"En la música nunca paras de aprender"Iñaki Porto
Transmite energía y pasión por el arte al que ha elegido dedicarse: la música. Un lenguaje con el que ha crecido desde niña –su madre es pianista–, que ha cultivado como intérprete con el violín y en el que ahora ensancha conocimientos en la docencia –enseña Música de Cámara en el Conservatorio Profesional Pablo Sarasate– y a la batuta. La curiosidad y las ganas por aprender llevaron a Mirari Etxeberria a fundar en 2017 la Joven Orquesta de Pamplona, que desde entonces dirige. Un proyecto autogestionado que nació “de una iniciativa entre amigos”, que aúna hoy a 45 músicos y músicas de 18 a 30 años, y que se ha propuesto ser un “espacio libre” para que jóvenes intérpretes puedan crecer, formarse, coger tablas, profesionalizarse y, sobre todo, disfrutar. La formación ofrece este 5 de enero a mediodía (12.00 horas) en la Sala Principal de Baluarte su Quinta Gala Navideña, Una mañana de cuento con obras de Rimsky Korsakov y el compositor navarro Iñigo Casalí que reunirá a 177 artistas e intérpretes en escena.
¿Cómo es la ‘Mañana de cuento’ que han preparado para este Día de Reyes?
Es una gala lírica para todos los públicos, con una de las obras maestras de la música sinfónica, Sherezade de Rimsky Korsakov. Los músicos jóvenes vienen a las orquestas jóvenes para tocar este tipo de obras, porque en un futuro quieren participar en orquestas profesionales y tenemos que conocer este repertorio. Esta es una manera de formarnos en este sentido. Han venido dos músicos profesionales a hacer los ensayos previos, una violinista de la Orquesta Sinfónica de Navarra y un oboísta de la Euskadiko Orkestra, y esto es muy importante para nosotros porque nos gusta tocar juntos, pero todavía más nos gusta mejorar y aprender. Porque una orquesta joven es formativa.
También sonarán en Baluarte fragmentos de óperas del compositor navarro Iñigo Casalí.
Sí, ya nos conocíamos, el año pasado hicimos otro concierto y tocamos una obra suya, le gustó muchísimo y quería volver a colaborar con nosotros. Él tiene cinco óperas, bastante conocidas en el círculo de coros y músicos de Pamplona y alrededores, y hemos elegido las más famosas para hacer el hilo conductor que propone la gala. Sherezade es la historia de Las mil y una noches, y hacemos ese hilo conductor con los cuentos de Iñigo que él mismo va a narrar en el concierto.
“La disciplina y la exigencia tienen sentido si la finalidad es el disfrute; nosotros nos exigimos mucho en el estudio para luego disfrutar tocando”
Actuar en estas fechas y en un gran auditorio en casa, será especial.
Muy especial. Me gusta mucho el Día de Reyes, es una fecha muy bonita, muy familiar. Otros años hemos estado en el Teatro Gayarre, en la Sala de Cámara de Baluarte, y ahora nos estrenamos en la Sala Principal de Baluarte, asumimos el reto de ir al auditorio grande por primera vez. Llevamos cinco años ofreciendo este concierto de Navidad y nos gusta mucho, porque en estas fechas nos juntamos amistades que durante el año no nos podemos ver. Esta orquesta nació de una iniciativa entre amigos, y ha ido incorporando a gente nueva, lo cual es muy ilusionante. En esta gala de Baluarte vamos a ser muchísima gente, y yo creo que eso quiere decir que lo que hacemos gusta a la gente, que merece la pena.
¿Es difícil mantenerse funcionando de manera autogestionada?
Gestionar la orquesta es lo más difícil, ahí vamos poco a poco, aprendiendo. Llevamos muchos años intentando conseguir una ayuda estable. Por primera vez el verano pasado tuvimos apoyo de verdad para un proyecto, de Fundación Caja Navarra y de los presupuestos participativos del Instituto Navarro de Juventud, y gracias a eso se ve que es un proyecto muchísimo más estable, con mejores condiciones. Porque generamos gasto, a nosotros nos gusta convivir cuando estamos en un proyecto; en verano estuvimos conviviendo en un albergue y, claro, necesitamos pagar el alojamiento, la comida, el transporte, contratar a profesores... y ahora para este concierto lo que estamos haciendo es sacar el dinero de las entradas de Baluarte. Funcionamos más como una red de músicos, no tenemos una plantilla fija, vamos por proyectos.
