Liesbeth Baelus, Yorrick Troman y Solveig, su hija de cuatro años, han creado el proyecto Orbit musicians, mediante el cual pretenden dar la vuelta al mundo en su furgoneta y con sus violines. El objetivo de esta aventura es romper con las fronteras y los límites mediante la música, ofreciendo más de 100 espectáculos gratuitos en más de 40 países.
Esta familia lleva ya ocho años afincada en Berroeta (Baztan) y tras muchos años preparando este proyecto, han decidido que ha llegado el momento. Liesbeth Baelus y Yorrick Troman son músicos profesionales con un gran currículum. Actualmente, Yorrick es el concertino de la Orquesta Sinfónica de Navarra y Liesbeth forma parte del Taurus Quartet.
Pero ahora, han decidido parar por un año para finalmente poder cumplir con un sueño al que llevan años dándole forma. Tal y como explican, es un proyecto internacional por su carácter y universal desde un punto de vista cultural y social. “Nuestro punto de partida es que la música es un medio fabuloso para compartir nuestro patrimonio cultural. ¿Por qué no unirla con las tradiciones artísticas del mundo entero, a través de verdaderos intercambios culturales?” reflexionan.
Lo tienen muy claro. “Las conexiones, los intercambios, aprender y compartir: estos son los pilares humanos y artísticos de nuestro proyecto” y defienden que la música es una disciplina sin límites, un lenguaje universal que sirve para crear lazos de unión, porque “no entiende de barreras geográficas, lingüísticas o religiosas”.
Su viaje se basará en el slow travel, que les permitirá establecer verdaderos vínculos culturales y respetar el planeta. A pesar de que tienen una idea general del itinerario que van a seguir y los países que quieren atravesar, están abiertos a la improvisación. Explican que quieren llegar a lugares en los que el acceso a la cultura es limitado, ya sea por su situación geográfica, económica o política. Además, también quieren cooperar con artistas locales de los lugares que visiten. “Queremos mezclar nuestra música con las tradiciones locales, dar sentido a la noción de derecho cultural, y profundizar en la cooperación dentro del mismo ámbito. Hemos preparado tres tipos de conciertos para este viaje: un concierto de música clásica, un espectáculo didáctico y un concierto de piezas originales diseñado para compartir con los artistas locales –músicos, pintores, poetas, videógrafos etc–. Este último tipo de encuentro se preparará directamente con ellos, en el lugar en el que nos encontremos en ese momento” explican.
Este proyecto es un sueño que por fin se va a poder realizar. “Yo no sé la gente cuántas vidas tiene, pero yo solo tengo una y quiero vivirla al máximo” explica Yorrick ilusionado. Y es que este viaje en familia va a ser sin duda una experiencia inolvidable para todos. La pequeña Solveig también va a disfrutar de la experiencia a su manera. Además de su pequeño violín, también se llevará una cámara de fotos con la que irá captando este viaje a través de sus ojos. Según cuenta, durante este año se mantendrá en contacto con sus amigos de Berroeta mediante videollamadas en las que les informará sobre los porvenires de la aventura. “Si ella quiere, también podrá tocar con nosotros” decía su madre. Aunque admiten que les da miedo que Solveig no pueda recordar este viaje cuando crezca, son conscientes de que será una experiencia muy enriquecedora también para ella.
Despedida
Antes de partir hacia Francia, esta familia de músicos quiso despedir a sus vecinos y amigos de Berroeta ofreciendo un pequeño concierto. Con Amaia Cordoba en el piano y el txistulari Ion Irazoki, la formación musical Gandeia de la que forma parte Yorrick interpretó dos canciones que bailó Oihana Santxotena. Además, los hermanos Kiko y Fermin Gartxitorena se animaron a cantar un par de canciones que el mismo Yorrick se encargó de arreglar. De esta manera, se salieron de la música clásica para interpretar canciones de pop con la colaboración especial de estos vecinos que aunque no se dediquen a la música sienten una gran pasión por el canto. Este es otro de los objetivos que pretenden lograr con el proyecto musical: colaborar con artistas no profesionales de todo el mundo. Durante la actuación la pareja también interpretó algunas canciones en solitario.
Fue un evento muy especial al que muchos berroetarras no quisieron fallar. Al finalizar el concierto la familia de artistas se mostraba agradecida e ilusionada por la nueva etapa que estaban a punto de afrontar.
Así pues, tras este breve pero especial concierto, la familia se subió a su furgoneta para dar comienzo a esta vuelta al mundo que pretende finalizar en agosto de 2024 con su retorno a Berroeta. Tomando la dirección hacia Francia, pasarán por Italia hasta llegar a Grecia, donde ofrecerán la primera actuación. A partir de ahí, planean recorrer Turquía, Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Pakistán, India, Nepal, Tailandia, Vietnam, Laos, Malasia, Indonesia, Filipinas, Hong Kong, China, Japón, Hawai, Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Brasil, Costa de Marfil, Mali, Senegal, Mauritania y Marruecos. Mientras tanto, irán informando sobre sus aventuras en redes sociales y una página web de Orbit musicians que pretenden crear.