Suma setenta años en la profesión, pero para Héctor Alterio (Chacarita, Buenos Aires, Argentina, 1929) queda lejos eso de jubilarse: "El aburrimiento no va conmigo", asegura el actor argentino antes de recalar este viernes en el escenario de La Cava de Olite, donde llevará a escena Como hace 3.000 años. A sus 91 años, Alterio da vida al poeta León Felipe en un viaje poético y musical que, de alguna manera, también habla de sí mismo y de su exilio a través de las propias palabras del poeta. La obra, una de las funciones más esperadas de esta edición del Festival de Teatro de Olite, está dirigida por el propio Alterio y cuenta con música a cargo del guitarrista José Luís Merlín. Y sí, el cartel de todas las localidades vendidas se colgó hace ya varios días.

En agosto de 2010 llevó a escena Como hace 3.000 años

-Hemos ido añadiendo y quitando poemas a lo largo de los años pero en esencia son los textos de León Felipe y la música de José Luis la que protagoniza el recital. Aunque lo hayamos hecho cien veces en el escenario, tengo que demostrar al público que cada día es el estreno. Como si para nosotros fuera también la primera vez.

La obra nació en 2004, fruto de su propio deseo personal, según apuntan en la nota promocional. ¿Qué fue aquello tan interesante que le dijo León Felipe que se decidió a crear una obra en torno a su figura y obra?

-De León Felipe me gusta su actitud y su talento. Es un poeta que comencé a leer en Buenos Aires cuando tenía 15 años y al que tuve la ocasión de escuchar cuando venía a Argentina desde su exilio en México. En 2004 un amigo me redescubrió sus textos y decidí prepararlos para el estreno de un disco de José Luis Merlín. Y hasta hoy€

¿Cómo definiría entonces al poeta, de quien en 2018 se cumplió el 50 aniversario de su fallecimiento?

-Es un autor que me conmueve y con el que se puede aprender de todo, a pesar de sus contradicciones y antipatías tiene una actitud muy especial.

En el espectáculo recita diferentes poemas. ¿Bajo qué criterio se ha seleccionado el repertorio que lleva a escena?

-Se trata de un criterio totalmente personal y subjetivo. Son poemas con los que me identifico y además hemos conseguido sentir el silencio del público que provoca muchas veces la pausa a la que obliga el verso de León Felipe. Su sonrisa y aplauso. Nos sentimos totalmente halagados de poder tener un material tan insólito y talentoso.

Según ha declarado, Como hace 3.000 años no es un mero recital, ya que interpreta los poemas de León Felipe "buscando más allá de su esencia, métrica y melodía". ¿Qué es aquello que busca sobre las tablas entonces?

-Yo lo que manejo es el silencio. Estoy tratando de que se me escuche, que se me vea, que se me atienda, que se me comprenda. Estoy hablando yo. Usted pagó para eso, y yo estoy aquí arriba y tengo que convencerle de que estas palabras, que he dicho cientos de veces, las digo por primera vez y para usted solo. Ese es el juego, y me divierte muchísimo.

De alguna manera, desde la figura de León Felipe, ¿aborda también su propia trayectoria y persona, la de Héctor Alterio?

-Tenemos vivencias comunes, pero fundamentalmente yo interpreto sus textos e intento hacer llegar su mensaje.

Y en caso de ser así, ¿qué diría que le conecta con el poeta?

-Me conecta su verdad€

El título del espectáculo se inspira en un texto del argentino Antonio Esteban Agüero, en el que recuerda como hace 3.000 años, Homero era capaz de congregar a centenares de personas con sus recitales. Pero, hoy día, ¿en qué lugar diría que se encuentra la poesía?

-Creo que la poesía está muy viva y que siempre lo ha estado. Con este espectáculo, nosotros modestamente aspiramos a lo mismo que Homero: acercar la poesía a la gente.

La música es también parte protagonista de la obra y en el escenario le acompaña José Luis Merlín a la guitarra. ¿En qué punto conectan la música y la poesía a lo largo del montaje?

-La participación de José Luis es fundamental, en él me apoyo y su música es el complemento perfecto a los textos que interpreto.

¿La improvisación juega algún papel a lo largo del espectáculo?

-No, no hay improvisación. Intento decir los textos exactamente igual que cuando los escribió León Felipe. Pero aún así, nunca hay dos funciones iguales€ Todas salen diferente.

Ha soplado ya las velas de los 91 años y ha sido la suya una vida ligada a la interpretación. Echando la vista atrás y al ver todo ese camino recorrido, ¿se puede resumir en una sola palabra?

-No, creo que no se puede€ En este tiempo hay algunos proyectos que me han posibilitado muchas cosas, otros que me han gustado y otros que no lo han hecho. En este último caso, eso me ha servido para no repetir los inconvenientes que me han generado y esa es la lección positiva que saco.

Miremos ahora al presente: a día de hoy, ¿cuál es el motor para seguir subiéndose a las tablas?

-Porque tengo que pagar las facturas, si tuviese que vivir con mi jubilación... Pero fundamentalmente porque aún me gusta y me divierte.

Son tiempos convulsos y complicados para el sector. En algunos momentos, ¿no le viene a la cabeza eso de colgar las botas?

-Llevo setenta años de profesión. Me manejo solo y decido por mí mismo los proyectos que me interesan. Soy independiente, hago mi trabajo y el aburrimiento no va conmigo. Quiero seguir igual, quizás no tengo la misma fuerza de hace unos años, pero trabajo lo mejor posible con las limitaciones de mi edad.