Publicó ‘Instantánea’ en 2018. ¿Se sigue reconociendo en él?

Me sigo reconociendo, pero creo que ha cambiado el rumbo que yo podía haber imaginado para el disco, y también he cambiado yo. La arquitectura musical la aportó Fredi Peláez, el productor del disco. Yo no podía ni soñar que las canciones que había compuesto a guitarra y voz podían transitar esos caminos musicales. Ha sido un buen engranaje, una alquimia perfecta entre el autor y el arreglista del disco. La base es canción de autor, letra y música con mensaje, pero trascendiendo la etiqueta de cantautor con esa diversidad estilística: hay bluegrass, pop más británico, canción desnuda de trova, rythm’n’blues…

También había variedad en las letras; algunas eran más poéticas e intimistas, mientras que otras miraban hacia fuera, muchas veces con ironía.

Sí. No es un disco conceptual que sólo hable de un tema y hemos conseguido que haya un equilibrio, por un lado en las letras, unas más introspectivas y otras más abiertas hacia el exterior con una mirada más irónica de la realidad, y por otro lado en la música, con los diferentes estilos de los que hablábamos antes. Creo que es un disco rotundo y con capacidad de sorprender al oyente.

Hay quien dice que la canción de autor es cosa del pasado, pero al final parece que lo clásico nunca pasa de moda.

Yo bebo de fuentes clásicas, mis referentes son fundamentalmente cantautores, aunque también hay otro tipo de autores. Están Luis Eduardo Aute, con quien tuve una buena relación, Leonard Cohen… Son autores que han sido clásicos, pero que también han innovado, evolucionaron. En mi caso, veo las canciones de Instantánea en sus distintas fases: cuando las compuse, cuando las grabé, cuando las he tocado en directo… Han cambiado, no son las mismas.

La gira se ha desarrollado por lugares muy escogidos, ha mimado la propuesta.

Sí, creo que tengo la virtud de la perseverancia, tengo las ideas claras. Con la veteranía que te da la edad, sé muy bien qué es lo que quiero y cuál es el objetivo que quiero alcanzar, siendo también realista, por supuesto. La perseverancia, la profesionalidad y la suerte, que también influye, han hecho que la gira saliese como yo había imaginado. Efectivamente, he seleccionado muy bien los escenarios en los que quería que Instantánea desembarcase.

“Ya tengo las canciones elegidas. La idea es grabar en el segundo semestre de este año y que el disco vea la luz a principios de 2024”

Ha preparado un broche final con varios conciertos en Navarra, Barcelona y Madrid.

Siempre me he considerado un corredor de fondo en todas las facetas de la vida. El proyecto de Instantánea, aparte de suponer para mí un crecimiento artístico y profesional, también me ha hecho crecer como persona. Soy muy pasional, intento hacer todas las cosas con el corazón y agarrándome al carpe diem, pero también soy muy reflexivo. Tuve la suerte de estar un año sin tocar, así que pude componer nuevas canciones y pensar cómo quería que se acabase el proyecto de Instantánea. Todas las etapas son importantes: cuando se idea un disco, cuando se lanza, cuando se desarrolla y cuando se cierra; lo que en argot teatral sería planteamiento, nudo y desenlace. Estoy muy satisfecho, creo que el objetivo se ha cumplido.

El último concierto de Madrid será en un lugar especial.

El sitio es especialísimo, sí. Ese concierto lo visualicé el año pasado; fui a un homenaje que le hicieron a Luis Eduardo Aute allí y cuando salí del concierto tuve claro que quería despedir la gira de Instantánea en aquel lugar tan maravilloso, el teatro Longoria de Madrid. Me presentará Luis Mendo, mítico músico de Suburbano que fue amigo íntimo y productor de Aute, será un lujo. Y habrá también una colaboración poética con Rodolfo Serrano (padre de Ismael Serrano).

“La perseverancia, la profesionalidad y la suerte, que también influye, han hecho que la gira saliese como yo había imaginado”

Imagino que ya estará pensando en el futuro.

En este tiempo he compuesto, casi diría que arrebatado por las musas. He estado aliado con mi alter ego musical, Fredi Peláez. Quería despedir la gira, cerrar etapa y ponerme con lo siguiente. Ya tengo las canciones elegidas y Fredi está trabajando en decidir los arreglos y los músicos que participarán en el proyecto, que son importantísimos, aunque el foco me lo pueda llevar yo. Somos una banda y les estoy muy agradecido por acompañarme en este camino. La idea es grabar en el segundo semestre de este año y que el disco vea la luz a principios de 2024.

Cuando cierre definitivamente esta etapa y meta esta ‘Instantánea’ en el álbum de fotos de su vida, ¿cómo quedará?

Creo que tendré una sensación de autoafirmacion personal. Recordaré que creí en mis posibilidades y en mi capacidad artística y que tuve el coraje para materializarlo. Ese carácter pasional y luchador, de no rendirse para intentar conseguir los sueños propios. En mi caso musical, creo que me ha marcado el haber nacido en esa generación del baby boom, que hemos sido autodidactas en muchos temas de la vida y nos hemos tenido que adaptar a muchos cambios. He sido un autor tardío a la hora de sacar el primer disco, pero lo he hecho. Como digo en la canción A medias, siento que estoy en la mitad del camino. Las canciones cobran vida cuando llegan al oyente; de hecho, muchas veces cobran una vida diferente a la que creías que les dabas tú cuando las escribías. Hay una frase hindú que dice que lo que no das, se pierde. Cada vez soy más consciente del tempus fugit y del carpe diem; si tienes algo que decir, es egoísta que te lo guardes para ti. Hay que ser generoso. Con el paso del tiempo, creo que pensaré que Instantánea cumplió su papel, con su guiño a las fotografías analógicas; si estas fotos sirvieron para que otras personas se emocionasen o se sintiesen identificadas, misión cumplida.