Último mutis por el foro. Txema Blasco ha fallecido pocos días antes de cumplir los 83 años de edad. La escena alavesa despide a uno de sus intérpretes más queridos, a un hombre que entre la escena profesional y la amateur se movió sin problemas ni complejos a lo largo de una trayectoria jalonada de grandes títulos y muchos pequeños proyectos que se hicieron realidad, precisamente, gracias a su implicación. El botones que iba para contable se despide ya del público. Pero los aplausos no se detendrán. Volverán a hacer acto de presencia cuando en la pantalla, sea grande o pequeña, esté de nuevo él.

"Estamos tristes por su marcha pero al mismo tiempo nos sentimos muy orgullosos" de su persona y su figura, expresa a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA su hijo Gaizka Blasco. "No nos ha faltado nunca", a pesar de los rodajes y de los trabajos fuera de casa, apunta. Este sábado, de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas, se producirá el velatorio en el tanatorio Virgen Blanca. Además, el lunes 1 de julio, a las 19.30 horas, se producirá el funeral en la cripta de la Catedral Nueva.

Fue en la calle Rioja, donde vivían sus padres, donde empezó a dar sus primeros pasos. Mientras estudiaba en Jesús Obrero, comenzó a relacionarse con el mundo de la interpretación. Fue allí, en aquellas obras de colegio, donde el amor por la escena abrió una puerta que ya nunca se pudo ni se quiso cerrar.

Después, en la capital alavesa, fue formándose e intentando iniciar una carrera de payaso. Como él contó más de una vez, “veía que sabía hacer reír a la gente”. Aún así, el camino se fue construyendo en paralelo con su vida profesional, puesto que la actuación no fue una profesión desde el principio. Hubo que hacer malabares en este sentido.

Títulos de referencia

Sin perder de vista su trabajo en el teatro, con la llegada de los años 80 y 90 del siglo pasado, el currículum de Blasco empezó a sumar títulos de relevancia y referencia dentro de la gran pantalla. Fueron temporadas de tomar parte en filmes como La fuga de SegoviaTasioVacasLa ardilla rojaTierraCuando vuelvas a mi ladoLa hora de los valientesCachitoSalto al vacío y Morirás en Chafarinas, entre otras muchas producciones cinematográficas.

Ese camino siguió con el siglo XXI, aunque aquí también cabe destacar que la televisión, tras el paso en los años 90 por series como Periodistas, tomó otra relevancia, por ejemplo con su participación en creaciones como Cuéntame cómo pasó. Todo ello sin olvidar su implicación especial en el mundo del cortometraje.

Hubo un momento en el que se llegó a asegurar que el vitoriano era el actor que participaba en más cortometrajes en el audiovisual estatal. Lo cierto es que se implicó de manera decidida en no pocos proyectos, muchos de ellos de realizadores que estaban empezando y que hoy son directores de referencia, como puede ser el caso de Paul Urkijo.

“Solo quiero hacer feliz a la gente”. Es algo que Blasco repitió en no pocas entrevistas y encuentros con los medios de comunicación. Una máxima relacionada con su trabajo que también se desarrolló en el teatro, un campo en el que además se puso en el papel de director. Todo ello configura una faz artística que deja una profunda huella en el territorio alavés. Pero, por encima de cualquier otra consideración, está la pérdida personal, familiar, de quienes le eran más cercanos. Dentro y fuera de la escena, Txema Blasco siempre estará en el recuerdo.