PREGUNTA: Han pasado ya casi cinco años desde que salió de Operación Triunfo. ¿Ha tenido tiempo para saborear todo lo que le está pasando?

RESPUESTA: –Si te soy sincera, hasta hace un año o así no empecé a asimilar todo lo que me estaba pasando. Me parece muy fuerte que ya hayan pasado cinco años. Es mucho tiempo, pero, por otro lado, parece que ha pasado más tiempo todavía; ha habido tantas cosas que digerir, he trabajado y he aprendido tanto, que es como si en vez de cinco años, hubiesen pasado diez. Pero sí, este último año ha sido cuando he tenido tiempo para analizarlo todo y saborear el momento. 

P: Publicó dos epés y el disco no salió hasta 2022. Quería estar totalmente convencida.

R: –Efectivamente. He sacado mucha música durante estos años, pero es verdad que, cuando salí, no tenía ni la experiencia ni la solidez como para ponerme a hacer un álbum completo. Un disco es un proyecto muy redondo y me he tomado mi tiempo para prepararlo como merece. Estoy muy contenta con el proceso que he seguido y estoy muy orgullosa de cómo quedó el disco y de la música que estoy haciendo ahora. Todo lleva su tiempo y yo siempre he querido hacer las cosas con el corazón y a mi manera, así que estoy muy satisfecha. 

P: Teniendo la popularidad que tenía, ¿tuvo presiones para hacer las cosas más rápido?

R: –Siempre hay una presión por parte de la industria musical, que más que una persona es un ente, que es lo que te empuja hacia este ritmo frenético, esta manera de consumir música que hay ahora, más efímera, más de usar y tirar, que es como está funcionando con los singles. Yo siempre he querido ser una artista de discos, me parece que los discos dan solidez al proyecto. Entonces sí que he tenido esa presión, todos los artistas la tenemos, pero también he tenido muy claro siempre cómo quería hacer las cosas, cómo quería ir construyendo mi carrera. Cuando haces las cosas a fuego lento, con el corazón y con cariño, todo va mejor a largo plazo.

P: En el disco, ‘Tiene que ser para mí’, mezcla un montón de estilos: electrónica, drum’n’bass, dream pop, baladas… incluso un bolero. 

R: –Sí, hay de todo. Desde pequeña he escuchado muchos estilos de música y mi música está hecha de todos esos estilos. Me parece una manera muy divertida de crear tu propio lenguaje. Además, toda mi música, la de antes y la de ahora, siempre se caracteriza por tener un poco de todo. Me alimento de muchos estilos diferentes y luego los paso por mi filtro.

P: Las letras son muy personales, quiso plasmar los distintos estados de ánimo por los que había pasado en la época en la que compuso el disco.

R: –Sí. Para mí escribir es una especie de terapia, una manera de entenderme mejor a mí misma y de entender mejor el mundo. Escribes sobre sentimientos, reflexionas sobre ellos y eso te permite verlos desde otra perspectiva. Es una especia de autoterapia. A la gente que escucha mi música también le sirve, es muy satisfactorio. Es un ejercicio de ayuda propia, pero que también puede ayudar a otras personas. Es muy bonito.

P: Ha hecho varias colaboraciones, la semana pasada sacó la última con Ana Mena. Sin embargo, en el disco apenas hay ninguna. ¿Fue premeditado?

R: –No. Hicimos algunos tanteos y hubo una que se quedó fuera por falta de tiempo. Al final, me pareció bien sacar un disco sin colaboraciones, algo así como 'este es mi disco'. Me apetecía sacar algo que reflejase lo que puedo hacer en solitario. Pero bueno, las colaboraciones son algo muy divertido y enriquecedor, me gustan mucho.

"Me alimento de muchos estilos diferentes y luego los paso por mi filtro; es una manera divertida de crear tu propio lenguaje”

P: Hoy en día, a los artistas de su generación les preguntan por muchos temas que no tienen nada que ver con la música: tendencias, sexualidad, moda, política… ¿Se siente cómoda en ese papel de influencer que le toca adoptar?

R: –No me siento demasiado cómoda, la verdad. Me gustaría que la percepción que se tuviese de mí se ciñese a mi faceta profesional, pero también entiendo que vivimos un momento en el que los referentes musicales, obligatoriamente, tienen que tener un discurso definido, una manera de ser que acompañe su propuesta artística. A la gente le gusta ver una cierta representación en la gente que tiene visibilidad. Cuando me preguntan, yo contesto con normalidad y con cierta ironía, incluso con sarcasmo; luego salen unos titulares muy locos y mi madre me quiere matar (risas). No tengo una voluntad política establecida, simplemente me limito a contestar con la mayor naturalidad posible a las preguntas que me hacen.

P: Ha dicho varias veces que siente el ‘síndrome del impostor’. ¿A qué se refiere? 

R: –Cuando haces música y las muestras al exterior, por mucha confianza que tengas, siempre hay momentos de duda en los que te sientes pequeñita. También influye tu estado emocional y mental. Por suerte ya no me siento así, estoy muy conectada con lo que hago y lo disfruto sin plantearme si valgo o no para ello. Si lo estoy haciendo, será que valgo, tengo que abrazarlo y tener confianza en mí misma.

P: ¿Cómo está yendo la gira? En Madrid llenó la sala Ochoymedio y dentro de unos meses vuelve a La Riviera, que es bastante mayor.

R: –Estoy muy contenta con la gira, es una oportunidad muy buena para ver un público objetivo más allá de los festivales. También es una forma de darle presencia al disco, de poder compartirlo con los fans. Este fin de semana tocamos en Razzmatazz (Barcelona) y fue increíble. Tocar en la Ochoymedio de Madrid también fue genial, mil doscientas personas, la sala llena, las entradas agotadas con mucha antelación… Fue un plus de autoestima. En provincias es más difícil vender entradas, la gente está jodida de dinero y eso se nota, pero estoy muy agradecida de poder hacer la gira y presentar el disco.

P: Tocó en México también.

R: –Sí, el año pasado. Fue impresionante estar al otro lado del océano y que hubiese más de mil personas que sabían mis canciones… Fue muy fuerte. Este año vuelvo a México, tengo muchas ganas. Seguramente iré a más países de Latinoamérica.

P: Habla de Latinoamérica, pero ahora parece que el idioma ya no es una barrera, hay artistas que cantando en castellano triunfan en países de habla no hispana.

R: –Sí, ahora mismo la música en español está en auge total. Es un muy buen momento.

P: ¿Qué supone actuar en Pamplona? ¿Más nervios por tocar en casa?

R: –Vamos con el formato que estamos llevando, una banda de cinco chicas. Repasamos todo, desde el principio hasta ahora, aunque nos centramos en el disco. También haremos alguna canción nueva y alguna colaboración. Va a ser muy emocionante tocar en casa, delante de la familia y los amigos. Me hace muchísima ilusión, voy con todas las ganas.