- Borja de la Vega lleva años en la industria del cine representando a actores. Ahora debuta como director con Mía y Moi, que se estrena en salas el 21 de mayo y que aborda cuestiones como las herencias familiares y el amor fraternal.

Cuatro actores -Bruna Cusí, Ricardo Gómez, Eneko Sagardoy y Joe Manjón- dan vida a los hermanos Mía y Moi, así como a Biel y Mikel, cuatro personajes en una convivencia, nada fácil, en unos días de verano en una vieja casa aislada, rodeada de bosques de pinos.

Mía y Moi acaban de perder a su madre, que sufrió la violencia machista y los malos tratos de su progenitor y, mientras ella intenta pasar página, él -el personaje de Ricardo Gómez- está en plena crisis nerviosa, atascado en un mundo de dolor, como plasma a lo largo de la cinta su mirada perdida.

El director comenta que en esa necesidad que siente desde hace años de contar historias, aunque hasta ahora no lo haya hecho público, quería tratar sobre lo se hereda de la familia, “no en el sentido físico o ni siquiera de la educación, sino lo que cada uno transpira de ella”. Remarca que, por suerte, él tuvo una infancia muy feliz y “toda la herencia ha sido constructiva y me ha potenciado como persona, pero en la película hablamos de gente que tiene muchos daños y quería tratar de eso, sin contar el origen”.

A la vez, muestra la relación de “un amor fraternal, casi exacerbado entre dos personas que se tienen el uno al otro, que han sobrevivido a algo duro, lo que genera que casi escupan a los demás, que les dejen fuera”.

Tampoco obvia que la enfermedad mental cruza prácticamente todos los fotogramas, gracias al personaje de Moi, alguien que ha ido creando junto con Ricardo, para quien escribió el papel, y quien propuso quitar algunos diálogos para decir más con menos palabras. También contó con el asesoramiento de una psicóloga porque, “aunque no pretendía contar una realidad médica de forma milimétrica, sí quería que hubiera sentido común” y que quedara constatado que todo lo que ocurre en el presente del film estaba condicionado por acontecimientos de un momento pasado.

Ahora De la Vega espera que esta película “pequeña” con “un tono muy específico” sea bien recibida, sin haber “pretendido nunca que fuera algo que tuviera que gustar masivamente”.

Ricardo Gómez, muy conocido por su presencia durante años en la serie televisiva Cuéntame, desvela que siempre estará agradecido “a Borja por haber escrito un personaje para mí que toca unos colores que generalmente no son los que me han venido ofreciendo en mi carrera”.

A su juicio, le dio la oportunidad “de brujulear en el dolor y eso no había tenido mucha oportunidad de hacerlo y es muy jodido”, interpretando a un hombre, que es víctima colateral de la violencia machista, “que han vivido con Mía en casa toda la vida”.

Bruna Cusí, conocida por Estiu 1993, se pone en la piel de Mía y comenta que se trata de una joven que parece que lleva mejor la muerte de la madre, pero es “a la vez autodestructiva, se evade con el alcohol y repite el patrón familiar con Mikel, un novio que ya no es novio, con quien mantiene una relación tóxica”.

Eneko Sagardoy, que ha intervenido en películas como Handia, aquí es el novio de Moi, con una vida centrada en los estudios y la universidad, pero “emocionalmente volcado en su novio, quien pasa una racha de salud mental muy delicada”, por lo que, indica, “trabajé el personaje como alguien que sirve, apoya, empatiza y sostiene a un chico que no es el que era cuando se conocieron”.

Joe Manjón apunta que interpreta a su personaje, Mikel, la nota discordante de la película, “con mucha compasión” porque, a su juicio, “alguien que actúa como lo hace Mikel es porque tiene muchísimo dolor y muchísima necesidad de amor, aunque no estoy para nada justificándolo”.