El dramaturgo y director navarro Alfredo Sanzol pone en pie una nueva versión de La casa de Bernarda Alba, la obra de Lorca, una puesta en escena “muy vinculada a la actualidad, en la que el cuerpo se convierte en un tema central. El cuerpo de la mujer está amenazado por un entorno de hombres, que no se ven, pero que amenazan la integridad física de las mujeres de la casa”, señaló Sanzol durante la presentación de la obra, que se estrenará este viernes, día 9, en el madrileño Teatro María Guerrero, donde podrá verse hasta el 31 de marzo. La obra llegará en abril al Teatro Gayarre de Pamplona. 

Para el director navarro La casa de Bernarda Alba se puede calificar de “una radiografía intensa de la estructura patriarcal”. Además, Sanzol ha querido mostrar a Bernarda Alba, interpretada por Ana Wagener, como una “mujer víctima del patriarcado”. “Esa estructura tan básica hizo que se abriera una grieta que es esencial en la propuesta que hacemos y que tiene que ver con que uno de los objetivos de Bernarda es proteger a sus hijas”, indicó el director del Centro Dramático Nacional (CDN), una protección que se convierte en “desmesurada, un proteccionismo autoritario que Lorca pone en un contexto que lo justifica”.

El texto acompaña al director desde los 14 años y siempre quiso hacer una obra de repertorio dentro del proyecto del CDN y de ese vínculo personal que estableció en la adolescencia con García Lorca. Sanzol, que dirige por primera vez un texto de Lorca, aseguró que tenía “un deseo de no tocar el texto” para que el público lo “disfrutase tal y como García Lorca lo dejó” y explicó que su deseo de realizar este montaje comenzó tras una conversación con su madre sobre “la sexualidad femenina dentro de una estructura social y política” y la forma en la que “condiciona la existencia y las relaciones entre los seres humanos”. “La casa de Bernarda Alba se convirtió en parte de mi imaginario porque esa literatura me atrapó, forma parte de nuestro acerbo cultural, está en los pilares de la cultura universal”, señaló.

Quince actrices

Un elenco de 15 actrices componen el reparto encabezado por Ana Wagener (Bernarda) y Ane Gabarain (Poncia), pilares de una casa que es reflejo de la estructura patriarcal. Lorca hace una radiografía de la dominación masculina y creo que por eso sigue resonando de una manera tan fuerte en el cuerpo de todas ellas, que me han demostrado que La casa de Bernarda Alba está tan viva como cuando se escribió”. el montaje se completa con Ester Bellver, Eva Carrera, Ana Cerdeiriña, Claudia Galán, Belén Landaluce, Chupi Llorente, Lola Manzano, Inma Nieto, Celia Parrilla, Sara Robisco, Isabel Rodes y Paula Womez.

Sanzol subrayó que quería contar la historia de unas mujeres de ahora, con “el dolor que estamos viviendo ahora”, y por ello la visión de las actrices ha sido esencial a la hora de la puesta en escena. Asegura que el texto tiene una estructura, unos personajes y unos “diálogos llamativos, precisos, con una fuerza increíble; no hemos cambiado nada” excepto matices en tres frases.

Ana Wagener interpreta a Bernarda, una mujer que “parece metida en una armadura, a la que necesitaba ver como mujer y madre; meterme por las fisuras de esa armadura, ver sus puntos vulnerable. Nada es blanco y negro en la vida”. Admite que su intención es que llegue al público como si estuviera “pasando hoy, que se reconozca”.

Poncia es Ane Gabarain, un personaje que define como paria, “que hace lo que puede para sobrevivir y arreglar las cosas; simple por fuera pero complejo por dentro, lleno de contradicciones”. Por otro lado, Patricia López Arnaiz recuerda que es actriz por el placer de hacer teatro pese a que hace más de 15 años que no se sube a un escenario. “Llevo años con la necesidad de volver al origen; me llegan pocas ofertas de teatro, y no ha cuajado, pero siempre he tenido esa necesidad íntima”, admitió la actriz muy vinculada al cine y a la televisión.