Han pasado ya un par de años desde que Don Patricio (La Caleta, Islas Canarias, 1993) dinamitó el verano con Contando lunares. Aquel tema se convirtió en lo más escuchado de 2019 y hoy día roza los 150 millones de reproducciones, pero fue aquel un éxito repentino que llevó al rapero canario a perderse, para terminar por encontrarse: "La pandemia me hizo plantearme hacia dónde estaba yendo y hacia dónde quería ir", confiesa.

Primer concierto en Pamplona, así que, para aquellos que no le conozcan: ¿quién es Don Patricio?

-Un chico de las Islas Canarias que hace música para pasarlo bien, para disfrutar€ Y que a veces con sus amigos también le da por hacer el loco y por eso también tienen un grupo que se llama Locoplaya.

Recalca su sello canario y es que sus orígenes isleños están más que presentes en su propuesta musical...

-Vengo de las Islas Canarias y estoy muy marcado por el verano y por el sonido playero y toda esta música que se consume allí: mucha salsa, bachata... Somos muy latinos y el buen rollo de las canciones se nota.

Su último disco se titula La dura vida del joven rapero y en su nuevo single, La dura vida del joven raperosingleMalas yerbas

-Era un poco ironía, al final soy un afortunado por poder dedicarme a lo que me gusta, poder viajar, conocer a gente y artistas a los que admiro, sentarme con ellos en el estudio... Eso es un privilegio. Pero ahora con la pandemia la dureza se va notando más en cuanto a artista y todo el conglomerado que hay alrededor: mi manager y los promotores necesitan conciertos, los bailarines y técnicos están parados en casa€ Ahora la dura vida del joven rapero quiere decir que si no rapeas, no tienes qué comer.

En este tiempo, ¿es de aquellos artistas a los que la pandemia le ha empujado a componer?

-Yo estaba haciendo un disco y la pandemia me hizo plantearme hacia dónde estaba yendo, hacia dónde quería ir€ Me bloqueé, cogí toda esa música, la tiré a la basura y empecé de cero. A muchos nos ha servido para ver donde estábamos, lo que queríamos hacer y a dónde queríamos ir. Aparqué ese disco, me distraje, empecé a escuchar otra música€ Y ahora estoy mucho más contento con lo que estoy haciendo, tengo otro disco en camino y este verano pienso sacar ya sencillos nuevos, porque llevo un año sin sacar música.

¿Qué tiene ese nuevo disco, que le hace estar tan contento?

-Estaba llegando a un punto en mi vida que estaba haciendo canciones para otros. Se esperaba algo de mí y tienes unas expectativas sobre ti, no quieres fallar a nadie, tienes que cumplir€ Y no es ese el enfoque. La clave de mi éxito fue hacer música para mí y para irme contento a la cama con lo que estaba haciendo. Y en el momento en que me perdí haciendo lo que los demás a lo mejor esperaban de mí, era falso y no me estaba gustando. Ahora he vuelto a hacer lo que me gusta y a darle mil vueltas a las cosas para que suenen como yo quiero y a no dejarme llevar por lo que se espera de mí.

¿Le afectó el hecho de convertirse en un boom viral con boom Contando lunares

-Eso te pone en una tesitura que tú te planteas muchas cosas: quieres mantenerte, que siga saliendo bien... Y a mí nunca me han gustado los booms ni los temas que se vuelven tan virales y todo eso. Ahora estoy intentando darle la vuelta a toda esa figura que se creó en 2019 y que sea mucho más sencilla y natural, que es como soy realmente.

Son tiempos de poner nombre y apellidos a la música y su propuesta ha sido definida como trap, rap, reguetón... ¿Qué opina de las etiquetas?

-Es para que los medios de comunicación tengan un titular o Spotify pueda encasillarla en alguna playlist. Las etiquetas son para eso, para el marketing. Pero yo no hablo de que hago trap o reguetón, me gusta hacer música y si tengo delante a un guitarrista de la hostia, me gustaría que tocara y hacer algo con guitarra. Si tengo delante al productor de reguetón mas heavy, también quiero hacerme un perreo. Intento rodearme de gente con talento y que cada uno aportemos lo nuestro. También he compuesto canciones de pop para otros, pero esa faceta no es tan visible.

¿Y qué opina de esas críticas que parecen acompañar permanentemente a nuevos géneros como el trap?

-Bueno, son muchos prejuicios que se tiene ante el trap, reguetón o cualquier género que viene de los latinos... No es racismo directamente, pero como dos o tres hablan mal, entonces el resto también y lo encasillo. Es el prejuicio que se tiene ante géneros nuevos y jóvenes, hablamos más explícito de temas controvertidos y polémicos como el sexo, las drogas€ Pero es que son cosas que están ahí en la vida diaria y creo que el cantante de pop puede llegar a drogarse más que uno del rap.

Es una actitud rompedora con lo anterior que quizá podría equipararse al punk en los años 70 y 80.

-Es eso, todo es cíclico, son modas y todo vuelve renovado. Mi padre, que tiene 60 años, no puede ponerse una canción de trap ni loco, pero cuando tenía 18 estaba huyendo de la policía porque era comunista€ Esto es cosa de los jóvenes y va por etapas, no voy a pedir a una persona como mi padre que se ponga trap porque a lo mejor ya no está en eso y les gusta otra cosa. Pero los jóvenes, que estamos todo el día en la calle y viendo ideas nuevas, somos más rebeldes y revolucionarios por defecto y ya cuando crezcamos pues seguramente nos apetezca escuchar o hacer otras cosas. Pero todos hemos tenido 20 años y hemos querido defender nuestros derechos y luchar por nuestra juventud para que salga adelante nuestra generación. Forma parte de la vida.

Entonces, tomando prestado el título un disco de su banda Locoplaya: ¿Qué dice la juventud

-Sólo hay que ponerse a mirar un rato Instagram (risa). Cada vez es más difícil ser joven porque tienes muchos obstáculos para poder llegar a realizarte como persona, con tus propios principios e ideas. Cada vez somos más parecidos porque usamos las mismas cosas, está la globalización y las redes sociales, los gustos se van haciendo más generales y masivos€ Pero tengo muchísima fe en la juventud, he sido parte de eso y a mí también me decían que no íbamos a salir adelante, que éramos la generación perdida, que si los móviles nos estaban atontando... A ver, sólo tienes que tener un poco de personalidad, rodearte de gente y tener las cosas claras.

Centrándonos en su primer directo en Pamplona, ¿qué tres palabras definen un concierto de Don Patricio?

-Mucho griterío, mucho baile y mucha fiesta. Y te iba a decir también autotune, pero lo pongo muy bajito así que no se nota (risas).