¿Todavía se tiene ese prejuicio de que la música clásica es aburrida o complicada, solo para entendidos?
Sí, esto es algo difícil de cambiar, y yo lo entiendo. Porque es verdad que desde dentro, no voy a negar que es un mundo elitista, y en nuestro trabajo sí que hay una jerarquía, pero porque es un protocolo. Pero nosotros somos jóvenes, somos amigos, y sobre todo, disfrutamos con esto. Creo que se nota cuando actuamos. Es muy positivo que la gente vea a jóvenes disfrutando de este tipo de música, porque se crea un ambiente muy bonito. Hay mucha implicación con el proyecto. Seguiremos trabajando para que el público no tenga ese prejuicio o ese miedo a ir a escuchar música clásica porque no lo conoce. Pues claro que no se conoce, es que ni nosotros..., estamos aprendiendo.
En ese empeño por combatir ese prejuicio, apuestan por transmitir la música clásica de un modo ameno y atractivo, mezclando estilos diversos o disciplinas artísticas, ¿no?
Sí, hemos hecho de todo. Nos hemos atrevido con rap, con una música de videojuegos, este verano estuvimos en Baztan y colaboramos con txistularis... Somos muy flexibles y me parece una cosa muy positiva.
¿A qué edad supo que la música le había cautivado como para dedicarse a ella?
Pues mira, mi madre es pianista y yo siempre he estudiado música. De adolescente pasé una crisis y decía que no quería estudiar más música, y hasta los 18 años, por llevar la contraria y desafiar, me negaba. Pero luego me di cuenta de que era lo que quería hacer. Me di cuenta de que la música había estado muy presente en mi vida, de que era muy importante para mí. Pero claro, siempre se ve como un hobby. Y eso está muy bien, quiero decir, es importante mantener esa pasión, ese disfrute. Pero puede convertirse en tu profesión. Y la verdad es que estoy muy contenta con esa decisión, porque ahora me dedico a ello.
“Llevamos años peleando por un apoyo estable, en otras comunidades las jóvenes orquestas reciben muchas ayudas”
¿Qué le gusta de la dirección de orquesta?
Es un mundo complejo pero yo me siento muy cómoda, tengo mucha confianza con estos músicos y estas músicas, para lo bueno y para lo malo, y me parece un trabajo muy interesante. Aprendo mucho de mí misma. Yo es que soy una friki, me gusta mucho la música, me gusta mucho saber, y ha sido esa curiosidad la que me ha llevado a hacer este proyecto. Liderar a veces es complicado, pero lo importante es mantener el foco en la música. Ese es al final el objetivo común que tenemos todos y todas, y es muy bonito cuando coincidimos en él.
Han pasado 8 años desde que fundó la Joven Orquesta de Pamplona, ¿cómo ve ahora la formación y qué retos y necesidades diría que tiene por delante?
Lo más difícil es organizar. Porque ensayando y haciendo conciertos estaría yo toda la vida, es inagotable la energía, y se renueva, y está muy bien. Es verdad que hay muchas propuestas en Navarra, cada vez más, y nosotros tenemos que encontrar nuestro hueco. Pero hay muchos músicos y creo que es importante ofrecer un espacio libre y abierto a los músicos jóvenes, que ellos puedan venir aquí y tocar su instrumento, porque si no la música se queda muchas veces en algo muy solitario. Y como reto, me gustaría que por lo menos la organización se profesionalizase, que fuera más estable, porque ahora mismo vamos por proyectos. Pero esta orquesta tiene muchísimo potencial. Y en otras comunidades autónomas las jóvenes orquestas reciben muchísimas ayudas. Lo que pasa es que nosotros somos muy jóvenes y estamos aprendiendo. No por ello creo que lo estemos haciendo peor, pero tenemos menos recursos, eso es así. Entonces estaría genial conseguir un apoyo estable. Llevamos peleando mucho por eso. Este tipo de proyectos colaborativos demuestran que se pueden sacar adelante cosas juntos. Por ser jóvenes nos lanzamos a la piscina y esto es lo que pasa (sonríe).
La Joven Orquesta de Pamplona, con Mirari Etxeberria en pie, en un ensayo de la gala de Navidad en el aula del Colegio Público Eulza de Barañáin.
¿Cómo se presenta este 2025 para la orquesta, tienen proyectos en el horizonte?
