Una vez más decimos no a las guerras. Y a las políticas que están llevando los genocidas de Trump, Putin y Netanyahu…..

Estos canallas son los mayores responsables de casi todos los conflictos que se están dando en estos momentos (pero no los únicos) por todo el mundo.

Dicho esto quiero dejar muy claro que aquí en esta tierra y en esta campa se ha luchado muy duro y mucho contra el franquismo y el fascismo.

Estella y su merindad han sido ejemplo muy firme de lucha por las libertades democráticas para todos, aquí por primera vez en España se quemó el retrato del dictador Franco, por un pueblo indignado que exigía libertad y que quería avanzar hacia la ruptura democrática pero de verdad.

Ese caminar hacia la democracia fue totalmente paralizado y truncado por la fuerza de las armas, las metralletas y la internacional fascista se encargaron muy mucho de frenar y machacar a todo un pueblo en marcha hacia la libertad.

(Esto se le ha olvidado a la llamada izquierda democrática).

Fueron unos años con mucha entrega y compromiso de una utopía y mucha solidaridad entre diferentes.

Esto, sin ninguna duda, nos marcó a muchos el camino a seguir y en eso continuamos.

Los criminales atentados del 3 de marzo de Vitoria, 9 de mayo Montejurra 76, Atocha, San Fermín 78, etcétera, son hechos cometidos, planificados y financiados por el Estado español, sin ninguna duda, con el objetivo de romper el movimiento popular, cosa que en gran parte se hizo con la colaboración de una izquierda domesticada que miró para otro lado a cambio de tocar poder político y sindical (lo tenemos muy presente).

Esto es el gran fraude y verdadero fango de la llamada transición que se quiere ocultar por el llamado régimen del 78. ¿A cambio de qué? Se puede afirmar con total seguridad que se hizo un aplastamiento (genocida) de la lucha popular y que se eliminó físicamente a muchas personas que creían y luchaban por un cambio de estructuras pero de verdad.

Nos vimos y nos sentimos traicionados por una izquierda domesticada que quería sillones en vez de ruptura democrática, y lo único que consiguió fue el lavar la imagen de la dictadura franquista conformándose con unas reformas sin tocar el fondo.

Por todo esto y mucho más este sistema liberal no nos representa por una sencilla razón: nos están llevando a un verdadero desastre de todo el planeta.

Nunca hemos estado tan cerca de otra maldita guerra cuyas consecuencias son imprevisibles, pero lo que sí está claro es que los ricos serán más ricos y los pobres más pobres.

Este nuevo orden mundial que se pretende imponer por la fuerza de las armas es al margen de la voluntad de los pueblos, no nos representa y además nos tendrán en contra y muy en frente.

Estos matones de barrio no tienen humanidad, son los mismos de siempre los poderosos, los poderes económicos y también los que estaban detrás del M. 76 y 77 para frenar los aires de libertad y de una verdadera participación democrática pero para todos.

Para finalizar, desde esta maravillosa tierra y montaña de la libertad quiero reclamar el máximo respeto a la naturaleza, el maltrato que está sufriendo nos lleva a la destrucción del planeta, y no tenemos otro.

El tiempo se nos acaba, las danas, sequías, terremotos, son avisos muy claros que nos dicen que así no se puede continuar, de que estamos haciendo demasiadas cosas muy mal.

Por el desarme a la paz.

Por el respeto a la naturaleza, paremos todas la guerras, Ucrania, Palestina, Yemen, etcétera.

Nuestro recuerdo especial al papa Francisco y al pueblo saharaui por su lucha contra viento y marea en estos 50 años de dictadura de Marruecos y la traición de España a sus compromisos.

Viva Montejurra. Viva el Partido Carlista.

El autor es secretario general del Partido Carlista