Pepito, el niño de los cuatro nombres (Pepe, Pepito, José y Joselito) comparte su historia con nosotros y con la Narradora. Su vida comienza y termina en Madrid, entre los años veinte y la primera década del siglo XXI. Es un niño muy feliz y alegre. Por eso la Pena le busca y viene a verle más de diez veces, con enfermedad, ignorancia, miedo, hambre, aburrimiento, soledad... ¿Conseguirá que Pepito se apene? Esta es la sinopsis de Pepito (Una historia de vida para niños y abuelos) es una obra que quiere compartir experiencias y hacer preguntas a niñas y niños sobre la alegría, el amor y la superación de las dificultades. Porque a veces la vida no es fácil, pero siempre es una gran aventura. El trabajo, dirigido a público a partir de 8 años, se estrenará este sábado, 19 de noviembre, a las 18.00 horas, de la mano de Ireala, compañía de la actriz navarra Leyre Abadía, en la Escuela Navarra de Teatro, donde también podrá verse el domingo a la misma hora. 

Dirigido por Carmen Losa, el montaje parte de la obra original escrita por la dramaturga Itziar Pascual, que, entre otros muchos reconocimientos, en 2019 recibió el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y Juventud. Además, ese mismo año, obtuvo el Premio Morales Martínez de Teatro Infantil precisamente por Pepito. Pascual es desde hace ya unos años una de las mayores exponentes actual del teatro infantil, juvenil y familiar en el Estado. Y en esta ocasión ha formado equipo con Abadía y con Losa para poner en escena una propuesta que ya nos revela mucha información desde su título. “El concepto de historia de vida procede de los estudios de Trabajo Social y de Sociología y tiene que ver con la idea de documentar la biografía de una persona; es la manera de recoger su testimonio a través de los sucesos más elementales de su vida”, dice Pascual, y añade: “Es también un modo de cuestionar un relato heroico en el que siempre nos han contado las historias de reyes, príncipes, nobles... ¿Dónde quedan los otros personajes?”

En ese sentido, Pepito es una historia que tiene documentación biográfica e histórica y refleja la vida de un niño que nace a principios del siglo pasado “y que va a vivir toda una serie de circunstancias importantes en la historia española contemporánea”. De esta manera, Pepito tiene su propio itinerario personal, pero también nos representa a todas/os. Memoria íntima y memoria colectiva. “Su historia es la de los niños que conocen la Guerra Civil, la existencia del exilio y de los refugiados; de los niños que a medida que crecen conocen la posguerra y el estraperlo o el pluriempleo, la necesidad de trabajar en distintos oficios para sacar adelante a sus familias”. En definitiva, la historia de los últimos cien años de este país.

Itziar Pascual, Carmen Losa y Leyre Abadía, autora, directora e intérprete, respectivamente, de 'Pepito'. Ayeisa Sánchez de Rojas

Intergeneracional

Y es una propuesta para niñas/os y abuelas/os. “En este equipo de creación nos importa mucho favorecer el diálogo intergeneracional. Creemos que es fundamental que nuestros niños y nuestros abuelos tengan espacios donde compartir experiencias, recuerdos y vida, y deseamos que este espectáculo sea una motivación para ese diálogo intergeneracional”, apunta la dramaturga, para quien sería “fantástico” que niñas y niños y abuelas y abuelas acudieran juntos a ver esta funciones a la ENT.

Pascual siente algo “especial” siempre cuando uno de sus textos cobra vida sobre la escena. Y en este caso más, si cabe, ya que “no puede estar en mejores manos”. Carmen Losa y Leyre Abadía “son dos mujeres con una trayectoria profesional muy seria”. “Las conozco a ambas y muy pronto surgió el deseo de trabajar juntas y de ponernos en marcha”. La pandemia ralentizó el proceso, pero superado ese tiempo, “decidimos recuperar el proyecto y sacarlo adelante”. 

Sobre el escenario solo está Leyre Abadía, que con su trabajo “tiene la maravillosa capacidad de construir todo un universo”. Ella es Pepito y la Pena, los dos personajes principales, pero también la Narradora, “que va a ir intercalando elementos contextualizadores” de la historia de España y de la vida de sus ciudadanas/os. Esta historia, asimismo, se enmarca dentro de la tradición literaria, ya que recoge el “combate entre la alegría y la pena”. “¿Puede la pena volver una y otra vez a la vida de una persona; y puede esa persona encontrar fuerzas, esperanza y voluntad para seguir luchando por la felicidad y la alegría?” Esta es la pregunta clave de Pepito.

Para niñas/os, por supuesto

Ante la cuestión de si este tipo de historias, alegres, pero también tristes, felices y a la vez duras, deben contarse a los niños, Itziar Pascual lo tiene muy claro. “Creo que hay que propiciar que el arte proponga preguntas y favorezca el encuentro de distintas generaciones. Es una tarea maravillosa del arte ayudar a compartir, a convivir, a tener memoria y a tener experiencia”.

Experta en teatro familiar, Itziar Pascual escribe sus textos pensando en distintos niveles de lectura, de manera que desde el espectador más pequeño hasta el más adulto puedan sacar algo de ella. Que las/os acompañantes no se conviertan en meros convidados de piedra. Y en este caso sucede lo mismo. “Nos parece muy importante crear un texto espectáculo con distintas capas de lectura que pueda llegar de distintas maneras al público. Esta es una tarea muy bella para nosotras, porque habrá detalles, complicidades, juegos que serán muy nítidos para una parte del público y distintos para otra”.

Escribir teatro para la infancia y para la juventud ha sido “un gran desafío personal” para la dramaturga, por cuanto significa “un compromiso presente con los espectadores presentes de la obra”. “Es un trabajo muy exigente porque es un público ávido de experiencias, muy disponible, abierto a muchas posibilidades y que se merece lo mejor y por eso tenemos que luchar para dárselo”. A veces, a este tipo de espectadoras/es se le ofrecen meros divertimentos y la dramaturga cree que “la gran literatura infantil y juventil tiene un alcance que atraviesa el tiempo, y ahí es donde el arte debe exigirse a sí mismo ofrecer no algo circunstancial, sino que pueda invocar dialogar con el público en el tiempo”. Y es que, lamentablemente, las niñas y niños de hoy tienen noticia de lo que es la guerra, de qué es una persona refugiada, saben lo que es la precariedad económica y la crisis. Así que “la tarea es encontrar una forma poética, artística, exigente con la que abordar todo tipo de cuestiones”, sin esconderles los temas espinosos.

En equipo

Pepito se ha creado “en equipo” entre Leyre Abadía, Carmen Losa e Itziar Pascual. Se ha dado “un diálogo artístico maduro, fructífero, generoso” y “es muy hermoso” poder trabajar así, comenta la dramaturga, que destaca, asimismo, lo crucial que fue la residencia que el proyecto consiguió en El Punto Gunea”, que le dio “un impulso muy importante al proceso creativo”. Sin olvidar el apoyo de la Escuela Navarra de Teatro “al apostar por un estreno absoluto”.

Así las cosas, Pepito (Una historia de vida para niños y abuelos) llega a la meta, al estreno. “Lo vivo con mucha ilusión, con mucho amor al equipo, con mucho respeto al público y con el deseo de que sea un proyecto que interese, que guste y que sirva. Ojalá”.