- El Museo de Bellas Artes de Bilbao acoge desde el pasado miércoles la exposición de tres pinturas de El Greco, Velázquez y Goya, que se muestran juntas al público por primera vez y fueron reunidas por Carmen Marañón-Fernández de Araoz, hija del doctor Gregorio Marañón, a lo largo de su vida.

Esta exposición corresponde a la 64ª edición del programa La Obra Invitada del Museo bilbaíno y los tres cuadros que se exponen se podrán disfrutar en la Sala M, de "madre" en honor a Carmen, del Museo hasta el 5 septiembre, acompañadas por el Retrato de Dña. Carmen Marañón, pintado por el artista Ignacio Zuloaga.

Miguel Zugaza, director del Bellas Artes, agradeció a la familia Marañón-Fernández de Araoz la cesión de las pinturas y señaló que cada una de las piezas de "esta extraordinaria colección de obras" representa un género característico de la escuela española: el retrato, la pintura religiosa y la pintura costumbrista.

"Carmen fue una mujer muy especial, culta y elegante, pero sencilla y humilde", según describió Alejandro Fernández de Araoz Gómez-Acebo a su abuela, quien estudio Filosofía y Letras en el Madrid de los años 20 y siempre estuvo rodeada de artistas, intelectuales y pintores.

Este entorno, y la figura de su padre, Gregorio Marañón, le llevaron a reunir su colección de pinturas, entre las que destacan las que ahora reúne el Museo de Bellas Artes y aglutinan tres siglos de historia del arte español. La primera de ellas es San Francisco en éxtasis de El Greco, pintada entre finales del siglo XVI y principios del XVII. La venerable madre Jerónima de la Fuente, pintada por Diego Velázquez en 1620, es la segunda de las piezas y constituye uno de los pocos retratos femeninos en el catálogo del pintor, que en este caso representa a la madre Jerónima. La tercera pieza fue un regalo del Marqués de Amurrio al doctor Gregorio Marañón, el Lazarillo de Tormes, pintado por Francisco de Goya a principios del siglo XIX.