Con el objetivo de “acercar el arte al gran público”, en particular al más joven, “acostumbrado a otro tipo de estímulos visuales”, y de “educar entreteniendo”, la empresa Art Apart ha montado en la Sala de la Muralla de Baluarte la exposición Impresionistas. Muestra que propone una inmersión en este célebre movimiento pictórico en la que los más de mil cuadros que se exhiben “cobran vida” y el aprendizaje se torna ameno a través de paneles, proyecciones y música. La propuesta permanecerá abierta hasta el próximo 15 de enero.

Después de un recorrido por Sevilla, Valencia, Málaga, Madrid y Bilbao, la exposición desembarca en Pamplona con la intención de convertirse en una opción de ocio cultural para toda la familia y de visita didáctica para escolares. Asimismo, durante los fines de semana ofrecerá talleres infantiles en el horario de la exposición en los que las/os más pequeñas/os de la casa podrán zambullirse en el arte de una manera práctica.

El 'Templo' o sala principal donde se despliega la vida y obra de los diez exponentes del movimiento. Javier Bergasa

El templo de los diez

El recorrido de la muestra comienza con una serie de montajes, cabinas y elementos con los que las/os visitantes podrán hacerse fotografías. Por ejemplo, uno de los photocalls creados para la ocasión es una cabina donde quien lo desee podrá inmortalizarse en la Noche estrellada, una de las pinturas más conocidas de Vincent Van Gogh.

Una vez traspasada esta zona más lúdica, se llega al templo, que viene a ser la sala en la que se despliega información sobre la vida y obra de los diez principales representantes del impresionismo. Así, se puede saber más de Monet, Renoir, Lautrec, Cézanne, Van Gogh, Gauguin, Degas, Manet, Pissarro y la única mujer del grupo, Berthe Morisot, considerada la “primera gran dama de la pintura contemporánea”. Cuñada de Monet, la pintora fue considerada una artista de segunda y su “exquisita habilidad técnica” no fue reconocida hasta finales del siglo XX.

Cada artista se presenta a través de una fotografía pequeña y de un retrato o autorretrato original animado para la ocasión. Esto es, algunos de ellos parpadean y otros hasta guiñan un ojo. Y todos van acompañados de un breve perfil biográfico y de citas textuales. Así, mientras Renoir afirmaba “me gusta una pintura que me hace querer pasear por ella”, Manet decía “cada nueva pintura es como tirarme al agua sin saber pintar” y Degas defendía que un pintor “solo hace cosas buenas cuando ya no sabe lo que está haciendo”. 

Como preludio, en esta misma sala se incluye un epígrafe dedicado al nacimiento del movimiento pictórico y a la que está considerada su obra fundacional, Impresion, sol naciente, de Monet, como explica la coordinadora de la exposición, Cristina García.

La exposición se compone de varios paneles con numerosos ejemplos y elementos didácticos. Javier Bergasa

12 pantallas, cientos de cuadros

El recorrido prosigue con varios paneles en los que se establecen comparativas entre impresionismo y romanticismo, movimiento inmediatamente anterior; a la vez que se profundiza en las características principales del primero, como la denominada “pincelada gestáltica”, es decir, aquella que de cerca no dice gran cosa, pero que adquiere todo su significado con la distancia. “La inauguraron los impresionistas sin saberlo”, indica García, que subraya, asimismo, cómo estos artista establecieron “las bases del color moderno”. Otro de los apartados aborda la importancia de la luz, y la ejemplifica con la serie que Monet sobre la Catedral de Rouen, a la que dedicó dos años. La naturaleza, los paisajes, los boulevares, lo espontáneo como oposición a los posados, sus influencias, la reacción a la fotografía son otros de los asuntos que trata la exposición, que dedica un panel especial a las mezclas de color y las paletas que usaban Cézanne, Monet, Renoir y Degas.

Por último, el punto fuerte es la gran sala inmersiva de 400 metros cuadrados, con música envolvente, en la que se puede caminar o tomar asiento ante las 12 pantallas gigantes, de 4,50 metros de alto y hasta 24 metros de ancho que proyectan cientos de obras de los maestros del impresionismo.

  • Horarios. El horario de la exposición es de martes a domingo de 10.00 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.30 horas (último pase, a las 19.30).
  • Entradas. 11 euros, general; 9 para familias numerosas, estudiantes, desempleados, mayores de 65 años, personas con discapacidad y carné joven; 8 euros para niñas/os de 5 a 12 años; gratis para niñas/os de 0 a 4 años. La entrada y el taller para niñas/os de 5 a 12 años cuesta 10 euros. Se pueden adquirir en https://impresionistasexpo.com