No tenemos nada cerrado pero podemos adelantar que así como el año pasado hicimos una pequeña gira en las vacaciones de carnaval, este año repetiremos en febrero, y vamos a apostar por Navarra, por distintas localidades de la comunidad. En Semana Santa haremos una colaboración con la Federación de Coros de Navarra y en verano vamos a hacer un intercambio con una orquesta de Colombia; este pasado verano un grupo de nuestra orquesta viajamos a Colombia para colaborar con ellos, y ahora ellos van a venir aquí.
¿Hay buena cantera de músicos y músicas en Navarra para que esta Joven Orquesta tenga una larga vida?
Sí, muy buena. Creo que en Navarra la educación musical está bastante fragmentada porque hay muchas escuelas de música, y falta cohesión, algo que lo abarque todo. A mí me gustaría que hubiera más proyectos colaborativos, porque está muy bien que estemos cada uno haciendo nuestra cosa, pero por ejemplo a esta orquesta se suma gente nueva en cada proyecto, y me parece muy positiva esa renovación constante, no tenemos por qué ser siempre los mismos.
“Es muy positivo que la gente vea a jóvenes disfrutando con la música clásica, todavía hay ese prejuicio de que es aburrida o complicada”
¿Se sigue viendo a la batuta de esta Joven Orquesta?
Sí. Es mi terreno de aprendizaje. Es que si no la dirección no se puede practicar. Creé este proyecto para eso, para aprender, y sigo aprendiendo, y seguiré aprendiendo, lo que tiene este oficio es que no paras de aprender. Y ojala, sí, yo estoy con muchas ganas de seguir.
A través de la música, quieren transmitir valores como el esfuerzo, la dedicación, el pensamiento colectivo, la igualdad de género..., muy necesarios hoy no solo entre la juventud, en la sociedad en general.
Sí. Yo estoy muy contenta y considero que tenemos un ambiente muy bueno, y ojalá sigamos manteniéndolo. El trabajo en grupo es muy bonito. Lo veo también cuando enseño Música de Cámara, claro, tienes que escuchar a quien está a tu lado, igual tú tienes que cambiar cómo tocas porque el otro está tocando otra cosa..., y esa capacidad de adaptación es muy bonita. Es que se ve. Y eso tan gráfico se encuentra en muy pocos sitios. Yo soy directora de esta Joven Orquesta, Saioa (Cuenca) es gerente..., nos hemos tenido que desenvolver en papeles que han estado tradicionalmente más reservados a los hombres, pero lo bueno es que nos sentimos muy cómodas aquí. Igual salimos luego a la realidad y es diferente...
Son referentes para otras jóvenes que quieren crecer en la música.
Sí, eso nos dicen. Nosotras no nos lo planteamos, pero sí, yo lo entiendo porque también como directora necesito referentes femeninos.
¿Qué es lo mejor de formar parte de una orquesta como ésta?
Es una sensación tan buena... En esta orquesta hay disfrute, escucha, capacidad de adaptación, paciencia, concentración... Somos muy disciplinados y exigentes en el estudio, pero eso tiene su sentido. Porque si eres disciplinado y perfeccionista para nada, no tiene sentido, es como tratarte mal a ti mismo, es tóxico, de hecho. Pero si lo haces para disfrutar, como nosotros tocando aquí, tiene sentido.
LA PROTAGONISTA
- Nombre: Mirari Etxeberria Guerrero
- Lugar y fecha de nacimiento: Andoain, Gipuzkoa, 15 de enero de 1998
- Formación: Se trasladó a Pamplona en 2016 para estudiar violín en el Conservatorio Superior de Música de Navarra con el profesor Cristian Ifrim. Sus inquietudes por la dirección orquestal le llevaron a pequeñas incursiones, “para probar”, y en 2020 se decidió a estudiar la carrera de Dirección de Orquesta en Amsterdam (Países Bajos), que ya ha finalizado. En 2017 fundó la Joven Orquesta de Pamplona, que dirige. También es profesora de Música de Cámara en el Conservatorio Profesional Pablo Sarasate
CUESTIONARIO
- Una obra musical: “Shéhérazade, de Maurice Ravel”
- Un compositor o compositora: “Voy a elegir a una mujer: la compositora francesa Germaine Tailleferre”
- Un libro: “Lectura fácil, de Cristina Morales. Me he reído mucho con él”
- Una película o serie: “Una serie de música, de HBO: Mozart in the Jungle”
- Una ciudad para vivir: Amsterdam
- Un lugar para escapar: Abaurrea
- El momento más bonito que ha vivido con la música: “Cuando había que elegir la carrera, qué estudiar, y me di cuenta de que me quería dedicar a esto”