El grafitero vasco Nextor Otaño ha decorado más de 40 paredes a lo largo de Euskadi, Navarra y La Rioja con murales realizados junto a su padre, Aitor Otaño, compañero del joven artista desde que descubrió una firma ilegal de su hijo en una furgoneta.

Un arte y entretenimiento que ha llevado al joven pasaitarra, de 17 años, a competir en la Liga Nacional de Grafiti que enfrentará a 25 aspirantes y concluirá con los 10 mejores en busca de la corona nacional entre los días 11 y 13 de junio en Avilés.

Nextor Otaño recuerda en una entrevista concedida a EFE su inicios como grafitero: "Yo ya pintaba en el colegio y me gustaba mucho. Empecé a ver en Youtube grafiteros y un día le dije a uno de clase si se venía a pintar, cogimos unos espráis y así empecé en un 'skate park', haciendo letras. Todo empezó porque me entretenía, yo me aburría, yo pintaba".

Padre e hijo trabajan juntos desde que Aitor, al adelantar a una furgoneta "de estas llenas de firmas", reconoció la firma de Nextor, Nex, entre todas ellas.

Se lo enseñó a su mujer, quien ya había advertido anteriormente que el chaval empezaría a pintar grafitis y ambos pensaron en "intentar reconducir la situación" para evitar que desarrollara su arte en lugares no permitidos. La solución: padre e hijo se apuntaron a un curso del grafitero donostiarra Mikel Herrero, a quien le bastaron pocos trazos para observar el potencial del joven.

En la obra que comparten se puede apreciar la mezcla de ambos, "un potingue un poco extraño", murales en los que conviven, por ejemplo, la estrella del rap internacional Wiz Khalifa con el cantautor vasco Mikel Laboa. Como describe Aitor Otaño, es "un reflejo de la globalización y esa defensa que yo hago de lo local".

Sus más de cuarenta murales se encuentran en localidades guipuzcoanas como Pasaia y Villabona y la alavesa de Legutiano, además de en Navarra o La Rioja. Se pueden visitar en el perfil de Instagram del artista @nexgraff.

A pesar de que se inició pintando tipografías, "letras" como les llama Otaño, su estilo actual y por el que es reconocido son sus "retratos realistas con algo de cómic".

Sus influencias van desde grafiteros internacionales como Aryz, Belin y Smug One, entre otros, a locales como los guipuzcoanos Innovart o Pablo Astrain.

"No solo quiero moverme en el mundo grafiti", explica el joven artista, sino "también quiero mezclar diferentes técnicas: acrílico, quiero probar el óleo, pinto en digital también, diversificar".

"Sé que hay grafiteros que viven de esto, pero sé que no hacen solo grafitis. No te puedes dedicar solo a hacer murales porque es bastante físico y muy difícil vivir de ello. Tienes que poner tu firma en otros soportes, hacer camisetas, cuadros, obras pequeña, etc", reflexiona mirando al futuro.

El joven artista se ha clasificado para la Liga Nacional de Grafiti que enfrentará a 25 aspirantes entre los días 11 y 13 de junio en Avilés.

El grafitero vasco consiguió la clasificación el pasado 4 de mayo al proclamarse campeón "ex aequo" de la Graffiti Battle, organizada por la propia Liga, junto al grafitero lucense Diego Anido, de nombre artístico Diego As.

La final, cuenta Otaño, en la que pintó su obra "Dimitriux Platon" durante 16 horas en una pared de 4,5 x 4 metros, fue dura: "Había que hacer el mural en un día. Tuvimos que ir a las 6.00 de la mañana con focos. Y ahí estuve dieciséis horas. Fue duro, muy duro, estar pintando tanto tiempo... Pero me quedé a gusto", recuerda.

El campeonato se desarrolló durante los meses de marzo y abril de 2021, de forma telemática por las restricciones de la covid-19 en España, y fueron dos jurados los que valoraron las diferentes fases del torneo, el de la Liga, que valoró la técnica y originalidad de las propuestas, y el del público, "que son los 'likes' en Instagram", explica Otaño.