El sector de la cultura en Navarra ha recibido con optimismo y cautela las nuevas medidas que afectan a la celebración de espectáculos culturales, vigentes desde este viernes. Una nueva flexibilización por parte del Gobierno foral en cuanto a citas culturales se traduce en un mayor aforo en cines, teatros, auditorios, circos de carpa y similares y una ampliación de horario de cierre.
En cuanto a la asistencia, el aforo de estos espacios pasa del 50 al 60% de ocupación máxima. A su vez, el aforo máximo en interiores pasa de las 200 a 300 personas y, en exteriores, de las 400 a las 600. Todas las actividades que quieran incrementar ese aforo deberán someterse previamente, como hasta ahora, a un informe vinculante del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN).
Además, se ofrecen dos modelos: abrir con el aforo correspondiente al sector de la cultura (60%) sin posibilidad de consumo, o permitir el consumo de comidas y bebidas en su interior con la misma regulación de ocupación que la hostelería, es decir, al 30% de su capacidad máxima. Asimismo, el límite de cierre de estos espacios se amplía hasta las 23.00 horas -antes era a las 22.00 horas-.
Las palomitas regresan al cine
Vuelven las palomitas y las películas en pantalla grande a Navarra. Es el caso de los cines Golem, que han optado por dos modelos de trabajo en sus salas y adaptarse a sendas opciones de aforo: en los cines de Golem La Morea se podrá consumir de nuevo alimentos y bebida en las salas, respetando un aforo al 30%, mientras que en los cines Golem Yamaguchi y Golem Baiona incrementarán el aforo de las salas al 60%, sin habilitar el consumo de comida y bebida en las proyecciones.
Un cambio en las medidas que han recibido "positivamente", ya que pasar de una restricción del 30% al 60% es un paso, si bien "hay que ser cautos", asegura el coordinador de exhibición de Golem, Carlos San Julián. Además, la ampliación de horarios permitirá a las salas "espaciar mejor las sesiones y poder programar con más holgura".
De cara al verano, se muestran optimistas, ya que la gente ha respondido durante estos últimos meses y "en cuanto se vaya normalizando la situación, habrá más estrenos y películas importantes y eso hará que la gente acude con más frecuencia.
Las salas, a por un peldaño más
En cuanto a las salas que habitualmente programan música en vivo, entienden estas medidas como "un peldaño más". Así lo ve Javier Muruzábal, gerente de Zentral, que define como "fundamental" la posibilidad de ofrecer un servicio de hostelería: "Es lo mas importante, porque permite hacer mayor caja, contratar artistas de mayor caché, hay un mayor retorno económico... sobre todo va a activar más la parte cultural y de eventos". Zentral cuenta actualmente, siguiendo todas las medidas de distanciamiento entre mesas y asistentes, con un aforo de 130 personas, es decir, el 25% de su ocupación total -su capacidad total es de 1.100 personas-.
Hasta ahora, dice, Zentral ha funcionado "muy bien" con el tardeo y conciertos en pequeño formato y de artistas locales, pero ahora estas nuevas medidas permiten "subir un peldaño más en conciertos y tenemos muchas ganas de programar, hay muchas cosas en cartera pendientes".
La flexibilización en capacidad de aforo tampoco afectará en gran medida a Tótem, explica su programador, Iker Isiegas, ya que actualmente, dadas las medidas de seguridad y distanciamiento aplicadas, cuentan con un aforo de 200 personas -en una sala con capacidad para 1.000 personas-, que se incrementaría, respetando siempre la normativa, en unas 40 personas más. Explica que este fin de semana venderán ya bebidas en los espectáculos programados, como el concierto de Pilgrim's hoy, siendo totalmente "escrupulosos" con todas las normas.
Eso sí, en su opinión, son medidas "positivas pero insignificantes" y de alguna manera, "es un paso adelante, pero en lo que respecta a las salas, nos parece muy limitado el avance". Y concluye: "Seguimos siendo los últimos del sector, se están quedando salas por el camino en otras comunidades, como la Plateruena en Durango, estamos en el límite de quedarnos fuera y eso resiente el circuito cultural".
ANAIM, con cautela
Desde la Asociación Navarra de la Industria Musical (ANAIM), su presidenta Ana Zamarbide apunta que son conscientes de que "el avance es muy pequeño, pero al mismo tiempo confiamos en que sea un paso que luego no tenga retroceso". Se espera que la flexibización sea progresiva y de cara a verano, época en al que la mayor parte de la programación es al aire libre, se anuncien nuevas medidas y "notar un poco más de alivio". De ahí que este verano seguramente sea "un poco mejor" que el de 2020: "Tenemos la esperanza de que si el año pasado el límite eran 800 personas al aire libre, este año puedan ser 1.000".
Eso sí, echa en falta "ayudas directas al sector" para su reactivación, ya que por el momento hay dificultades para programar como iniciativas privadas dados los límites de aforo, ya que no resulta "nada rentable" y no se puede "programar con tiempo" ya que las medidas no se anuncian con excesiva antelación. Confía entonces, en que "la programación de la administración tire un poco del carro, al igual que el pasado año y que cuenten con empresas y profesionales para poder llevarlo a cabo".
Baluarte y Navarra Arena
En palabras de Javier Lacunza, director gerente de NICDO, de cara a los escenarios de Baluarte y Navarra Arena, "no hay muchos cambios" con las novedades en medidas de aforos, ya que durante los últimos meses, sendos recintos ya han programado citas culturales con asistencias que superan las 300 personas en interiores. Ambos espacios cuentan con las infraestructuras y los sistemas de ventilación requeridos para que se celebren estos eventos con total seguridad en cuanto a normativa sanitaria y así lo presentan en los informes requeridos a cada cita.
Por ejemplo, el Navarra Arena para la celebración de eventos culturales funciona con el formato de Arena Club, con un aforo de aforo de 1.300 personas entre las mesas y sillas habilitadas y localidades de grada. Sí que la ampliación de aforo puede afectar a los eventos que tengan lugar en la sala principal de Baluarte y si se validase ese 60% permitido con las nuevas medidas, ampliaría su aforo a 940 butacas.
En cuanto a si el servicio de hostelería regresará a los eventos culturales en el Navarra Arena -el pasado año ya se celebraron varios conciertos en los que estaba habilitado-, Lacunza explica que lo tienen que consultar y trabajar con el Instituto Navarro de Salud Laboral, a quienes agradece su predisposición y apoyo: "Si podemos, lo haremos".
Respecto a los meses próximos, "sabemos que esto es un equilibrio muy inestable", por lo que Lacunza pide "prudencia" y augura que "en exteriores igual se puede avanzar un poco más rápido, sobre todo si hay muchos espacios y accesos, igual a la normativa de exteriores se podría dar una vuelta".
El Museo de Navarra, optimista
Respecto a museos, desde el Museo de Navarra, su directora Mercedes Jover manifiesta que desde que abrieron sus puertas el 2 de julio de 2020, trabajaron una previsión de aforo "con una base espacial en la que toda persona visitante tuviera un espacio alrededor de 2 metros, con lo cual todos estos cambio no nos afectan en los espacios de nuestras salas de exposiciones". Sí variará la asistencia en las actividades celebradas en el salón de actos, que amplía su aforo al 60% y "es un respiro ya que puede haber más personas en presencialidad".
Y en cuanto a verano, avanza nuevas exposiciones y que, siendo conscientes de que a pesar de las medidas restrictivas y que hay que ser prudentes, "necesitamos respirar física y mentalmente y el museo estará abierto y ofreciendo todo lo que puede".