Tras 16 años de rodaje, el cuarteto de Bocanada vuelve a jugar en casa en el concierto de este viernes, en el que presenta su quinto y último disco Ahora que los leones duermen (2020). A partir de las 20.00 horas, Martín (voz), Juanito (guitarras), Rupi (bajo) y Pepo (batería) se reencontrarán con el público pamplonés, haciendo temblar la Sala Tótem con su Rock’n’Roll “sin medias tintas”.

¿Cómo se plantean el concierto de hoy, qué van a ofrecer al público? 

–Con muchas ganas. Es el último de esta gira que hacemos y queremos que la gente se lo pase muy bien, que viene siendo el denominador común de todos los conciertos. Que la gente se lo pase muy bien, tocar en casa, que nos vean nuestros padres y sobre todo eso, que la gente se lo pase tan bien como nosotros. Y tocar en casa es eso. En el repertorio hay algo más del nuevo disco, pero también son cinco discos y al final hay que repartir. El disco nuevo es el que más representación tiene, pero de los otros cuatro también va mucho. La gente no va al concierto por el disco nuevo, sino porque es un concierto de Bocanada, con o sin disco. Realmente la gente va porque le apetece ir al concierto. 

¿Cómo está viviendo el grupo este nuevo capítulo con el disco Ahora que los leones duermen

–Teniendo en cuenta que lo publicamos en febrero de 2020, ha caído lo que ha caído. Pero muy bien. Se paró todo, no hicimos nada de por medio porque no se daban las circunstancias, Bocanada no encajaba para hacer conciertos a medio gas, y decidimos salir un poco más tarde, después del boom de todo el mundo que ha querido arrancar. Es un poco reencuentro con nosotros mismos en un escenario y funcionando de gira, con las canciones... Lo bonito es que el disco nuevo aguantó bien el paso del tiempo, parece que las canciones en directo funcionan, y más importante todavía: teníamos mucho miedo de que la gente se hubiera olvidado de nosotros, pero hasta ahora tocamos madera. La gente está ahí todavía, el reencuentro ha sido muy bueno. 

¿Cómo ha sido la evolución de Bocanada desde que echó a andar allá por el año 2006?

–Al final son 16 años, ha habido cambios de formación, seguimos llevándonos todos igual de bien; en el escenario vamos a estar cuatro, pero todos los de Bocanada que han estado con nosotros estarán en el concierto. La familia ha crecido, hay más involucrados, pero cuando miramos para atrás sorprende un poco. 16 años están muy bien, cuando empezamos no sabíamos que íbamos a durar tanto. Pero éramos todos colegas desde chavales, y como tampoco tenemos mayor afán que divertirnos y pasárnoslo bien y seguimos cumpliéndolo, aquí estamos. Nos cansamos más que antes en las giras, pero es que son 16 años más. 

¿Cómo se define Bocanada? 

–Nuestra seña de identidad son los directos muy pontentes, con mucha entrega. Y es un concierto de Rock’n’Roll, no hay medias tintas. Desde que empieza hasta que acaba, zapatilla. Queremos que la gente se lo pase bien y que vean una banda potente en el escenario, con mucha actitud y mucha entrega. 

¿Entonces, prefieren los escenarios a los estudios? 

–Sí, de largo. Los estudios también tienen su cosa, pero cuando grabas el disco ahí se queda, ya no lo vuelves a oír. No lo escuchas como oyente, sino buscando qué está mal o qué cambiarías. Para el estudio se requiere mucho trabajo previo de ajustar, ensayar y preparar bien. Con el directo, en cambio, disfrutas más y lo trabajas de otra forma, y es donde estamos más cómodos. Pero para ir a un sitio hay que pasar por el otro primero. 

¿Qué quiere transmitir Bocanada con su música y sus letras?

–El que puede indicar mejor no está aquí, pero las letras de Martín siempre hablan un poco de creer en uno mismo, de la libertad... Este disco nos han dicho que tiene varias alusiones a la soledad, pero una soledad buscada y compartida. Van por ahí los tiros. Las letras de Bocanada tratan de reflejar que todo el mundo busca su espacio, su sitio. Luego a lo mejor Martín oye esto y nos dice: ‘Pero qué dices, chalado’. Pero van por ahí los tiros, eso es lo que transmitimos: la sensación de libertad y de que todo el mundo tiene derecho a buscar su espacio. 

¿Qué se siente cuando ven que el público se sabe las canciones de memoria, lleva camisetas de Bocanada y apoya al grupo?

–Que somos muy mayores. Nos vienen a ver los que empezaron a vernos con 25 años y ahora tienen más de 40. ¡Madre mía! Hace gracia, qué pedrada tienen. ¡Y hay gente que repite, en distintas ciudades! Tenemos mucha suerte con la gente que nos sigue, se entregan mucho y van a vernos a otros sitios, nos dan mucha fuerza y están siempre ahí. Nos motivan y nos ayudan a seguir. Nos dan las gracias cuando es al revés, los que tenemos que estar agradecidos somos nosotros. Nos transmiten mogollón y se agradece muchísimo todo el apoyo. 

¿Qué es el éxito para Bocanada?

–Seguir aquí. 16 años tocando es un éxito, vamos a tocar en Tótem, nuestros colegas no nos han retirado la palabra, tenemos apoyo discográfico, no debemos dinero a nadie. Ese es el éxito. En nuestro pequeño mundo hemos triunfado. Nos subimos a tocar y punto; entre un poquito de aquí y un poquito de allí, vamos para delante. Nosotros hacemos nuestra parte del trato y la gente pone la suya. Ya hemos triunfado, nos damos por satisfechos. Somos unos privilegiados.

¿Qué les aporta personalmente formar parte de la banda?

–Es una forma de vida. Nos aporta muchísimo, es una parte muy importante de nuestras vidas. Sabemos que los martes ensayamos, los jueves discutimos, los sábados tocamos y los domingos venimos medio muertos. Es una parte importante de nuestras vidas que requiere mucho tiempo y esfuerzo, pero lo hacemos con gusto. No sabríamos vivir sin Bocanada. Es la vida social que tenemos, nuestra vida fuera de los quehaceres rutinarios. Hay muchos días que vamos a ensayar y no sacamos una guitarra de la funda, nos quedamos hablando. Es el vínculo que se crea. Se nos haría muy raro no vernos todas las semanas, porque forma parte de nuestro día a día. En lo personal, es nuestra vía de escape y nuestra mayor pasión. 

Con este concierto Bocanada cierra su gira El despertar de las fieras. ¿Será una despedida para mucho tiempo o tienen nuevos proyectos entre manos?

–Esperamos que sea un punto y seguido. Han sido seis conciertos porque no sabíamos que nos íbamos a encontrar esta respuesta tan buena. Fuimos un poco de segurolas y cogimos seis para ver cómo funcionaban, porque arriesgar más de la cuenta nos daba un poco de vértigo. Ahora acabamos la gira y nos metemos otra vez al local a preparar cosas nuevas y ensayar. Habrá noticias pronto. De momento, al local a trabajar. Y a ver si el año que viene movemos ficha y lo retomamos en el punto en el que lo dejamos ahora, que la cosa va muy bien.