La Generación del 27 ha pasado a la historia oficial poblada de nombres masculinos, pero hubo muchas mujeres artistas del momento que también crearon, transgredieron, rompieron normal y moldes; y, sin embargo, la sociedad patriarcal y machista las condenó al olvido.

Las Sinsombrero, proyecto de investigación de la escritora, gestora cultural y cineasta Tània Balló, recupera la memoria y la importancia de esas mujeres, de sus vidas y sus obras. El Planetario de Pamplona recibe la exposición de este gran proyecto. Una muestra que, organizada por el Instituto Navarro de la Memoria, devuelve la visibilidad a las mujeres de la Generación del 27.

Hasta el próximo 14 de octubre puede disfrutarse este recorrido laberíntico y a la vez estructurado a través de una arquitectura de andamios que permite crear y comunicar entre sí diferentes espacios. En ellos lucen nombres como los de María Zambrano, Maruja Mallo, Concha Méndez, Rosa Chacel, Margarita Manso, Pitti Bartolozzi, Delhy Tejero, Rosario de Velasco, Marisa Roësset, Ernestina de Champourcín..., entre otros muy representativos, además de nombres de mujeres anónimas que vivieron, estudiaron y ejercieron en la misma época que las denominadas Sinsombrero.

LA REALIDAD QUE SE OCULTÓ

La expresión, título de esta exposición, “nace de una anécdota de Maruja Mallo que cuenta que cuando era estudiante de la Academia San Fernando, junto con Dalí, Margarita Manso y Lorca, decidieron pasear sin sombrero por la Puerta del Sol de Madrid y fueron apedreadas por ello”, cuenta la comisaria de la muestra, Tània Balló. En sus palabras, la exposición “no quiere canonizar ni cerrar fronteras. No quiere decir que las mujeres artistas de la Generación del 27 son éstas y punto. Están aquí las más representativas, pero hubo muchas”.

El proyecto museográfico que llega ahora al Planetario es una adaptación de una gran muestra de 1.200 metros cuadrados que pudo verse en Madrid, y mantiene la reivindicación de que en la Generación del 27, ese grupo cultural tan representativo de la cultura española, hombres y mujeres crearon, compartiendo espacio físico y temporal, además de amistad; se influyeron y mutuamente y la mayoría tuvo que exiliarse. “Hay una representatividad equitativa de ellas y ellos, esa fue la realidad. Y darse cuenta de ello enriquece nuestra propia memoria”, dice Tània Balló.

Entre las figuras femeninas que visibiliza Las Sinsombrero se encuentran tres próximas a Navarra: Cecilia G. de Guilarte, natural de Tolosa; Pitti Bartolozzi, que vivió y creó en Pamplona, y la poeta navarra Ernestina de Champourcín.

El proyecto en el que se integra la exposición lo inició Tània Balló en 2009 a modo de investigación, y empezó a dar sus frutos en acciones en 2014, cuando se emitió en primer documental de Las Sinsombrero en TVE. Despúes de tres piezas audiovisuales y tres libros, el relato museográfico “era un reto”. “Suponía condensar toda la investigación anterior, hacer un vaciado”, cuenta.

ARTE Y MEMORIA: UNA EXPOSICIÓN QUE IMPULSA CONOCIMIENTO

Las Sinsombrero es “una exposición de arte, de artistas; no solo una exposición de memoria, sino de reivindicación de las disciplinas artísticas que desarrollaron estas mujeres y sus obras”, defiende Balló. También es una exposición en algunos casos biográfica, con vitrinas que, como si fueran postales, se detienen a hablar de momentos determinados de las vidas de algunas de ellas.

“Es una exposición que impulsa el que cada visitante busque a partir de aquí por sí mismo, por sí misma, y descubra más de estas mujeres”.

Hay documentación original, audiovisuales, reproducciones de obras pictóricas originales clave como Bañistas del Duero del año 36 de Delhy Tejero, “una pintora muy importante de esta generación que no se exilió y cuyo cuadro representa muy bien el efecto que tuvo el franquismo y la recuperación de la antigua moral católica sobre estas mujeres que habían postulado y vivido la libertad, la transgresión y la autonomía. Porque la pintora decidió rasgar en los años 50 la figura desnuda que aparecía en este cuadro, por miedo a que la chica que posó como modelo fuera reconocida, represaliada y estigmatizada por haber posado desnuda”, cuenta la comisaria de la exposición, inaugurada este jueves a mediodía con la presencia de la consejera navarra de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, quien ha reivindicado “la aportación de estas creadoras” y ha defendido la necesidad de reconocer “el papel histórico que les corresponde por derecho propio”.

RECORRIDO CON HITOS CLAVE

En diferentes espacios, la muestra del Planetario habla de la amistad entre miembros masculinos y femeninos de la Generación del 27, de la importancia que tuvo para estas mujeres la aprobación de la Ley de Educación en 1910; demuestra que ellas también crearon y se empoderaron en sus ejercicios artísticos, recuerda la proclamación de la Segunda República, que trajo consigo el sufragio universal y el divorcio –un apartado en el que se dedica una vitrina a la abogada y diputada feminista navarra Julia Álvarez–; visibiliza a las reporteras que estuvieron en el frente en plena Guerra Civil y las cartelistas de guerra, grandes ilustradoras como Juana Francisca Rubio; y analiza lo que supuso el exilio para estas artistas o el quedarse en su tierra sin comulgar con el régimen.

“Fue una generación de mujeres transgresoras, muy modernas, que se salieron de la norma en cuanto a la temática de sus obras y la representación de la feminidad; que rompieron con la idea del Ángel del Hogar y decidieron ser autónomas, aunque para lograrlo tuvieran que superar muchos obstáculos e incluso luchar contra sus propias familias”, concluye Tània Balló.

EN CORTO

  • QUÉ: Las Sinsombrero. Exposición sobre las mujeres artistas de la Generación del 27, invisibilizadas por la historiografía oficial, que forma parte de un gran proyecto de investigación iniciado por Tània Balló en 2009 y que incluye documentales y libros.
  • DÓNDE: Planetario de Pamplona.
  • CUÁNDO: Inaugurada este jueves 3 de agosto, puede visitarse hasta el 14 de octubre. Tras permanecer en Madrid el pasado otoño, la muestra inicia en Navarra su itinerancia.
  • VISITAS ESCOLARES: La iniciativa se incluye en los programas Mujer y Memoria, y Exilio, impulsados por el Instituto Navarro de la Memoria, y está previsto que, en septiembre y en el marco de Escuelas con Memoria, se publique material didáctico sobre sus contenidos y sea visitada por centros educativos navarros. También se celebrarán unas jornadas en torno a la muestra.