La fachada del Teatro Gayarre de Pamplona tiene una invitada muy especial desde el pasado martes 24 hasta el sábado 28 de agosto, de 18.00 a 20.30 horas (y el sábado, de 12 a 13.30 horas también). Se trata de La Cabina Fantástica, una propuesta familiar gratuita de calle desarrollada por el Festival Brif Braf Bruf. En detalle, este espacio está inspirado en el libro Cuentos por teléfono, del escritor Gianni Rodari, y su primera edición tuvo lugar durante las navidades pasadas en la Txantrea.

Con solo marcar un número de teléfono, la cabina se convierte en un universo paralelo que posibilita escuchar hasta 99 cuentos sin moverse uno del sitio. Algunas creaciones de Rodari incluídas son Acera móvil, Zenbakiak asmatzen, El camino de chocolate, La famosa lluvia de Piombiono, Muchas preguntas, Eguzkia eta hodeia o El planeta de la verdad.

Para quiénes aún no conozcan el Festival Brif Braf Bruf, este se alza como un punto de encuentro con la literatura infantil y la ilustración que reivindica la necesidad de la fantasía para vivir. Entre sus objetivos, descansa el fomento de la creatividad mediante experiencias de lo más fantásticas en las plazas y calles de la Txantrea.

DE LA TXANTREA A CARLOS III Se trata de un proyecto emergido en la Txantrea con una proyección cada vez mayor. Tanto es así que la organización del festival se planteó subir La Cabina Fantástica a las calles del centro de Pamplona. Belén Álvarez, miembra de la organización, apuntó que la idea se concibió en un principio como “algo participativo y colaborativo con los niños y niñas del barrio”. Fue tal la aceptación que “nos pusimos en contacto con la dirección del Gayarre para contarles la experiencia”. La iniciativa encajó a la perfección, puesto que “está pensada para el covid-19 al no tener que pulsar ningún botón, ya que funcionan a distancia”, explicó esta artífice. Así, la cabina es un escaparate de la filosofía de Brif Braf Bruf: “Que nos conozcan cuanta más gente mejor, que colectivamente sorprendamos y que hagamos que las cosas vayan a más”.

UN VIAJE PARA TODA LA FAMILIA Si algo tienen claro los protagonistas de esta idea es ofrecer una experiencia a los pequeños y no tan pequeños. “El cometido es demostrar que como adulto también se puede entrar en un espacio mágico, escuchar uno de los cuentos y tener un momento de recuerdo”, sostiene Belén Álvarez. Y parece que así ha sido. La joven de 14 años, Itziar Castro, defendió esta “manera tan interesante de propagar la cultura”. La chica afirmó que “los teatros no pueden abrir a disponibilidad completa y esta es una opción muy buena que fomenta la cultura callejera. Mayores y pequeños, todos tenemos un hueco en la cabina”.

La joven Itziar Castro, disfrutando del cuento 'Un viaje al futuro' / UNAI BEROIZ

AL SERVICIO DE LA INFANCIA Algunos estudiantes de los centros de Infantil y Primaria de CP García Galdeano, CP Bernart Etxepare IP y CP Doña Mayor han sido protagonistas del acontecimiento. “Si queríamos hacer partícipes a los más pequeños en nuestro proyecto, desde luego que teníamos que tener una alianza sólida con los centros escolares”, contó Belén Álvarez. Hubo una invitación a estos últimos para trabajar a partir de la gramática de la fantasía y de las técnicas de Rodari para crear los cuentos.

En las mismas líneas, Maitena Muruzábal, coordinadora de la iniciativa, subrayó también el papel de los alumnos del CP El Molino, de educación especial, a la hora de colaborar en el proyecto de múltiples maneras. Lejos de posicionarles como meros espectadores, la cabina obedecía sus gustos e intereses.

GIANNI RODARI, PUNTO DE CONEXIÓN Al preguntar a las artífices de la iniciativa por el papel de Rodari dentro de La Cabina Fantástica, Álvarez reflexionó sobre lo mucho que les une este artista al grupo cultural que organiza el festival. En la misma línea, Maitena Muruzábal relató que “para todas era una figura importante y lo teníamos presente de una forma u otra porque su manera de presentar la fantasía y ver el mundo coincide con la nuestra”. A esto se le suma la visión de Rodari de “entender la infancia y las capacidades propias de esta edad”, añadió otra de las creadoras, Ainara Santaquitera.

Las artífices de la iniciativa agradecieron al Teatro Gayarre por el espacio y a la Biblioteca Pública de la Txantrea por el material bibliográfico cedido . Una idea hecha realidad en parte gracias a colaboración del Ayuntamiento de Pamplona, el Gobierno de Navarra y el programa Innova, promovido por la Fundación La Caixa y Fundación Caja Navarra