchos detalles del lanzamiento, sí asegura que muchas de las nuevas canciones se podrán escuchar hoy en Baluarte. “Nos hace muchísima ilusión actuar, porque hoy en día un concierto es casi casi como un milagro”, explica antes de recalar en el SantasPascuas, festival donde ya actuaron en 2017.

Han pasado tres años desde que publicaron su primer disco, 45 cerebros y un corazón. Desde entonces, han recibido reconocimientos como cuatro premios MIN -Mejor Álbum de Pop, Mejor Álbum del Año, Mejor Artista Emergente y Mejor Canción del Año-, giras que se extendieron por Europa y Sudamérica... Ahora, vista esta etapa con perspectiva, ¿qué balance hacen?

-Fue una experiencia profundamente transformadora, que creo que se verá en la música nueva que hemos hecho. Realmente es muy diferente, creo que también hay más madurez en las canciones... y no puedo decirte mucho de este nuevo disco (risas). Lo que sí que puedo decirte es que previo a su estreno, que será este año, estamos haciendo esta pequeña gira de preestrenos en los que presentamos muchas de las canciones nuevas con arreglos distintos a los que hay en el disco, algunos más similares, otros un poco más distintos. La gente que venga va a entender esa transformación y lo que significó hacer tantos conciertos, ganar tanta experiencia… Y también es experimentar, seguir experimentando con los instrumentos y no acomodarse en la formula de guitarra y voz, ir mucho más allá. Eso creo que es lo que ha pasado en estos tres años y que es un poco una mutación de nuestra imaginación como artistas. Hay algo muy bonito en esto y es que nosotros nos sentimos también vulnerables.

¿En qué sentido?

-Hoy en día el ambiente en los conciertos no tiene nada que ver con el que había antes y nosotros nos tenemos que acomodar también a eso, al igual que el público. Tenemos que encontrar la proximidad en un momento en que la normalidad es el distanciamiento. Cómo revertir ese frío y transformarlo, no lo podemos hacer con las técnicas que teníamos antes para aproximarnos al público... Y es muy guay directamente decir: yo soy la primera que en este nuevo formato me siento vulnerable y porque además, voy a presentar unas canciones que no has escuchado nunca. Si algo hemos aprendido este año, es que somos vulnerables y que nuestras vidas dependen e incluso se pueden ver hackeadas por un organismo que no podemos ni ver, que nuestras existencias son hiperdependientes con otros seres vivos que hasta el momento la humanidad ha menospreciado… Y entrar dentro de esa vulnerabilidad y utilizar la música para emocionarnos juntos, pues después de estos meses no solamente es un milagro, es que puede ser curativo.

De hecho el pasado año incluso afectó al desarrollo de su disco, ya que os encontrabais grabando justo antes del confinamiento...

-Sí, ha habido varias grabaciones y el calendario que teníamos es que se presentaba el nuevo directo en el Sonar 2020 y el disco lo presentábamos en septiembre. Los plazos se han retrasado por el covid porque con la segunda ola, el confinamiento… Y si no puedes hacer conciertos... Es un disco muy esperado y nos lo hemos currado mucho, así que vamos a hacerlo lo más digno posible. Pero por eso, porque el disco está acabado y las canciones ya se pueden presentar, quisimos hacer una pequeña gira de preestrenos en la que abrimos esa puerta sintiéndonos muy orgullosos del trabajo que hemos hecho, pero también sabiendo que es un concierto lleno de sorpresas y que la mayoría de las canciones son nuevas, imagínate que a la gente no le gustan (risas). Pero bueno, que estos son mis miedos, quiero transmitir que hay algo bello y en armonía con este momento y es que nosotros estamos ahí para abrirnos de par en par y decir: estos son nuestros secretos y ahora os los presentamos en unas circunstancias que nunca hubiésemos imaginado y que igual no son las mejores, pero que son las que son. Y al final sobre lo que estamos trabajando es sobre la vulnerabilidad, entonces ahí creo que todos nos podemos servir de espejo.

Ha comentado que el presentar este segundo trabajo en este formato, es de alguna forma experimentar. Y precisamente la experimentación parece ser uno de los motores permanentes de su propuesta.

-Sin duda, sin duda, sin duda. Totalmente. Y además es uno de los puntos que me parece que es muy importante no perder nunca y me gustaría mucho que el público pensara eso, que dijera que viene por fe, por fe en eso, de que sabe que va a gustarle sorprenderse, que va a ver un trabajo muy cuidado y hecho con mucho amor. Yo espero que les guste, aunque hay cosas que no se pueden controlar… Lo que sí sé es que me gusta a mí y a Marcel y a David.

Por el momento, parece que el público está respondiendo con la venta de entradas.

-Sí, la gente que viene a los conciertos está respondiendo muy bien, pero claro, que es un concierto exigente en el sentido de que la mayoría de las canciones son nuevas.

“Ahora en los conciertos tenemos que encontrar la proximidad en un momento en que la normalidad es el distanciamiento”

“En directo estamos trabajando sobre la vulnerabilidad y ahí creo que todos nos podemos servir de espejo”